Empty Eyes (2)

ocho

Demencia

—¿ Allanaremos un asilo de ancianos?— preguntó, aún sin poder creerlo, Scott.

Después de haber esperado media hora por Malia, los adolecentes se pusieron en marcha e investigaron en qué asilo de ancianos estaba el padre del comisario Stilinski, después de otra media hora se encontraban frente al edificio.

—  Como si no hubieras hecho cosas peores, Scott— soltó Lena.

— Exacto, después de los encargados de Eichen, podremos con las enfermeras — añadió Malia dándole la razón a la cazadora.

Eichen House

Lena había quedado inmóvil después de escuchar el nombre de ese lugar, recuerdos de ese día la invadieron de golpe; Ella junto a Scott, Liam, Malia y Kira tratando de salvar a Lydia, enfrentándose a Theo y a su manada.

Algo no está bien, pensó.

¿ Cómo fue que convencí a Parrish de ayudarnos a entrar a la Eichen, si ni siquiera nos conocíamos?

¿ Cómo fue que salvé a Lydia, si ni siquiera sabía como lucia?

Un fuerte dolor de cabeza volvió a atacar a la cazadora, como ya era de costumbre, pero esta vez era más fuerte que los anteriores. La cazadora se tomó de la cabeza y gritó del dolor, sus piernas no pudieron sostenerla más, lo que causó que cayera de rodillas al piso.

—¿Lena? — la llamó Scott, el cual se encontraba metros más adelante que ella. La cazadora no le contestó, lo que hizo que el hombre lobo girara a verla — Oh por dios, Lena ¿Qué sucede?.

Scott se arrodilló para quedar igual que Lena, el alfa estaba realmente preocupado.
— D...duele— sollozó ella.

—¿ Cómo lo detengo? — preguntó Scott, preocupado y asustado.

— No lo sé.

— ¡Lena, Lena!— llamó una voz conocida pero que no se encontraba allí, sentía sus manos en sus hombros al igual que una extraña sensación de que estaba siendo sacudida — ¡ Lena, por favor vuelve a mi!— dijo esta vez en susurro.

De repente, el dolor de cabeza fue cesando hasta detenerse por completo, como si esa voz fuera el cable a tierra de la cazadora.
Lena empezó a ponerse de pie junto a Scott que la sostenía del brazo, por las dudas si volviera a caerse.

—¿ Estás mejor, Len? — preguntó Scott.

—Sí, no sé qué fue lo que sucedió — confesó — Ahora entremos antes de que Malia mate a alguién.

Lena y Scott entraron al asilo para así encontrarse con uno de los enfermeros tirado en el piso — Malia— susurró la cazadora mientras negaba con la cabeza, caminaron unos pasos más y se encontraron con Lydia y Malia, estas dos observaban de lejos a un hombre mayor y, al parecer, estaba solo en la habitación
—¿ Es hora de mi medicina? — preguntó el anciano apenas los vió.

—No tenemos su medicina — le contestó Malia, algo ruda. Lena golpeó su brazo.

—¿ Usted es Elías Stilinski? — preguntó esta vez Lydia, con su voz suave.

— Así es — respondió, a lo que una sonrisa apareció en el rostro de Lydia y al igual que una pequeña pizca de esperanza.

— Soy Lydia Martín, ¿ Sabe quién soy? — preguntó otra vez la pelirroja.

—¿ Debería?

—Señor Stilinski, buscamos a alguien se que hace llamar Stiles.— esta vez, fue Scott el que habló — Le decían así en el ejército, ¿ verdad?