nueve

1K 122 5
                                    

Manada

—Entraron a un asilo de ancianos y golpearon a un enfermero. ¡ Esto podría afectar el resto de sus vidas!—exclamó la madre de Lydia a los tres adolecentes.

Después de que el comisario apareciera en el asilo de ancianos, los tres adolecentes fueron llevados a la estación de policías, retenidos hasta que el enfermero decida si iba a presentar cargos o no.

—Sobre todo a ti, Malia —prosiguió Natalie— te levantarán cargos por lesiones.

—No lo golpee, pude hacerlo pero elegí no hacerlo — se defendió Malia.

—Está mejorando — dijo Lydia a su madre, Lena y Scott asintieron a lo dicho.

—Por algún milagro, el enfermero no levantará cargos, pueden marcharse — habló el comisario, entrado a la habitación.

— Que no vayan a prisión, no significa que no estén castigados de por vida —espetó la madre de Lydia mirando fijamente a su hija.

—Señora Martín — la llamó Lena— no se enoje con Lydia, fue mi idea ir al asilo y hablar con el padre del comisario.

—¿Qué tenías en mente, Lena?—preguntó ella — ¡Ese hombre tiene demencia!

—Le sorprendería lo cuerdo que está ese hombre, Señora Martín — le confesó la cazadora — hasta dijo cosas sobre usted —esto último susurrando. Lena observó que su abuelo estaba del otro lado de la habitación, al parecer era el único adulto que podía ir a buscarla, por suerte, ya que no tenía la menor idea de cómo sus padres iban a reaccionar ante tal situación.

—Vayan a casa, mañana tienen clases — dicho eso, Natalie tomó a su hija del brazo y se fueron de allí. Lena giró a ver al hombre lobo, este estaba mirando su celular, la cazadora lo notaba algo preocupado.

—¿ Qué sucede, Scott?

—Liam —dijo él, ella lo miró confundida-— ¿Te acuerdas que el tenía que cuidar a esta chica para que los jinetes no se la lleven?— Lena asintió — Bueno, no he recibido ningún mensaje de su parte y me preocupa.

Lena se acercó a él y palmeó su hombro —Todo debe estar bien, no te preocupes — trato de confortalo — Ve a tu casa, de seguro están ahí, yo hablo algunas cosas con mi abuelo y voy para allí.

—Te espero — le dijo él. La cazadora asintió y se dirigió hacían donde estaba su abuelo, este al verla se relajó, ya que temia
que su nieta haga algo para salirse de dicha situación.

Lena al ver a su abuelo, aceleró sus pasos y le dió un gran abrazo —No quiero estar en prisión, nunca— confesó.

—Esto pasa cuando no le haces caso a tu abuelo, niña — le reprochó — Un asilo de ancianos, ¿ en serio, Lena?

—No me mires con esa cara, abuelo— dijo ella, separándose de él — Por suerte no me revisaron porque llevo una daga en cada una de mis botas — su abuelo negó con la cabeza, divertido.

—¿Al menos pudieron averiguar algo?

—No, el padre del comisario tiene demencia, fue muy difícil tratar con él — su abuelo acarició su hombro —pero, dijo algo extraño, ¿sabes?.

—Es un paciente con demencia, Lena, nada de lo que diga tiene sentido.

—Pero él dijo "Vuelve con tu esposa muerta y tu hijo el perdedor" — le comentó lo que había escuchado ante de salir del asilo, su abuelo la miraba con confusión, la misma expresión que tuvo ella al escuchar esas palabras — Y lo más raro, es que creo en lo que dijo ese hombre.

Empty Eyes (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora