SEDUCIDA POR LA MAFIA

LUNA ROJA PARTE 2

-¡OH por todos los santos que se mueva esta Cola! - se quejaba kagome mientras estaba en la fila del baño de mujeres -¡A este paso me orinare encima antes de llegar a la puerta! - miró para todos lados para distraerse pero no funcionaba, una idea se le cruzó a la cabeza cuando vi a unos hombres hablar sobre fútbol -¡Claro el baño de hombres espero que este vacío! - comenzó a correr hacia al baño de hombres que estaban en el segundo piso -¡Porque cuando estas que te meas tienes que subir las malditas escaleras! - kagome subió las escaleras como alma que lleva al diablo, y al llegar a la puerta tocó pero nadie respondió -¡Bueno para situaciones extremas medidas desesperadas! - miró a todos lados y entró al baño de hombres -¡Oh Kami esto es discriminación porque los hombres tienen sillón y nosotras no! - kagome olvido por un segundo su urgencia de ir al baño, cuando su cuerpo se quejo -¡Espero que el sanitario esté decente! - al entrar lo encontró limpio y no orinado por todos lados menos dentro de la tasa del inodoro.

Kagome no supo cuánto tiempo pasó mientras vacíaba su vejiga, cuando escucho voces entrando al lugar -¡Que se vayan rápido! - susurro kagome sin moverse del lugar.

-¡Has visto cómo me miraba esa rubia con esas severas tetas, esta noche tendré acción! - dio uno de los hombres -¡Eso no es nada la pelirroja nalgona que auguro que puedo meterme en ese culo y hacerla gritar! - rio el otro hombre.

Kagome escucho todas las obsenidades de esos dos sujetos sobre las mujeres -¡Serán cerdos! - dijo mientras ponía atención a sus movimientos para poder salir de ese lugar, sus ruegos fueron escuchados cuando todo el lugar había mucho silencio, entre abrió la puerta el cual para su fortuna no se veían los pies y tenían buena cerradura -¡Bueno es ahora o nunca! - camino cuidadosamente hacia la salida, pero al abrir la puerta escucho unos pasos con movimientos torpes, maldijo internamente y corrió otra vez dentro del último cubículo del baño y espero el ingreso de esa persona borracho.

Una azabache había estado en todas las situaciones en su corta vida, pero nunca para una situación así pensó que era un borracho pero al agudizar su oído escucho los tacones de una mujer quien gemia -¡No no no que no sea lo que estoy pensando! - dijo sin emitir sonido y negando con frustración eso no le podía estar pasando a ella.

-¡Oh inuyasha no sabes como te he extrañado, he estado tan sola sin ti! - dijo la voz de una mujer.

-¡Permitime dudar de que has estado en sequía sin mi, kikyo además te he dicho que entre tu y yo solo habrá unas noches de sexo nada más! - dijo un hombre de voz ronca y sensual.

Kagome escuchaba atentamente la conversación de esas dos personas -¡Será un cretino pero tiene voz sexy! - se dijo kagome mentalmente -¡Es una voz moja bragas no lo niegues! - se dijo a ella misma -¡Tienes razón desearía saber si es tan sexy como su voz! - contestó a ella misma -¡Porque no entre abres la puerta para descubrirlo, nunca has visto dos personas teniendo sexo y por los ruidos que esa mujer emite el debe ser un experto en ese campo! - dijo la otra voz que estaba en su cabeza -¡Estas loca que tal si nos ven, además no soy capaz! - mordió sus uñas por nerviosismo -¡Nos permiteme corregirte soy tu, sera si te descubren quedaras como una pervertida! - dijo con burla esa voz -¡Kami me estoy volviendo loca! - dijo mientras respiraba con lentitud.

Pero un movimiento fuerte contra la puerta donde ella estaba escondida hicieron que los gruñidos varoniles junto a los gemidos de la mujer le hicieran dar un brinco de susto y de expectativa -¡Más fuerte inuyasha quiero sentirte muy adentro de mi! - dijo la voz casi sin voz al escuchar el sonido de las caderas del hombre contra el cuerpo de ella.

Estaba asustada pero no sabía si por escuchar los gemidos de esa pareja o porque esa puerta cayera a sus pies por los golpes que escuchaban -¡Date la vuelta kikyo, quiero sentir ese lindo culto que me tiene loco! - dijo mientras los pasos de los tacones daban unos pocos pasos y vio como el sacó del hombre colgaba en la puerta, eso asustó a la azabache si se caía esa persona de seguro abriría la puerta y así la descubrirán -¡Sabes cuando estuve en Alemania encontré una interesante tienda y vi un juguete que te gustara mucho! - dijo el hombre ese hombre cuando escucho como una cajita caía al suelo.