LAS PUERTAS DE CERBERO

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Kagome tarareaba una canción mientras sacaba un pequeño dulce de sus bolsillos -¡Llámame criminal, no negare que me haces quererlo todo! - cantaba mientras movía sus caderas y sus manos, dejando a los ancianos aterrados por el comportamiento tan despreocupado de la joven.

-¡Kag enserio estas molesta y que rayos estas comiendo! - pregunto rin, mientras su prima la ignoraba completamente, desde que la despertó de la trampa del bosque del deseo, el comportamiento de su querida prima había entornado en un monstruo cantante y bailarín. 

-¡Me vuelves loco, me declaro culpable en la forma en que me haces! - la azabache los miró y con sus dedos índices hizo el gesto de locura -¡Quieres robarte el corazón! - apretó su pecho y siguió caminando al ritmo de una canción que era desconocida para los presentes. 

-¡Creo que tu prima ha perdido la cordura! - dijo uno de los ancianos preocupados.

Rin solo suspiro cansada -¡Mi prima jamás ha estado cuerda! - sonrió al verla actuar como una niña de cinco años pero los rostros asustados de los ancianos la hicieron reír, como cuando era niña.

-¡Estoy comenzando a creer que la locura es de familia! - susurro el más anciano de los tres.

Rin al escucharlos trato de contener una nueva carcajada -¡Lo siento, es que cuando mi prima esta molesta conmigo hace exactamente eso! - señalo la kagome.

-¡Cantar a un ritmo inexistente! - dijo extrañado uno de los presentes.

-¡Básicamente, kagome tiene una memoria extraordinaria y puede recitar todas las canciones que ha escuchado, su lista de música es gigante! - contesto rin a los curiosos ancianos.

-¡Es sorprendente pensé que ella había perdido la locura, por estar en el infierno! - suspiro aliviado uno de los ancianos.

-¡Para nada, sospecho que si, mi prima quedará atrapada en el inframundo la echarían en menos de dos días! - dijo rin mirando como su prima movía la cabeza con una nueva canción.

-¡Parece conocerla muy bien! - sonrió uno de los ancianos.

-¡De toda la vida, ella es mi pima pero la quiero como una hermana, apesar de que este enojada conmigo! - contesto la azabache alzando sus hombros. 

-¡Señorita sospecho que el hechizo mostrado por el bosque de los deseos, fue el detonante de que ella este así de enojada! -  aclaro la actitud de la azabache ante su prima.

-¡Kagome es por interrumpir tus sueños lujuriosos! - grito rin sin importar el sonrojo de los ancianos.

-¡SIII, PORQUE DEMONIOS TENIAS QUE DESPERTARME JUSTO EN EL MEJOR MOMENTO! - grito kagome sin ningún pudor.

-¡Yo que iba a saber que estabas soñando eso! - se defendió rin.

Kagome lo pensó -¡Joder rin, no notastes como mi respiración era irregular y susurraba FUERTE Y SIN CONDÓN, no te dio una idea! - kagome negó con la cabeza, pues esas palabras no se iban de su mente, saco otro dulce y lo mordió, dando pasó a un sabor mentolado.

-¡Pensé que estabas teniendo pesadilla! - rin hizo un mojin dejando a los ancianos y a su prima sorprendidos por su ingenuidad -¡Porque me ven así! - pregunto rin extrañada. 

-¡Nunca vi a una mujer tan ingenua! - negó con la cabeza uno de los ancianos. 

Rin iba a protestar pero los lamentos de unas almas se escucharon en la mitad del bosque -¡Que son esos lamentos! - dijo rin mientras se trataba de brindar un poco de calor en sus brazos.

-¡Estamos cerca de las puertas de cerbero! - contesto uno de los ancianos.

Kagome sintió su cuerpo estremecerse nuevamente, en la misma dirección donde provenía esos lamentos -¡Joder porque a mi! - susurró mientras caminaba a esa dirección para confirmar sus sospechas.

SEDUCIDA POR LA MAFIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora