El Juego Del Destino | MewGulf

Epílogo

La planeación de la fiesta con motivo de recaudación de fondos llegó a su fin, y con ello el día del evento se hizo presente.

Al tratarse de una colaboración, el evento tomó lugar en uno de los edificios de la familia Diloknawari, el vestíbulo de este, se llenó rápidamente de autos lujosos y gente bien parecida.

El personal se movió rápidamente, tan pronto como el primer invitado llegó.

Sin duda se trata de una reunión llena de personas importantes, personas pertenecientes a la clase alta.

Cuándo más de la mitad de los invitados llenaron el lugar con su presencia, fue el momento en que los anfitriones hicieron acto de presencia, para que de forma representativa la "fiesta" comenzara. 

En primer lugar se presentó el matrimonio de dos alfas, Max y Tul -como son comúnmente conocidos-. Saludaron a todos con rostros sonrientes e hicieron énfasis respecto a las donaciones, puesto que sus expectativas respecto a la cantidad recaudada son bastante altas.

Haciéndose a un lado, dieron lugar a sus colaboradores, un alfa de porte intimidante, envuelto en un pulcro traje azul oscuro, dándole una apariencia bastante refinada. ¿Quién no lo reconocería? El dueño de Industrias Suppasit es una perfecta definición de alguien popular. 

A un lado suyo, resalta la presencia de un omega, aunque nadie podría adivinar que es uno a simple vista. El joven vestido con un saco gris y camisa negra -la cual deja al descubierto una parte de su lizo y suave pecho-, tiene la misma apariencia refinada que el alfa.

Esta es la pareja de la que últimamente se ha estado hablando en los medios, Suppasit y Kanawut.

La mano que rodea con firmeza la cintura del omega, deja en evidencia la obvia cercanía y buena relación entre ambos. Pero el punto definitivo que deja todo en claro ante cualquiera, es la marca en la nuca de Gulf, la cual -desde que la tiene- no se ha molestado en ocultar.

Estando ahora frente a todos, Mew dio algunas palabras significativas y luego ofreció un brindis, luego de esto se mezclaron entre la multitud, conversando con quien se les acercarse.

—¿No dijo Bright que vendría? No lo veo por ningún lado —Gulf demostró su inquietud ante su pareja. Siendo Vachirawit, definitivamente le habría avisado si se hubiese presentado algún inconveniente.

—No te preocupes por él, seguramente se le hizo tarde o algo. Yo no le tomaría tanta importancia —Mew sonrió intentado calmar a su compañero.

—Tienes razón, tal vez solo estoy exagerando.

Suppasit mantuvo su sonrisa y contuvo el impulso de soltar una carcajada, debido a que él fue el encargado de enviar las invitaciones, el querido amigo de Gulf recibió una fecha incorrecta. 

Sabe que cuando Kanawut se enteré, le reprochará y de alguna forma lo regañará, pero está dispuesto a recibir el regaño pensando que definitivamente vale la pena.

No es que odie a Bright, es solo que después de los conflictos que tuvo con él, ambos adoptaron la postura de dos niños pequeños haciéndose travesuras cuando los adultos no los ven, por lo que definitivamente Vachirawit se lo cobrará cuando tenga oportunidad.

Luego de que las cantidades donadas se dieran a conocer y de que los invitados convivieran por un rato más, estos mismos comenzaron a despedirse e irse, entre ellos Max y Tul.

—Tul, ¿crees qué algún día pueda dejar una marca permanente en ti o tú en mi?

El alfa mencionado hizo una mueca mientras cerraba la puerta del automóvil. —Estamos casados, ¿no tienes suficiente con eso?

—Sí, pero poder marcarte sería un plus, ¿no crees? 

Tul sonrió. —Sí, definitivamente sería un plus, pero no cambiaría nada. Con marca o sin marca, ya te siento suficiente mío y ya soy suficientemente tuyo.

Dentro del salón vació aun hay dos personas disfrutando de algunos tragos mientras conversan amenamente.

—Me alegra que la recaudación haya sobrepasado las metas. Brindemos por el grandioso Suppasit y sus grandes logros —Gulf levantó su copa hacia el mencionado mientras sonreía, evidentemente un poco ebrio.

Suppasit también levantó su copa, aceptando el brindis a su nombre. De pronto recordó algo, dirigió una de sus manos a el bolsillo interno de saco, extrayendo una cajita de regalo.

—Toma, es un pequeño detalle que conseguí para ti.

Gulf lo tomó alegremente y quitó la envoltura con la misma emoción. Es un gran fanático de los regalos.

Luego de que el papel decorativo fue quitado, levantó la parte superior de la caja y ante sus ojos un par de anillos plateados brillaron.

—Kanawut, casémonos.

Antes de que siquiera pudiese decir algo, Mew le propuso matrimonio con estas simples palabras.

—Ah, pero...

—¿No quieres? —de pronto el alfa se sintió un tanto inquieto.

—jajaja, Sí, claro que si. Es solo que de pronto sentí que hicimos algo mal.

—¿Eh?

—Me refiero a que me haz pedido matrimonio cuando ya estamos prácticamente unidos. Casados o no, sería imposible que nos separemos.

Mew estuvo de acuerdo con esto. Se acercó hasta su compañero y beso su frente, mientras que con una de sus manos acarició la marca que había dejado en su pareja hace algunas semanas. Luego se apartó y le observó fijamente. —Parece que ya es costumbre en nosotros hacer las cosas así.

De hecho tenía razón, ninguno podría olvidar nunca las circunstancias tan desastrosas en las que comenzaron a relacionarse. Vaya destino y sus juegos.