Capítulo XXI

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Hello there! Acá un nuevo capi, he andado ocupada por eso no he escrito tanto jaja

Padme despertó en medio de la noche y se encontró durmiendo totalmente sola en la cama. Miró con tristeza, era obvio que él se iría. Apenas soportaba tenerla cerca. Se sentó en la cama e intentó no desesperarse pensando en todo lo que vendría, y de pronto sintió horribles ganas de llorar, porque nuevamente estaba sola.

- Ey, ángel- dijo él apareciendo por la puerta- ¿Qué sucede?- preguntó sentándose a su lado en la cama

- No es nada- dijo ella sorprendida de verlo allí

- Solo fui a cerrar la puerta, había quedado abierta, no me he ido- dijo él sabiendo que ella pensó que él la había dejado sola nuevamente

- ¿No me dejaste sola?- preguntó ella sorprendida y él negó sonriendo por lo tierno que había sonado eso con ella medio dormida. Sabía que medio dormida eran las únicas veces que Padme preguntaba cosas así.

Padme se sintió de pronto vulnerable y asustada y se abrazó al cuello de Anakin y él correspondió el abrazo sabiendo lo que le pasaba.

- Ey, solucionaremos esto juntos ¿Está bien? No te dejaré sola, ya verás que saldremos adelante- dijo Anakin besando su frente

- Pero tú no tienes la culpa de mis errores, yo, no sé como solucionarlo, pero te juro que encontraré alguna manera- dijo Padme mirándolo con tristeza

- Lo solucionaremos juntos, estamos juntos en esto ¿Está bien?- preguntó él acariciando su cabello y ella sonrió, apenas creyendo que él no solo le había dado otra oportunidad, sino que se estaba quemando en el infierno con ella.

¿Cuánto la amaba él? A veces sentía que no lo merecía.

Se durmieron abrazados y al otro día cuando despertaron, supieron que deberían enfrentar un infierno. 

Por suerte los periodistas aún no descubrían la ubicación exacta del apartamento de Anakin y Padme, y eso les daba cierta seguridad, pero cuando llegaron al templo jedi, supieron que habían problemas cuando vieron unos cuantos reporteros.

Anakin los alejo de Padme y ella negó, no daría ninguna estúpida entrevista. Se sorprendió de que en todo ese tiempo, Anakin jamás dejó de abrazarla.

Pensó que tal vez el se molestaría porque todo eso era culpa de ella, pero muy al contrario el la mantuvo siempre cerca y eso parecía desconcertar a los periodistas.

- No hay ningún problema en nuestro matrimonio- dijo Anakin mirando a los periodistas- Les pediré amablemente se retiren del templo, porque esto no es un lugar para que ustedes estén, sino lo hacen, tendré que pedir que los saquen- dijo Anakin sabiendo que podía llamar a los guardias del templo.

Palo por su parte, básicamente había amanecido en el templo luego de que Obi- Wan lo abandonara cerca de allí, cuando Padme y él se presentaron ante la maestra Jocasta, pensaron que ella estaría muy decepcionada de ellos, y molesta porque le habían mentido al decir que no se conocían, pero cuando los vio llegar ella solo pudo abrazarlos.

- El templo los protegerá dentro de lo posible, no dejaremos que esos carroñeros vengan a incomodarlos, sé que todas esas noticias son falsas ¿No es así joven Skywalker?- preguntó la maestra Jocasta a Anakin que acompañaba a su esposa

- Lo son- dijo Anakin y no hubo duda en su voz.

Palo sonrió al ver que él estaba apoyando a Padme, pero se puso cerca de la maestra Jocasta en caso de que Anakin quisiera darle otro ojo morado.

La maestra Jocasta observó lo lastimado que parecía Palo, no podía evitar preguntarse si Kenobi o Skywalker habían sido los causantes y por lo que veía nadie se lo diría.

¿O tal vez habían sido los dos?

A pesar de que la maestra Jocasta no los juzgaría, Padme no tardó en escuchar  comentarios por los pasillos. Entonces los jedi también eran chismosos. ¿Por qué esperaba que ellos no lo fueran?

A medida que avanzaba el día y Anakin daba informes de algunas misiones o estrategias militares para solucionar conflictos en las regiones del núcleo, Anakin comenzaba a sentirse incómodo por los comentarios malintencionados que se escuchaban por los pasillos.

Algunos lo miraban con lástima, otros con burlas, y estuvo a punto de partirle la cara a un sujeto que se preguntó que tan fácil era la esposa de Skywalker para intentar tener algún avance con ella. Lo habría hecho, y lo intentó, de no ser porque el maestro Yoda lo detuvo.

- Palabras necias, escuchar no debes- dijo el maestro Yoda y Anakin se calmó.

Aunque el maestro yoda estaba seguro de que ni sus palabras lo calmarían si Anakin escuchaba otro comentario como ese.

A mitad del día Padme y Palo estaban nerviosos. Palo había impartido sus clases con total normalidad, pero podía observar como todos lo miraban con recelo, no los padawan sino los maestros jedi. Padme veía como algunos se reían de ella en la biblioteca y como cuando ella y Palo se encontrabana veces solo por mera curiosidad algunos los observaban.

Todo eso era un caos, y eso ocurría dentro del templo ¿Qué caos ocurriría si los encontraban fuera?

Obi- Wan por su parte ni siquiera había visitado el templo ese día. Había discutido con Satine y estaba durmiendo en el sofá. Aún no podía creer que ella al igual que Padme tuviera ese tipo de confianzas con Palo, es que no importaba su orientación sexual, el que ellas se dejaran ver en poca ropa por él, era algo que no podía entender y no quería aceptar.

¿Korkie lo veía como algo normal? No entendía a su hijo, además ¿Él lo sabía?

Korkie por su parte había acompañado a su madre al edificio del senado, habían algunos tratados que firmar y tal como habían anticipado la prensa había intentado avalanzarse sobre Satine. Afortunadamente Mon Mothma la había protegido en el senado. 

Satine no comprendía por qué Mon Mothma no la criticaba a ella, pero a Padme no había dudado en juzgarla.

Suponía que era porque el rol de Padme en el senado en ese tiempo era demasiado importante, y romper las reglas así había jugado muy en contra a la reputación de los políticos.

Cuando el día finalmente terminó el regreso a casa fue un caos. 

Anakin estaba de mal humor por todos los comentarios que había tenido que soportar, y Padme había tenido que sostenerlo para que no atacara a un periodista que la insultó. 

Cuando subieron a la nave ninguno hablo, Anakin porque no quería decir nada, y Padme porque pensaba que cualquier cosa que dijera lo iba a hacer explotar.

Cuando llegaron a casa Padme casi desapareció en el cuarto y entró a la ducha intentando hacer que el agua ahogara su llanto. Se había sentido como una mujerzuela todo el día, por las miradas, por las palabras que escuchó, por los periodistas.

Rush Clovis iba a pagar todo eso, ella podía jurarlo.

De pronto sintió que abrazaban su cintura y se sorprendió cuando vio a Anakin entrar a la ducha con ella.

- Juro que no dejaré que nadie más te haga sentir mal- dijo él mientras la abrazaba contra su pecho

- Es mi culpa- dijo Padme y él negó.

- No lo es- dijo él mientras besaba su frente- Esta vez no lo es- dijo Anakin y Padme se sorprendió de saber que él realmente confiaba en ella esta vez.

- Lamento todo lo que sucede- dijo Padme y él sonrió acariciando su cabello

- Clovis va a lamentarlo más- dijo Anakin 

Padme arqueó una ceja ¿Por qué decía eso? 

Anakin sonrió, tenía que admitir que Palo le caía pésimo, pero el tipo lo había interceptado en mitad del pasillo y le había contado un plan que tenía contra Clovis para solucionar todo eso, aparte de la declaración que él tenía que dar. Curiosamente, Anakin había estado de acuerdo.



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