El Juego Del Destino | MewGulf

23

—Tal vez no he sido demasiado claro, Gulf —Mew le observó a los ojos y no volvió a apartar su vista —. Estoy diciendo que me gustas y no puedo soportar imaginarte con alguien que no sea yo.

Gulf se quedó pasmado ante tales palabras. Sintió mariposas en su estómago a causa de la felicidad que siente en ese instante. Tal vez, tal emoción esté conectada con el hecho de que su destinado lo ha notado.

Pero hay algo que aún lo detiene.

—Suppasit, ¿Qué está diciendo? Usted está comprometido.

El alfa frunció el entrecejo y le observó con un ápice de frustración, para luego suspirar y terminar por recargarse completamente en el sillón. Justo dando esa apariencia de estar cazando e incluso un tanto estresado.

—No, Gulf. Ya no lo estoy

En el rostro del omega se formó una expresión de completa sorpresa. Realmente está curioso al respecto, pero no sabe si preguntar es lo correcto. Así que solo se acomodó mejor en su lugar, a un lado de Suppasit, y guardó silencio.

Mew recargó su cabeza en el respaldo, mientras veía el techo desgastado del lugar. Terminó por cerrar los ojos para luego volver a hablar:

—Justo hoy discutí con Mild. Me di cuenta de que ese matrimonio no nos llevaría a nada bueno y tras un momento muy incómodo, decidí ponerle fin a ello porque me percaté de mis verdaderos sentimientos hacia ti.

Gulf no sabe muy bien como debería sentirse. Han sido muchas emociones en un plazo muy corto de tiempo.

—Dime Kanawut, ¿Cómo te sientes por mí? ¿tengo una oportunidad después de todo el desastre que provoqué?

El omega se exaltó. No esperaba esa clase de preguntas siendo expresadas tan a la ligera.

Se siente un tanto mareado debido a que no sabe qué contestar. Está claro que sus sentimientos por Mew siguen ahí, pero hasta hace poco estaba decidido a olvidarlo.

—Yo... realmente me había ilusionado desde que pasamos juntos mi celo, pero luego de un tiempo me vi obligado a olvidarlo debido a tu antiguo compromiso. Estoy indeciso, ¿realmente podríamos tener algo? —se sinceró.

Mew sonrió y tras abrir los ojos, le observó durante unos largos segundos. Kanawut tiene una apariencia nerviosa, la cual le resultó extremadamente adorable.

—Gulf, ven aquí —dijo mientras extendía sus brazos.

—¿Eh?

—No te cohíbas. Ven, déjame abrazarte.

Gulf lo pensó un poco y tras unos cuantos movimientos indecisos y torpes, terminó sobre el regazo de Suppasit, quien lentamente envolvió sus brazos en su espalda. También recargó su mentón en el hombro derecho, muy cerca de su cuello.

Mew puede oír los rápidos latidos del corazón ajeno. Es un sentimiento reconfortante junto con la leve fragancia a flores que el omega despide.

—Tu corazón va rápido, estás nervioso. ¿Es tu primera vez?

—No, ya he estado nervioso antes —respondió con cierta inocencia.

Fue un segundo de silencio antes de que el alfa presionara su rostro contra el pecho de Gulf, en un intento de contener una carcajada provocada por la respuesta que recibió.

—Me refería a la situación, este tipo de abrazo.

El rostro del omega se llenó de tonos rojizos cuando se dio cuenta de lo que había dicho. Definitivamente se avergonzó en exceso y la forma en que está con Suppasit, no ayuda del todo.