Regulus caminaba por el apartamento de James con una camisa de este mismo, se había quedado anoche con él y le parecía buena idea despertarlo después de la brillante noche que le dio con un buen desayuno.Preparó unos hot cakes y dos tazas de café, llevó algunas cosas más como frutas, crema y demás que sabía que le gustaban a Potter, pasó a la habitación con la bandeja que había preparado, la dejó justo en la mesa de noche que correspondía al mayor, luego lo observó unos segundos, admiró los pequeños lunares que tenía, el tono moreno, el cabello revoltoso por su frente y bueno, James Potter era jodidamente atractivo para los ojos de Regulus y él era solo, bueno, solo una línea sin punto fijo, sin definir lo que siente ni mucho menos cómo se siente. Con miedo.
-- Hey, despierta -- Susurró cerca de la cara del otro y lo movió levemente.
-- Mmh, Regulus, unos minutos más, ven duerme conmigo -- Aún con los ojos cerrados estiró los brazos para que el otro se enredara en ellos.
-- Hice el desayuno, no queremos que los hot cakes se enfríen ¿Verdad? -- Y los ojos del otro se abrieron casi de inmediato, sonrió y negó
-- ¿Hiciste hot cakes? -- Preguntó con una pisca de ternura en sus ojos.
-- Sí- bueno, quería- ah ya sabes, agradecerte por lo de a-noche y dios, solo comamos ¿si? -- James rió y después le hizo un espacio en la cama para que dejara la bandeja y él se sentara a su lado.
-- No tienes por qué agradecer por lo que ocurre entre nosotros Reggie, ya me pagas con tus gemidos -- El pelinegro se atoró con el pedazo de manzana que comía y comenzó a toser con las mejillas teñidas de rojo.
-- Dios James estamos desayunando -- Alegó y el otro solo volvió a reír pero dejó un suave beso en la mejilla de Regulus.
Comieron entre pláticas, entre risas y alguno que otro beso torpe con sabor a miel, crema y café.
James no pasó por alto el hecho de que Regulus vestía con su camisa y tampoco el que su corazón desde hace ya un tiempo se estaba acelerando más de lo normal con la compañía del menor.
Luego de desayunar ambos se cambiaron en la misma habitación, Potter tomó la oportunidad muy bien y molestó a Regulus para que se sonrojara, le encantaba verlo así, le encantaba ver a Regulus y desde que conoce a los Black es así.
Se conocieron a temprana edad, Sirius y James entraban a la escuela "Gryffindor" quedando en el mismo curso junto a Peter Pettigrew quien no se negó a unirse al grupo y empezaron a ser los merodeadores, así bautizados por su queridísima Minerva Mcgonagall.
Cuando fue a Grimmauld Place número doce por primera vez sintió la fría mirada de los ojos de Walburga y Orion, Sirius le dijo que simplemente los ignorara, estaban bastante "idiotas" desde que decidió ir a Gryffindor en vez de Slytherin. Lo llevó hasta su cuarto pero justo antes de entrar vio a otro muchacho, un tierno niño temeroso muy parecido a Sirius, con cabello negro, ojos realmente lindos, sus facciones le llamaban la atención y el tono carmesí de sus mejillas era completamente adorable.
-- Oh, Jimmy -- Dijo Sirius -- Este es Regulus, mi hermano menor, creo que te hablé de él -- James le tendió la mano al chiquillo quien con temor la tomó.
-- Soy James Potter, es un gusto conocerte Reggie -- Dijo con una tierna sonrisa.
-- Regulus -- Respondió, con la sonrisa más preciosa que alguna vez había visto en su vida.
La primera vez que se vieron fue la cosa más mágica que alguna vez habían presenciado y cuando en una pijamada organizada por Potter donde ambos Black estaban invitados decidieron por medio de una palabrería infantil probar los labios del otro.
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𝗛𝗢𝗠𝗘 ; wolfstar ✦
FanfictionÉl, Sirius Black jamás pensó que su amada moriría entre sus brazos, jamás creyó que lo único que le quedaría de ella sería un pequeño pétalo de su amor, su hija sería la luz que lo ayudaría en aquel oscuro y frío camino. Remus jamás se sintió bien c...