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La reunión avanzaba con naturalidad. Los invitados comenzaban a integrase unos con otros para iniciar charlas amistosas o de negocios. Pero Gulf aún se mantiene en su mismo lugar sin socializar con nadie. Su mente divaga pensando en una forma convincente de acercarse al popular Alfa que llamó su atención financieramente.

A simple vista se ve como una persona arrogante. No parece ser del tipo que sonríe a todo mundo. Pero si se trata de una persona tan inteligente en los negocios, significa que sabe reconocer una buena inversión cuando la tiene enfrente.

Debió haber traído la muestra del supresor.

El inhibidor que Gulf fabricó resulta ser un gran avance en los medicamentos modernos para suprimir el celo de los omegas.

Estos medicamentos son hechos con feromonas alfa, lo cual ayuda a disminuir e incluso desparecer los efectos de un ciclo de celo, pero el inhibidor que creó el pelinegro está hecho con feromonas de alfa dominante, lo que no solo ayuda a contrarrestar un celo, si no que también ayuda a recuperar el nivel hormonal en omegas que lo han perdido a causa del abuso de supresores baratos.
Si hubiese tenido más fondos hubiera seguido investigando la forma en que este invento también beneficiará a lo omegas recesivos.

Si lograba atraer la atención de Suppasit, aceptaría cualquier trato a cambio de poder seguir su proyecto y un porcentaje cuando este saliese a la venta.

Quizás lo mejor sería acercase y tratar de entablar una conversación de negocios para acordar una cita donde pudiese mostrarle el inhibidor.

Luego de meditarlo y preparase mentalmente se levantó de donde estaba y caminó con seguridad hacia donde está aquel hombre. De pronto una voz resonó con ayuda de un micrófono.

El joven Win Metawin, se encuentra parado frente a los invitados para llamar su atención.

—Buenas noches damas y caballeros. Les agradezco a cada uno de ustedes por asistir a esta reunión y aportar a nuestra causa. —saludó amablemente aquel joven. —Como agradecimiento, nombraré a continuación a las tres personas que aportaron más. —

Un empleado le acercó una hoja con nombres en ella y a continuación dijo:

—Un aplauso para Briht Vachirawit, quien donó quince mil dólares a nuestra causa. Es una lástima que no haya podido asistir. — Los aplausos de invitados resonaron en el lugar.

Así que Bright había donado una cantidad así, pensó Gulf.

—Los siguientes son los señores Max y Tul, quienes aportaron diecisiete mil dólares. También un fuerte aplauso para ellos. —la pareja nombrada sonrió a los invitados.
—Por último tenemos al señor Suppasit, quien donó cuarenta mil dolares a la causa. —de nuevo resonaron las palmadas de las personas presentes.

El alfa levantó su copa en señal de agradecimiento.

Gulf quedó boquiabierto con aquella cantidad de dinero. Por alguna razón se siente avergonzado de estar parado entre esas personas. Nunca había experimentado tal sentimiento de inferioridad.

Gracias a aquellos pensamientos algo se removió dentro de sí. No podía acercarse a aquel millonario con su posición actual de pobreza. Nadie lo tomaría enserio.
Quizás si alteraba un poco la realidad podría cambiar la perspectiva de las personas.
Sería una mentira para su bien.

Luego de aquel discurso algunos invitados comenzaron a retirarse, y antes de que Mew lo hiciera, Gulf se acercó a él.

—Disculpe, señor Suppasit. Mi nombre es Gulf Kanawut. Gusto en conocerlo. —el pelinegro extendió su mano derecha en muestra de amabilidad.

El Juego Del Destino | MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora