ANTE-INFIERNO

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"Que hay detrás de un demonio que nos abre sus puertas, detrás de esa cínica sonrisa, una cruda realidad se esconde, el corte de una espada a cada alma, de estas hileras sometiéndose a un castigo causados por ellos mismos, ¿Aún así no tienes miedo, en avanzar? o Piensas que el demonio somos responsables de sus propios errores".

Por DANTE ALIGHIERI modificado Por TATIANA POMBO

Ambas azabaches miraron aquel hombre de mirada carmesí -¡El placer es nuestro! - contestó kagome con ironía, ganándose un codazo de su prima -¡Digo me encanta este lugar es un sitio poco turístico en la actualidad! -  sonrió nerviosa por la mirada guasona de ese sujeto.

-¡No dejes que la entrada les diga que tan desolado es mi hogar, pues siempre recibo a mis invitados con muchos regalos! - dijo la voz sombría del pelinegro, que resonó por todo aquel valle muerto -¡Debo confesar que es tan entretenido mis patios de juegos, que nadie se ha podido ir! - la carcajada del hombre hizo que Romeo y Julieta se pusieran en guardia.

-¡Patios de juegos! - dijo rin, ante la amenaza disfrazada como broma.

-¡Si, señora Rin! - dijo aquel hombre, mirándola con fascinación -¡Sabes nunca pensé que el gran sesshomaru se enamoraría, que clase de hechizo le lanzastes, porque he enviado a mis súcubos a la tierra para enamorarlo, y todas han muerto! - las azabaches escucharon la risa más escalofriante.

Los presentes escucharon un chasquido de dedos, y desde el fondo del lago unos cráneos comenzaron a salir para hacer unas escaleras entre ellas y la gran góndola donde ese hombre, le tendía la mano -¡Vamos señoras, no muerdo! - dijo aquel  pelinegro.

Romeo se acerco al oído de kagome -¡Protejan sus anillos de boda, ellas son sus brújulas! - el susurro fue tan bajo que solo escucho kagome, al verla asentir la acompaño hasta el inicio de las escaleras de cráneos -¡Naraku, debes recordar quienes son sus esposos! - advirtió romeo. 

-¡No me des ordenes en mi propia casa! - dijo naraku con una mirada asesina -¡Lárgate, ya no eres útil! - gruño furioso por el susurro de aquel hombre a esa mujer.

-¡Crees que te tengo miedo! -  contesto romeo a naraku,  observando como la otra azabache era ayudada por su esposa. 

El enfrentamiento de miradas no pasaron desapercibidas por rin y kagome, en el corto trayecto, kagome tomó la mano de naraku para saltar del ultimo escalón hacia la góndola, rin hizo lo mismo; un nuevo chasquido de dedos, provocaron que aquella escalera desapareciera nuevamente dentro del lago, aquella embarcación comenzó a moverse hacia atrás.

Rin miró por ultima vez aquella pareja, que al  igual que ellas viajaban hacia atrás, cuando la góndola se adentro hacia la oscuridad de aquella  cueva, los  chirridos de la puerta al cerrarse las envolvieron en la oscuridad, se giró encontrando a ese pelinegro sentado nuevamente -¡Quien eres! - pregunto la azabache.

-¡Un simple demonio! - le contestó.

-¡Y ellos! - volvió a preguntar intrigada por esa pareja.

-¡Unas almas errantes! - dijo naraku, con simpleza sin hacer ninguna expresión.

-¡Debe parecerte aburrida mis preguntas! - dijo rin molesta por la poca información de ese hombre.

-¡Pues no hagas preguntas, cuyas respuestas son obvias, ex-monja! - dijo divertido aquel pelinegro.

Eso molesto a la azabache -¡Como sabes que era monja! - enfatizo rin.

-¡Yo lo veo todo, querida! - al ver la cara molesta de aquella mujer -¡Digamos que tengo un enorme televisor y cada canal puedo ver las almas de todos los humanos! - dijo naraku.

SEDUCIDA POR LA MAFIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora