─Kanawut, ¿estás bien?
Mew intenta comunicarse con el omega que está encerrado dentro del baño. Hasta hace poco ambos hablaban con normalidad, pero de un momento a otro Gulf presentó una conducta demasiado extraña. Suppasit está muy desconcertado al respecto.
─¿Puedo entrar?, estoy preocupado ─admitió mientras su mano derecha se posa en la perilla de la puerta, conteniendo el impulso de abrirla.
No recibió nada en respuesta, sólo hay silencio.
Mew frunció el ceño, estaba por dejarlo cuando un fuerte estruendo se escuchó provenir del interior, seguido por un quejido de dolor.
Esto fue suficiente para que el alfa abriese la puerta abruptamente sin importarle nada más.
Para su desgracia, al ingresar al cuarto de baño una fuerte oleada, de lo que reconoció como feromonas, le llegó de golpe, aturdiéndolo al instante.
Lo primero que visualizó fue al recesivo sobre el piso, rodeado de productos de limpieza personal, no es difícil intuir que intentó sostenerse de un estante, pero este se venció al no soportar su peso.
Mew ha estado pasmado por unos cuantos segundos, haciendo un esfuerzo para no dejarse influenciar por aquella deliciosa fragancia que comienza a torturarlo. Esto se vuelve más difícil cuando le presta atención al cuerpo de Gulf.
El omega tiene el rostro completamente sonrojado, mientras que su pecho sube y baja por culpa de su respiración agitada. Sus ojos entrecerrados hacen un contraste con sus labios que se encuentran separados al inhalar y exhalar con rapidez. El par de manos se mueven por su no tan esbelto cuerpo, arrugando la ropa que le cubre.
─Ah...Señor Suppasit...
Ese excitante escenario aunado a su nombre siendo pronunciado de esa manera fue suficiente para despertar los instintos que nunca despertaron con tanta intensidad en él.
Su parte racional está confundida, preguntándose cómo es posible que un recesivo de genética sea capaz de estar en celo.
Pero su parte alfa simplemente le dice <<Al demonio, luego habrá tiempo para hacerse preguntas>>
Con lentitud se acercó hasta Gulf, quien le observó con ojos suplicantes.
─Ah...ayúdeme. Por favor...ayúdeme.
Mew le observa con ojos entrecerrados, su propio cuerpo comienza a calentarse a causa de aquella fragancia que Gulf despide con tanta intensidad. Se puso en cuclillas para apreciar y escuchar mejor al omega.
─¿Cómo quieres que te ayude? ─inquirió con una voz profunda.
Para su propia sorpresa, Gulf tomó su brazo derecho, dirigiéndolo hacia su entrepierna, obligándolo a palpar el bulto dentro de sus pantalones.
─Aquí...
Eso fue todo lo que Mew necesitó para mandar a la mierda lo que le quedaba de racionalidad. Sus ojos adoptaron un brillo siniestro e inesperadamente sus feromonas se liberaron con fuerza.
─Maldición Gulf, me harás entrar en celo también.
El omega se retorció en donde estaba cuando la fuerte esencia del alfa se combinó con sus propias feromonas, ¿Por qué ansia tanto ser tomado por Suppasit?
Los ojos de ambos se encontraron en algún momento, transmitiendo sus más profundos deseos, intentando expresar la enorme fuerza que sus instintos han adoptado. Lujuria, deseo; ambos parecen sentirlo con la misma intensidad.
Suppasit quitó su mano de la entrepierna del contrario para dirigirla hacia la parte superior del cuerpo tembloroso. Al llegar al pecho empezó a acariciar los lados del mismo mientras observa las expresiones del omega, quien muerde sus labios mientras presta atención a sus acciones con aquellos lindos ojos acuosos.
ESTÁS LEYENDO
El Juego Del Destino | MewGulf
Fanfiction❇Omegaverse❇ Gulf está al borde de la quiebra. Necesita apoyo económico lo antes posible o de lo contrario perderá todo lo que tiene. Después de ser rechazado por todas las empresas financieras existentes, pone sus ojos sobre Mew Suppasit, el dueño...