Dieciséis

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— ¿Puedes ser más específica? — pidió mi novia mirándome preocupada. Ahora los tres estábamos sentados viéndonos con detalle.

— Cuando... — me detuve y tomé aire. — Hace cinco años, cuando tú y yo rompimos... — los chicos asintieron para que continuara. — Sabes que yo no tenía muchos amigos, nunca fui de tener muchos amigos, las chicas con las que más relación tenía eran amigas de Dinah y no mías. — recordé; ella afirmó con su cabeza. — Así que Dinah era mi mejor amiga y era la única persona en la que confiaba con plenitud. — aclaré mi garganta. — Entonces tú y yo rompimos y yo empecé a caer en una tristeza profunda. Creo que nunca hemos hablado de esto pero nuestra ruptura ha sido quizás lo más difícil que he pasado, y el tiempo después de esto quizás el más duro porque estaba muy triste. — vi que mostró tristeza en su rostro pero tomé su mano y besé sus nudillos para tranquilizarla. — Yo no hablaba de ello con nadie, se me hacía demasiado difícil articular palabras porque mi garganta se quebraba y era... ugh, lo peor del mundo. No hablaba de ello con nadie, a excepción de Dinah, porque era la única persona con la que me sentía cómoda de llorar y si iba a decir más de cinco palabras seguramente lloraría así que, solo lo hacía con ella. Hasta ahí todo iba bien, ella me escuchaba y me consolaba, pero un día... — tuve que detenerme para respirar un poco. — Un día le pedí que fuera a mi casa, que la necesitaba porque... estaba muy triste, más que todos los días. — ellos asintieron. — Entonces recibí un mensaje de su parte diciendo que... no tenía más tiempo para mis tonterías, que te superara ya, que estaba harta de mí.

— ¿Pero qué mierda? — dijo Lauren asombrada.

— Qué mala. — habló James con un tono suave, algo triste.

— Después de eso, Dinah nunca volvió a hablarme, cada vez que trataba de acercarme a ella en la escuela me ignoraba. — susurré. — Un día, fui hasta su casa a buscarla porque no quería perderla. Su padre, Oliver, abrió y me permitió pasar porque nos conocíamos de toda la vida, ya saben. Fui a su cuarto y escuché un par de murmullos, vi otras dos chicas con ella y... estaban hablando de mí. Ellas le decían a Dinah que yo solo la tenía como un pañuelo de lágrimas y que era una egoísta, y que además era una tonta por seguir sufriendo por ti porque... porque eras heterosexual y todo había sido un experimento para ti. — los ojos verdes cambiaron por completo, mostraban miedo. — ¿Y saben qué dijo Dinah? — reí sarcásticamente. — "Es verdad, ella es solo una niña inmadura". — la cara de ambos era de completa sorpresa e incluso molestia, pero ninguno decía nada. — Me abandonó cuando era lo único que tenía. — murmuré.

— Camz, siento tanto haberte hecho daño... sé que no tengo una justificación pero...

— No, basta, no sigas, Lauren. — interrumpí. — No es tu culpa.

— Sí lo es, no debí haber sido tan cobarde, debí pelear por ti y... todo esto no hubiera pasado. — tomó su cara entre sus manos pero se las aparté.

— Esto pasó por algo Lauren, quizás porque antes no era nuestro momento, y yo comprendí tu miedo y te perdoné por hacerme daño, aunque no haya sido tu culpa. Ahora debemos concentrarnos en eso, el ahora, porque estamos juntas y tenemos otra oportunidad. — hablé del fondo de mi corazón. La vi limpiar un par de lágrimas y tragar pesado, entonces besé su mejilla.

— Te amo. — susurró sobre mi boca.

— Te amo también. — respondí besándola.

— Joder, estoy tan solo. — escuchamos la voz de JJ y reímos suavemente. — ¿Nunca hablaste con ella? — cuestionó luego pero negué. — ¿Y ella nunca te buscó?

— Nunca. — repetí.

— ¿Y cómo lo superaste? — dijo Lauren, yo suspiré.

— Como siempre... con tiempo, lágrimas, pizza y... le escribí una canción. — murmuré.

Dream of YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora