Capitulo XXVIII

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Creo que me morí.... pero está vez es definitivo

Este lugar es totalmente oscuro, vacío e infinito quizás... No veo una pared, ventanas o alguna puerta de tela en este lugar.

Es como dije infinito.

– No jodas, esta vez Riley si me mandó al infierno – comente mientras observaba el panorama ende este lugar, aún busco algo como escape por si se aparece una araña gigante, ese mismo que le salió a Ron y Harry cuando fueron al bosque prohibido en el segundo libro, a veces pienso que esos chicos aman la adrenalina y lo ilegal.

Ustedes se preguntan siempre: ¿por qué Riley no ha sido asesinada a la Copito?

Pues bien yo se, pero tal parece que hoy se cumplió el pedido al grupo grande que ya no soportaba mi hermosa y suculenta presencia.

Solo diré que la paliza que te da una mamá cuando revisa tus calificaciones son potentes pero la poderosa, infalible y casi mortal chancla voladora es la peor y, tal parece, Riley aprendió a lanzar chanclas de forma perfecta.

Y aunque intente escaparme de ese misil con toda mi velocidad de correcaminos no pude y solo sentí como ese zapato golpeó mi cabeza desde atrás y volé

Volveré y caí por la arbolada... para luego caerme de ahí y regresar con mi amante eterno.

– Ahora se que Riley sería un buen competidor para el tiro de disco en las olimpiadas – confirme mientras sentía convencida de ese descubrimiento.

En fin, empiezo a caminar por este lugar bien raro, pero a cada paso que doy siento que no avanzó a ningún lado, veo por todos lados oscuridad.

Sienten esa sensación de que por más que camines no avanzas a ningún lado, es como si estuvieras caminando en una cinta para correr y que solo tú te mueves.

Empecé a correr para gastar más kilómetros pero no faltó, luego intente los saltos largos y tampoco funciono, hasta hice saltos de estrellas por el lugar y casi me rompo el cuello así que volví a la caminata.

En fin, cantemos por esto

– ¡Hace días perdidos! En alguna cantina, la mitad de mi alma más el quince de propina!! – cantaba de corazón en ese lugar, parecía que hay eco ya que mi voz rebota por todo el lugar.

Mi voz se escucha perfectamente desafinado como la de un gallo en la madrugada siendo un despertador, dándome algo de vida a todo ese lugar prácticamente abandonado o muerto como un cementerio a media noche.

Después de no se cuanto tiempo, dejé de caminar ya que estaba harta de no avanzar y que no sea un trabajo práctico.

– YA ME HARTÉ DE ESTE LUGAR!! YA SAQUENME DE AQUI! – Comencé a gritar por la desesperada situación que estaba, era un lugar desconocido y eso saca lo grito – SE QUE ESTAS AHI DIOS!!! AYUDAME A SALIR DE AQUÍ O QUEMO UNA IGLESIA – y pendeja de mi interior.

– Eso no ayudará a que Dios te haga caso – respondió una voz que vino detrás de mí – si dañas a una de las protagonistas quizás tengas la atención de él de arriba – volvió a decir esa voz.

Rápidamente me giré para encontrarme con algo hermoso

Era un gran oso polar parado, cuerpo era del tamo de un oso polar promedio, sus patas eran grandes y de garras poderosas pero me parecían super lindas, era cubierto de un pelaje de un blanco completamente puro como la nieve pero tenía algunos colores volando a su alrededor como luces que parecían correr a su alrededor, sus ojos eran de un color oscuro como el chocolate.

Era hermoso y daban ganas de abrazarlo

De todas esas luces aparecieron una pequeña mariposa azul que revoloteaba a su alrededor, pero no parecía molestar al gran oso.

SchneeflockeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora