•Capitulo I•

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Cada siento que mi vida es un desperdicio de oxígeno para esta tierra, pero recuerdo que hay peores desperdicios de oxígeno en el mundo que aún sigue vivos como ladrones, corruptos o la periodista de exponiendo infieles y se me pasa.

No entiendo porque siento como si haya caído de 3 pisos de un edificio sobre piedras picadas, creo que bebí demasiado anoche, culpo a la maldita de Bella Swan por romper el pobre corazón del Jacob y este como pendejo no lo entiende, me dan ganas de darle cachetadas con un bate para que reaccione.

Vamos a ser sinceros, esa chica tiene problemas en la cabeza ya que le gusta un chico con problemas de seguridad y deprimido las 24/7, sumandole que doña pendeja le tiene miedo a envejecer, algo imposible de evitar a menos que hagamos lo mismo que Ban de los 7 pecados capitales o que el pelo de escoba le dé una buena mordidita.

Me siento entumecida y un poco incomoda lo cual es raro, mi cama es de pésima calidad pero no es tan dura como el piso de cemento de una calle o algo así, además no siento mi manta felpada o mi almohada de emoji de cara facherita, eso si ya me asusto así que es mejor abrir los ojos mana.

Costo enfocar mi vista porque una luz llego hasta mis ojos, tuve que cerrar los ojos y cubrirlos con mi brazo derecho, cuando ya no sentí más esa molesta luz volví a abrir los ojos solo para encontrar un techo muy diferente al de mi casa, abrí los ojos de forma desmesurada al verlo, esto no es mi casa o la casa de mis amigos, me levante un poco de mi lugar para ver alrededor

Era un lugar un poco viejo y abandonado, las paredes era solidas pero bastante maltratadas de un color parecido al gris o plomo, el techo era de un material metálico con varias tijeras de acero de gran tamaño las cuales soportaban el peso del techo de ellas colgaban varios focos de luz pero estaban apagados o no funcionaban, las columnas estaba hechas del mismo material que las tijeras repartidas en filas con 3 m. de distancia una de la otra, las ventanas estaban a 2 m. de altura, tenían marcos de hierro y no poseían cristal por eso se podía filtrar la luz de afuera.

-Donde rayos estoy?- murmure mirando a mi alrededor con el ceño fruncido, trate de levantarme para ver con mas precisión el lugar, me levante del suelo con ayuda de la pared ya que sentía un poco entumecido mi cuerpo, debe ser por la cantidad de tiempo que dormí en el suelo.

Al hacerlo me di cuenta que mis manos no era como yo las recordaba, las mías eran un poco grandes y gorditos con dedos rellenitos y medio largos de un tono bronceadito pero yendo hacia el blanco, estas eran pequeñas y delgadas y los dedos también lo era, además que eran de una palidez como la hoja de papel, hasta parecían las manos de una muñeca o una niña.

-Que mierda?- dije un poco aturdida mirando mis manos como si fueran algo raro o de otro mundo, bueno para mí lo era.

-Al fin despiertas- dijo una voz masculina a mis espaldas, rápidamente me gire para ver quién era y me ayude a responder mi dudas solo para ver algo que me hizo pensar si en verdad aun soñaba o me caí muy fuerte al suelo.

Era un chico de aparentemente 18 a 20 años de edad, cabello rubio un poco largo, facciones masculinas firmes y frías, bastante alto y musculoso por lo que veo, lo que me llama la atención es su palidez extrema y sus inquietantes; por no decir escalofriantes; ojos color rubí que parecían brillar por si solas.

-Quién eres y porque estoy aquí?- dije con firmeza pero se podía notar los nervios en ella, maldije mentalmente mis nervios de avestruz ya que tengo ganas de enterrar mi cabeza en el suelo, lo mire con cautela y curiosidad, creo que ya lo había visto en algún lado pero no se me viene a la mente donde.

-Me llamo Riley Bierns y fui quien te salvo la vida en ese incendio- dijo avanzando hacia mi persona, lo mire con rareza por sus palabras, abrí los ojos de manera desmesurada ante sus palabras, mi casa se incendió y yo no me di cuenta, no entendía mucho así que dije

-Incendio?- dije con duda ya que no sentí nada de heridas de quemaduras o alguna venda por mi cuerpo.

-Así es- dijo asintiendo a mi pregunta- pasaba por ahí cuando vi tu casa incendiándose, logre divisarte a la distancia cerca de tu cocina donde estabas desmayada por inhalar tanto humo así que te saque de ahí y te salve la vida- añadió de forma simple como si no fuera nada raro

Lo mire sin poder creer lo que decía, estaba en la cocina?, que yo recuerde me quede dormida en mi habitación, como llegue hasta ese lugar?, será que ahora soy sonámbula, lo que me falta agregar a mi lista de virtudes, además, como mierda me va a divisar si mi cocina tiene una ventana que no da hacia la calle, será que este tenía otras intenciones?, será un acosador o ladrón?, muchas preguntas para mi pobre y distorsionada mente.

Tengo varias dudas parte de las que dije, si en verdad mi casa se quemó los vecinos me hubieran ayudado y yo sentiría mucho calor aunque bebí demasiado esa noche viendo maratón de crepúsculo y…

Esperen… este hombre se parece mucho a la mano derecha de la loca de Victoria que babeaba como idiota por ella, esa pelirroja mando un ejército de neófitos para combatir contra los Cullen y los lobos en Eclipse.

No me digas que…

ESTOY EN CREPUSCULO!!!



Hola manada
Espero que estén bien
Les traigo una nueva historia de Crepusculo.
Es algo nuevo que hago así quee tengan un poco de paciencia, intentaré actualizar las demás historias en el transcurso de los dias.
Espwro que les guste, dejen sus votos y comentarios.
Un abrazo a todos

Agata🏹

SchneeflockeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora