❇Omegaverse❇
Gulf está al borde de la quiebra. Necesita apoyo económico lo antes posible o de lo contrario perderá todo lo que tiene. Después de ser rechazado por todas las empresas financieras existentes, pone sus ojos sobre Mew Suppasit, el dueño...
Gulf accedió fácilmente a que Vachirawit le acompañara a la firma de contrato, después de todo es su mejor amigo y el mejor apoyo emocional que puede tener en una situación como esa.
Durante lo que restó del día él se quedó ahí, acompañándolo mientras intentaba distraerlo de lo que le aturdía tanto.
Al finalizar el día, el alfa se retiró luego de acordar que lo recogería de su apartamento para llegar juntos a la reunión, tal como debía ser.
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Al día siguiente, Gulf intentó tener un mejor ánimo. No puede darse el lujo de deprimirse cuando no todo en su vida está realmente mal. Firmará el contrato y centrará toda su atención en el trabajo de producción, eso es lo único en lo que debe interesarse.
Mientras mira los cajones donde guarda su ropa, medita acerca de lo que debería usar. Al ser domingo no había trabajado y no pudo tomar alguna prenda descontinuada del almacén. Sus ojos vacilaron un poco hasta toparse con una camisa de manga larga completamente negra, sin pensarlo mucho decidió que su vestimenta para esta ocasión sería en su totalidad oscura.
Secó y peinó de forma despreocupada su cabello, dejando que los mechones cayeran a los lados de su rostro.
Al observarse en el espejo de cuerpo completo y analizar con detenimiento su reflejo, el recuerdo de la primera vez que vió a Suppasit en aquella fiesta de recaudación, llegó a él, puesto que el alfa en ese momento también vestía de negro. Como reacción ante ese recuerdo decidió no abrochar los primeros dos botones de su camisa, dejando a la vista sus clavículas junto a dos pequeños lunares de los tantos que tiene en el pecho.
Tras un último vistazo en el espejo observó la hora en su celular, Bright ya debería estar en camino, así que tomó sus cosas y se dirigió a la primera planta del edificio. No pasó mucho para que viera un bonito auto blanco estacionarse frente a él.
—¿Has esperado mucho? —le preguntó Bright desde el interior del automóvil.
—No realmente —la respuesta de Gulf fue simple y sólo procedió a ocupar el asiento del copiloto.
A diferencia de otras veces sus pensamientos no pudieron ocuparse en el paisaje de la ciudad, en su lugar se preocupó sólo en prepararse mentalmente para afrontar a Suppasit de una manera distinta. Aún se siente renuente a dejar la idea de Suppasit como su destinado, pero simplemente no puede hacer nada al respecto.
Luego de un recorrido bastante tedioso y silencioso llegaron al lugar en el que le citaron, el cual resultó ser un restaurante de comida occidental, y como es de esperarse tiene un aspecto bastante elegante y refinado.
Ambos bajaron del automóvil justo en la entrada, donde Bright le entregó las llaves a un empleado encargado de acomodar los carros que llegan.
La recepción del restaurante tiene la misma apariencia lujosa y extravagante que todo el lugar.
