El Juego Del Destino | MewGulf

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ーAh... maldición ーMew emite un jadeo profundo mientras asciende las escaleras del hotel, con el cuerpo de Gulf sobre su espalda.

El alfa preguntó en la recepción por la habitación donde Gulf se hospeda. Había planeado minuciosamente bien el emborracharlo, pero pasó por alto la condición que el omega adoptaría cuando estuviese completamente ebrio.

Al llegar a la puerta correspondiente, bajó al molesto ser humano de su espalda y pasó uno de los delgados brazos por su cuello, acto seguido comenzó a rebuscar con ayuda de su mano izquierda entre la ropa del contrario, intentando encontrar la tarjeta para acceder a la habitación.

ーja... cosquillas ーGulf habló pesadamente mientras aún con los ojos cerrados intenta apartar la mano del alfa del bolsillo interno de su saco.

Mew le observa molesto mientras sigue buscando, hasta que encuentra aquel delgado objeto dentro del bolsillo trasero de Gulf. Sin más, lo inserta en la puerta y esta se desbloquea para luego abrirse.

Sin cambiar la posición intenta arrastrar al omega dentro, pero para su desgracia las piernas del borracho pierden por completo su estabilidad y fuerza, provocando que se venga abajo. En un intento de evitarlo, Gulf se sostiene del cuello de la camisa de Suppasit, lo que hace que este se ladeé, pero el detonante fue que las piernas de ambos se enredaron, haciéndolos caer finalmente.

Al abrir los ojos luego del impacto en el piso, Mew observa un par de ojos marrones que parecen observar perdidamente lo suyos. Pero eso pasa a ser menos importante cuando se percata de que sus labios están siendo oprimidos por los del contrario. De pronto cobra completa conciencia de lo que sucede, ¡Está besándose con Kanawut!

Cayeron de tal manera que quedó sobre el cuerpo del omega, mientras este aún sostiene con ambas manos el cuello de su camisa.

Mew pudo imaginar muchas situaciones extrañas que podría vivir, pero por su mente nunca pasó algo como lo que está pasando ahora.

Luego de un pequeño transe intentó levantarse pero las rápidas manos de Gulf se lo impidieron al posarse sobre su nuca, atrayéndolo de nuevo con fuerza.

ーUhm... no te vayas ーmusitó Kanawut con ojos entrecerrados y rostro sonrojado ー. Hueles... muy bien, uhm... ーel omega acercó su rostro para poder olfatear el cuello de Suppasit. Restregó su nariz en la parte donde las feromonas son más fuertes, provocando al alfa un escalofrío que le recorrió toda la espalda.

Los ojos del alfa se abrieron desmesuradamente, y en un gran impulso se separó de Gulf bruscamente. Al ponerse de pie acomodó su ropa y observó entre molesto y desconcertado al hombre que está sobre el piso. Sin pensarlo mucho salió de la habitación. A medio camino se detuvo de golpe, algo inexplicable le remordió la conciencia y volvió al cuarto de hotel, tomado el cuerpo no tan esbelto y dejándolo sobre la cama para luego salir y esta vez cerrar la puerta correctamente. Finalmente caminó a la salida con un sentimiento que él definió erróneamente como enojo.

Dentro de la habitación, Gulf permanece en un estado de entre dormido y despierto. El aroma al que se volvió adicto momentos antes, se hizo casi imperceptible, como si alguien se hubiese llevado aquello que lo emanaba. Inconscientemente intentó volver a sentirlo con la misma intensidad. Guiándose de su olfato terminó quitándose el saco para restregarlo por su rostro, puesto que este parece haber quedado impregnado con aquella deliciosa fragancia. Esto le ayuda a satisfacer la sensación caliente que envuelve por completo su cuerpo.

Al día siguiente el dolor insoportable de cabeza más su celular sonando sin parar, fue lo que le despertó de su tranquilo sueño. Por reflejo intentó masajearse el entrecejo, mientras busca el dispositivo entre las sábanas, al encontrarlo atendió la llamada.