dos

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Preocupaciones

—Muy bien, Lena, saliste genial —le gritó la chica que estaba sacando fotos para el anuario escolar.

Era día de fotografia en el Instituto, Lena se habia olvidado por completo ya que si no lo hubiera hecho hubiese solucionado el problema de sus ojeras.

Lena no pudo dormir en toda la noche, la chica habia estado investigando sobre el raro vidrio azul y, también, sobre el niño.

Bajó de la silla, necesaria para sacarse la fotografia, y se dirigió hasta la mesa en donde estaban sus amigos.

Cuando estuvo a dos pasos de llegar, alguién la detuvo.

—¿Len, podemos hablar? — Stiles estaba frente a ella, parecia preocupado y no era por lo del vidrio.

—¿Qué sucede? —preguntó con voz suave.

—¿Estás bien?

—Sí ¿por qué no deberia estarlo?

—Len, te pido que no me mientas, por favor —Stiles se acercó y la tomó de las manos —Estoy preocupado por tí.

La chica bajó su mirada hacia sus manos, que estaban agarradas juntos a la de Stiles, y les dió un apretón.

—¿Cómo has dormido? —inquirió Stiles.

—Creo que ya sabes la respuesta —dijo refiriendose a sus grandes ojeras —No dormí mucho, tuve que tomar algunas pastillas para hacerlo.

—¿Tuviste alguna pesadilla? —la mirada de Stiles reflejaba preocupación, ya que si lena tuvo una pesadilla y él no estuvo para contenerla, no se lo perdonaria.

—No — le contestó, para luego dejarlo e irse hacia la mesa donde estaban Lydia y Scott.

Lena no le habia mentido, no habia tenido ninguna pesadilla y estaba agradecida por ello.
Depués de que Lena se perdonara y dejara ir a su hermano, empezó a tener pesadillas y algunas no terminaban bien.
No las tenia muy seguido, pero siempre al llegar la noche temia por ello.
¿Por qué Stiles estaba preocupado? Pues, el chico siempre estaba junto a ella por las noches, calmandola si tenia alguna o tratando de que no las tenga. Aunque, segun lena,
no era algo de que preocuparse ya que sólo eran pesadillas.

Aunque a veces lo decia para tranquilizar a Stiles.

Lena llegó a la mesa y se subió arriba de la misma. Observó cómo Stiles queria hablar con Malia y como en cada intento le arruinaba la fotografia.

—¿Por qué todavia no lo perdonas? —le preguntó Lydia.

Scott deja lo que estaba haciendo y presta atención a las dos chicas.

—Quiero que aprenda una lección —dijo con tranquilidad.

—¿Y cuál es esa? —inquirió Scott.

—¿Si te lo digo se lo vas a decir? —Scott negó, aunque sabia que era capaz que se le escapara cuando hable con él —Bueno, quiero que aprenda a que no soy como las demas chicas, que me enojo facilmente y que si quiere dejarme lo entenderé.

—¿Lo estas evaluando?

—Creo, pero es porque tengo miedo.

—¿Miedo a qué, Len?

—Miedo a que un dia me deje, no podria soportarlo así que es mejor que sepa como soy y me deje por eso y que no sea por otra cosa.

—Ay, len, no tienes que pensar en eso —Lydia le  tomó la mano —Stiles te quiere demasiado, y no creo que te deje.

Empty Eyes (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora