El Juego Del Destino | MewGulf

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Dos alfas con una evidente rivalidad, expulsando feromonas en un espacio cerrado a la vez que el ambiente es consumido por un silencio ensordecedor. Vaya escenario de película, aunque en realidad es el escenario en donde Suppasit y Vachirawit se encuentran ahora.

La última vez que Mew y Gulf se vieron fue durante la fiesta de compromiso, donde de un momento a otro el omega desapareció y el alfa no se interesó mucho en contactarlo de nuevo.

Finalmente lo volvió a ver hoy, y para su sorpresa, en compañía de Vachirawit, quien aparentemente es el único fiel amigo de Gulf.

Aunque su cercanía no los hace ver como simples amigos.

Inexplicablemente el contacto entre esos dos en lo que va de la cena, realmente lo irrita, es peor que ver a Max y a Tul en víspera de sus celos.

Pero le estresa aún más no entender del todo porque le resulta tan desagradable.

Se retiró un momento en busca de aclarar su mente y relajarse un poco. Se estaba poniendo muy tenso ante -lo que está seguro- son provocaciones de Vachirawit. Para su desgracia ese desagradable sujeto lo siguió hasta el baño, el lugar donde están ahora.

Mew está más que seguro que no se trata de una simple casualidad, si no de otro juego que busca sacarlo de sus casillas.

Mientras se lava las manos observa la espalda de Bright siendo reflejada en el gran espejo del lugar, y luego a sus oídos llega el sonido metálico de un cinturón al volver a ser abrochado. Finalmente aparta la vista cuando el otro alfa voltea en su dirección.

Lado a lado puede ver de reojo como Vachirawit desabrocha tranquilamente los botones en las mangas de su camisa para evitar que estas se mojen con el agua del lavabo, y de la misma forma comienza a asear sus manos.

Durante este proceso fue capaz de percibir con más claridad el aroma que su contrario despide, que por cierto le resulta bastante desagradable, pero algo dentro suyo se remueve con inquietud al darse cuenta que ese olor también lo percibió alguna vez en Kanawut.

Sin poder contenerse, frunce el ceño y cede a ser el primero en hablar. —Para ser tan cercano a Kanawut, nunca había escuchado de ti —sus ojos se afilan cuando Bright le voltea a ver y sonríe burlonamente.

Mew descubre entonces que realmente tiene ganas de estrangular a ese hombre cada vez que lo ve hacer eso, justo como si se estuviera burlando de él.

—Eso es bastante curioso, puesto que nos conocemos desde la preparatoria —Mew abre la boca justo preparándose para contestar pero Bright le interrumpe antes de que pueda pronunciar siquiera una sílaba. —Además, deduzco que por su cara hace unos momentos, mis esfuerzos por impregnar a Gulf de mi esencia no fueron vanos. Por lo que ya debe estar un tanto familiarizado con mi aroma.

Suppasit apretó su mandíbula, en un intento de no caer más ante las palabras que salen del otro.

—Si bueno, tus feromonas no hacen nada ante las acciones —Mew recordó la noche donde cedió ante él Omega. Es irónico, puesto que el lugar de aquella acción fue nada menos que la casa del idiota que tiene frente a él.

Los ojos de Vachirawit se llenaron de un brillo siniestro pero su pequeña sonrisa no desapareció. Gulf no le había dicho nada, tal vez por miedo a su reacción, pero luego de que su amigo le contó todo no le fue muy difícil deducir que la revoltura de aromas en su casa al día siguiente fue consecuencia de esos dos y sus instintos.

—Tenga cuidado con lo que dice señor Suppasit, le recuerdo que está comprometido con el omega de una familia poderosa. Además, en su posición como empresario no creo que le venga bien un escándalo como este —Bright pronunció tales palabra mientras vuelve a ajustar las mangas de la prenda oscura en sus muñecas. haciendo que un caro reloj brille con la iluminación del baño.