SEDUCIDA POR LA MAFIA

EL VERDADERO SER DE LOS TAISHO

-¡Oh San Miguel  defiéndenos en la lucha, se nuestro amparo ante la perversidad y asechanza del demonio, Que Dios manifieste sobre el su poder, es nuestra humilde súplica y tu príncipe de las milicias celestiales con el poder que Dios te ha conferido arroja al infierno a satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén! - termino su ritual de oración antes de ir a dormir, desde que se caso no ha podido hacerlo, observo a su prima quien dormía profundamente -¡Diosito no se que hacer o que pensar, estoy tan confundida, como puedo extrañar con locura a un hombre que beso y le hizo el amor a otra mujer! - dijo rin ahogando un sollozo, para no despertar a su prima -¡Solo pienso que él, esta con ella en estos momentos, mientras yo estoy llorando como una tonta, creí que él me amaba pero no fue así solo soy otra más en su lista! - Susurro rin con tristeza mientras limpiaba sus lagrimas con la manga de la chaqueta.

Rin escucho un ruido extraño alrededor de la tienda de acampar, y todos sus sentidos se agudizaron, aunque estudio en un convento, una monja le enseño defensa personal y a estar atenta a su alrededor,  movió suavemente a su prima y cuando ella abrió los ojos le cubrió su boca mientras le hacia la señal de silencio; ambas azabaches escucharon una rama quebrarse detrás de ellas y giraron su mirada inmediatamente a sus espaldas, una sombra gigante de un animal salvaje hicieron que ellas gritaran y de un solo parpadeo esa sombra desapareciera.

-¡Kagome dijistes que no hay animales salvajes en Japón! - le reprocho rin a su prima.

-¡Y no los hay! - se defendió kagome, quien miraba alrededor

-¡No los hay, entonces que es esa cosa que deambula alrededor del camping! - gruño rin mientras intentaba controlar su ataque de pánico.

-¡Ni idea, pero mi instinto de supervivencia me dice a gritos que no lo averigüe! - le comunico kagome a su prima quien le dio un pellizco en su brazo  -¡Auch rin que demonios, ¿Te pasa?! - dijo kagome mientras se acariciaba la zona lastimada.

-¡Te aguantas kag, preguntas que me pasa! - dijo rin mientras su prima asentía sin entender el mal humor que tenia -¡Que por hacerte caso, nos hemos perdidos y seremos la cena de un animal salvaje! - grito rin muy enojada -¡Vamos al bosque, es seguro decías, No te preocupes no hay un animal salvaje en Japón decías y mira el problema en que estamos metidas, en medio del bosque atrapadas en esta trampa mortal, mientras esa cosa estará pensando cuando atacarnos! - se desahogo rin mientras su prima trataba de no reírse por el ataque de pánico -¡Y tienes el descaro de reírte, estando en una situación de vida o muerte, eres increíble kag! - dijo rin con mucha rabia por la falta de sentido común de su prima.

-¡Rin no te enojes! - dijo dulcemente kagome mientras hacia caritas de niña pequeña -¡Además me rio por ese ataque tan repentino, tu la mas positiva de la familia, esta histérica por estar dentro de una tienda de camping! - kagome observo como su prima la fulminaba con la mirada -¡Primero esto no es una trampa mortal, es simplemente una tienda, que nos esta protegiendo por el momento, si no fuera por esto! - señalo la tienda con su dedo -¡Ya nos hubiera atacado mientras estábamos durmiendo, segundo no sabemos si es un animal salvaje que tal que sea un oso amistoso que solo estaba en busca de miel y tal vez lo hemos ahuyentado con nuestros gritos! - le explicaba kag a su prima para que mirara todas las posibilidades -¡Y tercero tal vez no haya sido buena idea adentrarnos a un bosque que no conocemos, pero piensa que estamos en una excursión y lo mas importante estamos lejos de ellos! - dijo kagome con voz un poco apagada al recordar a su esposo.

-¡Tienes razón kag, perdóname por comportarme como un ogro, pero sabes que odio acampar! - dijo como excusa rin por su ataque de pánico -¡Crees que sesshomaru ya se ha enterado que nos hemos escapado de la casa! - pregunto rin a su prima.

-¡No lo se rin, tal vez estén tan enojados que es posible que nos decapite! - dijo kagome mientras exagerada su terror por los hermanos taisho -¡Lo extrañas prima! - kagome observo el gesto de rin por su pregunta, suspiro derrotada -¡Yo extraño al infantil de mi esposo, nunca pensé que existiera el amor a primera vista hasta que me perdí en esos hermosos ojos dorados y esa sonrisa de fanfarrón que hace que mi cuerpo tenga corto circuito! - le confeso kagome a su prima mientras sentía que sus mejillas se sonrojaban.