Es bastante temprano en la mañana cuando un joven de cabello ondulando se dirige a las instalaciones de Industrias Suppasit.
Kaownah apresura su paso para llegar a su puesto rápidamente. En el camino algunos otros empleados lo saludan deseándole un buen día.El beta se acerca a los ascensores y toma uno para dirigirse al último piso del edificio, donde se encuentra la oficina de presidencia.
Al verse reflejado en los espejos de aquella cabina, nota que su traje se encuentra algo desarreglado. Al señor Suppasit no le agradan las personas desalineadas, así que rápidamente se encarga de arreglar esos detalles en él.
Cuando llega finalmente a su destino, se dirige a su puesto, que prácticamente es como un área de recepción únicamente para la presidencia. En aquel escritorio deja su maletín y luego va hacia las grandes puertas de madera pulida que dan paso a la oficina del dueño. Ingresa con cautela y deja sobre la mesa un café que compró momentos atrás en la cafetería frente a al edificio.
Se cerciora de que todo esté en orden y vuelve a salir de vuelta a su puesto.
Minutos después aparece frente a él un pulcro hombre vestido con un caro traje color gris. El hombre que fundó esta exitosa empresa.
En cuanto lo vio salir del ascensor, se puso de pie e hizo una pequeña reverencia.
—Buenos días señor.—Buen día secretario Kittipat. —Mew le devolvió el saludo mientras se dirigía a su propia oficina.
Kaownah lo siguió por detrás a la vez que le informaba sobre el itinerario de ese día.
—Y recuerde que a las dos tiene una cita con el señor Suttinut y su hijo.El alfa suspiro al oír aquel apellido, luego recordó algo importante:
—Sobre lo que te pedí ayer, ¿Lo conseguiste?. —
Mew tomó asiento en su silla ejecutiva a la vez que recargaba sus codos en la mesa y cruzaba los dedos a la altura de su mentón.El beta asintió rápidamente y rebuscó en la tableta que tiene en sus manos, abrió el archivo que consiguió la noche anterior. Dirigió su vista al alfa como para pedir autorización para comenzar a leer. Prosiguió luego de recibir la afirmativa.
—Gulf Kanawut es hijo de de los dueños de una industria farmacéutica muy grande, administrada por varias generaciones de alfas dominantes. Hace casi cuatro años su familia rompió lazos con él y lo dieron por perdido sin ningún tipo de lazo económico. Hay rumores que dicen que fue expulsado por ser un omega. —
En ese momento una sonrisa sombría apareció en los labios de Mew.
Así que un omega, ¿eh?, pensó por mero impulso.—Luego de cortar lazos con su familia perdió y vendió muchas de sus pertenecías y se mudó a un edificio bastante humilde. Actualmente está en muy malos términos con el banco, al parecer debe mucho dinero. —finalizó Kaownah.
Mew se recargó en su silla y estuvo en silencio un momento mientras parecía divagar en sus pensamientos. De nuevo una sonrisa apareció, adornando su rostro, aunque no transmitía del todo felicidad. El joven secretario parece bastante aturdido, ver a su jefe sonreír de esa forma le intimida mucho.
La voz del alfa resonó inesperadamente.
—Necesito que acuerdes una cita con esa persona lo antes posible. Este es su número telefónico. Dime cuando lo hayas hecho. — Mew sacó del bolsillo de su saco una servilleta algo arrugada que lleva un número escrito. —Asegurate de que el encuentro sea en un lugar muy lujoso. —
El secretario la tomó y volvió a dar una reverencia antes de salir de la lujosa oficina.Mew había esperado tanto por ese momento.
Gulf fue una gran piedra en su camino durante toda su escuela secundaria. El egocentrismo que este portaba le hacia querer abandonar esa cuela, pero simplemente no podía, le había costado mucho conseguir una beca para ingresar en aquel instituto de categoría.
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El Juego Del Destino | MewGulf
Fanfiction❇Omegaverse❇ Gulf está al borde de la quiebra. Necesita apoyo económico lo antes posible o de lo contrario perderá todo lo que tiene. Después de ser rechazado por todas las empresas financieras existentes, pone sus ojos sobre Mew Suppasit, el dueño...