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Temprano por la mañana, el dueño de Industrias Suppasit pasa por el living del edificio, acompañado por su secretario, quien le va dictando el itinerario de su pronto viaje. Su presencia temprana es un poco sorpresiva y llamativa, es imposible que los empleados no hablen en susurros acerca de su imponente y sería apariencia.

Mew es un completo misterio para mucha gente.

A comparación de otros empresarios y figuras públicas, es imposible que los medios de farándula hablen sobre él, no existe un escándalo que puedan abordar. Este imponente hombre a sabido mantener su vida priva lejos de la sociedad.

Al llegar a los ascensores revisó su reloj por mera costumbre. Dentro de poco iría camino al aeropuerto. Esta semana sería realmente atareada.

—Disculpe señor. Sobre la información que me pidió ayer... —la voz de Kaownah  lo hizo salir de sus pensamientos.

—Oh, sí. Casi lo olvido. ¿Qué fue lo que descubrió? —Mew se reincorporó y recordó la incómoda noche de ayer. La curiosidad que tiene por saber quien es el verdadero dueño de la elegante casa a la fue guiado vuelve a él.

—La dirección corresponde al único hijo de la familia Vachirawit, son dueños de una marca de ropa. Tienen varía sucursales por todo el país.

Aquel apellido resultó ser completamente indiferente para Suppasit, pero inevitablemente quiso indagar en la relación de Kanawut y esta familia.

Las puertas del ascensor se abrieron en un evidente indicativo de que han llegado a la oficina de presidencia.
El joven secretario se quedó en su puesto y Mew se abrió paso a su oficina.

Al enterar al lugar pudo observar la esbelta figura de un hombre que yace sentado sobre su escritorio, las piernas cruzadas de este individuo se ven más largas de lo que en realidad son, todo gracias a la casual y confiada posición en la que se encuentra.
El alfa sonrió con sinceridad y caminó hacia el escritorio, dejando a un lado su maletín negro.
—No pensé que venderías tan temprano a la empresa. —

—Solo vine a despedirte. Después de todo no te veré en una semana. —Mild aún mantiene su postura mientras juega con algunas cosas de la mesa.

—¿Desde cuándo te preocupas tanto por mi? —contestó Mew.

Mild soltó una pequeña carcajada, entendiendo que el alfa le había seguido el juego con comentarios bobos.
—También necesito unos documentos importantes y tu eres quien los tiene.

—Así que esa es la verdadera razón. ¿De otra forma no hubieses venido a despedirme?. —Mew hizo un expresión de desilusión.

En el exterior de su reducido círculo amistoso, Mew puede parecer un hombre arrogante y de cuidado, en realidad es un humano como cualquier otro y también le gusta entretenerse y pasar buenos ratos. Aunque estos sucesos sean realmente ocasionales. Son contadas las personas que han podido apreciar esta faceta de él.

—Sí no tuviera trabajo iría contigo hasta el aeropuerto. —Mild sonrió como de costumbre, pero sus sonrisas hacia Suppasit han empezado a guardar un sentimiento más profundo que la amistad.

 —Mild sonrió como de costumbre, pero sus sonrisas hacia Suppasit han empezado a guardar un sentimiento más profundo que la amistad

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El Juego Del Destino | MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora