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Al escuchar la forma en que Mild se refirió a él, no pudo evitar encogerse en su lugar.

En cambio, Suppasit frunció el ceño y su expresión relajada cambió drásticamente.

Esto no detuvo al omega frente a ellos, quien puso un folder sobre la mesa dirigiéndolo al alfa.

—Estas son las pruebas, por si piensas que miento —Mild entrecerró sus ojos y observó de reojo a Gulf; tal mirada fue muy parecida a la que le dio aquel día en la firma de contrato.

De mala gana, Suppasit tomó los papeles y observó todo con detenimiento. Tras unos segundos su ceño se relajó y una sonrisa burlona se asomó en sus labios.

Gulf, que estaba nervioso ante la posibilidad de que lo estuvieran difamando, se sorprendió al darse cuenta de que la cara de Mew cambió de tal forma.

¿Qué es lo que dicen esos papeles?

—Dices conocerme, pero en realidad no sabes nada —finalmente los ojos de Suppasit volvieron a ver a Mild.

El omega lo observó confundido, sin terminar de procesar del todo la respuesta del alfa.

—¿Qué-...

Su frase fue interrumpida por Mew.

—Realmente quería hacer las paces contigo, pero nos heces venir aquí para mostrarme una carpeta llena de la vida privada de Kanawut, esperando así que me aleje de él. Justo como quisiste desde el principio. ¿Qué debería hacer, eh?

Mild, qué estaba atónito, tartamudeo un poco al momento de contestar:
—¿Tú lo sabias?

—¡Claro!, ¿Crees que haría negocios con alguien a quién no conozco?

Mientras estas dos personas se enfrentaban, Kanawut tomó los papeles que su pareja dejó sobre la mesa y los hojeó con intriga.
Resulta que el omega de clase alta, se tomó la libertad de investigar todo sus antecedentes, como la deuda y su posición económica.

De alguna manera se relajó al saber que son cosas de las que Mew ya está enterado. Aún así, la mala sensación de ser investigado con tanta facilidad no se dispersó de él.

—¿Cómo es posible qué estés saliendo con él a pesar de su posición? -Mild parecía haber dejado de lado su orgullo, en cambio sonaba bastante devastado.

—Es porque se trata de él, no hay otra razón.

Tal respuesta hizo que un pequeño rubor se extendiera en el rostro de Gulf. El otro omega se tragó todas sus palabras y finalmente se vio expuesto y sin defensa.

Lo único que Mild provocó, fue ponerse en esta situación vergonzosa. Al final se ganó el despreció de Suppasit, arruinó el deseo del alfa por hacer las pases.

Mew quiere a Gulf, ya no puede hacer nada al respecto, más que aceptarlos. Ahora que ha perdido la cara, no es capaz de siquiera verlos de nuevo.

Impotente, le dio un fuerte golpe a la mesa, haciendo temblar los cubiertos sobre esta. Tomó sus cosas y se levantó con la misma actitud, dejando atrás a la pareja que solo observó su comportamiento en silencio hasta verlo desaparecer por la elegante puerta del lugar.

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El Juego Del Destino | MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora