XXII

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Viejo amor

Estaba decidido a abandonar mi trabajo como cazador, era inútil seguir en esto sabiendo que mi ahora pareja y yo somos dos succiona sangre, Yun me confeso que el asesinó a muchas personas, en esos instantes supe que mis teorías eran ciertas, pero renunciar sería lo mejor, me dirijo a la comisaría esperando que Conway comprenda mi situación, tendré que mentirle sin que sospeche de nuevo, Yun no esta de acuerdo pero es lo mejor. Al fin llegue, me acerque a unos oficiales, esperando me atiendan.

-Buenas tardes oficiales-.

-Buenas tardes señor Grúas, ¿a qué se debe su visita?-. Respondió un hombre con barba excesivamente poblada.

-Necesito ver a Conway, ¿se encuentra?-.

-No esta disponible el Superintendente, esta ocupado atendiendo a una persona-. Añadió el comisario.

-De acuerdo lo esperaré-.

-No es necesario, de hecho el Superintendente esta atendiendo a quien tendrá su puesto. Así que puede irse tranquilo, que usted ya no trabaja para nosotros, con permiso-. Sin decir más, salió de allí.

 -Disculpe a Volkov señor, pero fue una indicación de nuestro jefe, lo siento-. 

Los comisarios se fueron a sus actividades, quedé pensativo respecto a eso, ahora habría un nuevo cazador y espero no sea tan inteligente que yo, de lo contrario tendría que irme, llevándome a Yun obvio. Una presencia increíblemente fuerte apareció, provenía de la oficina de Conway, comencé a preocuparme sin pensarlo dos veces me encamine rápido importándome una mierda que me estuviesen gritando, ¿será en nuevo cazador? ¿estarán apunto de matarlo?; debía llegar rápido, abrí las puertas fuertemente, Conway frunció su ceño mirándome mal, la persona que estaba con el, comenzó a girarse, dejándome pasmado y pálido.

-¿Armando?-. 

-¿F-Freddy?-.

-Así que se conocen, pasa Grúas, te presentó a mi nuevo cazador-.

-¿Qué pasa chorbo? cuanto tiempo vaya, te ha crecido la barba-. Armando se adentro, quedando frente a frente de la persona que un día amó. 

-Freddy, ¿trabajas para Conway? -. Antes de que pudiera hablar, Conway hablo.

-Verás Grúas, tu trabajo fue excelente en su momento, pero no es suficiente siguen habiendo avistamientos y no he recibido ayuda de tu parte, así que tu trabajo esta echo puedes quedarte en el pueblo me importa una mierda lo que hagas, solo vete. Volkov te dará tu recompensa-.

-Escucha Armando, te veré afuera me gustaría preguntarte unas cosas-.

-D-De acuerdo-. Salió dejando a ambos hombres serios.

-¿De donde conoces a ese capullo, Trucazo?-.

-Hace mucho tiempo cuando servía de guardia, el estaba trabajando ahí en ese entonces, me sorprende encontrarlo aquí. Creí que dejaría este trabajo después de la muerte de su padre-.

-En fin, no lo corrí por ti y te explicaré porque, ese tipo esta protegiendo a un maldito vampiro y tu te encargaras de ello-.

-¿Cómo que esta protegiendo un vampiro?, que me estas contando, no creo que Armando sea capaz-.

-Créelo, te daré los detalles de esto-.

Salí totalmente confundido, asustado y nervioso, Freddy estaba aquí la primera persona de quien me "enamore" estaba ante mis ojos, pero su presencia no era la misma de antes podía jurar que se trataba de un vampiro, ¿lo habrán mordido?, como es que sobrevivió. Demasiadas preguntas y pocas respuestas, estaba saliendo del lugar cuando escuche su voz, me gire hacía el no había cambiado nada, estaba igual como el día en que nos separamos.

-¡Armando! Espera-. Troto un poco alcanzándolo y mirándolo a los ojos-. No puedo creer que estés aquí, pensé que jamás volvería a verte.

-Yo tampoco creí que nos volveríamos a ver. Me sorprende verte de verdad-.

-No has cambiado, bueno esa barba si que creció, ¿Dónde estas viviendo, chorbo? tal vez me podrías invitar una taza de té-.

-Ahhh, mejor luego te digo, caminemos, ¿te parece?-. Freddy asintió, comenzando a caminar por las calles del pueblo-.

-Dime Armando, ¿me extrañaste?-. 

Esa pregunta me tomo por sorpresa, por noches sufrí por el, extrañando su presencia, esperando algún día volver a verlo, pero ahora no necesitaba de el, mi hermoso pelirrojo se encargo de curar mi corazón. No quería lastimar a Freddy, pero debía ser sincero.

-El tema es que en su debido tiempo lo hice-.

-Supongo que te olvidaste de mi, dime ¿ya tienes pareja?-.

-Sí y debo irme ya, fue un gusto volver a verte pero en serio debo irme-.

-Escucha Armando, cuando terminé mi trabajo espero que podamos hablar más tranquilos. No durará mucho porque ya tengo en la mira a mi presa-.

-A-Ahhh si, ¿se puede saber de quien hablas?-.

-Yun Kalahari, creo que debes conocerlo-.

-¡Claro que lo conozco el no es un vampiro!-.

-Jamás dije que era uno, pero ahora me has dado una pista. Gracias por eso-.

-Me tengo que ir-.

Me di la vuelta y corrí con todo lo que pude, mi corazón latía como loco, mis manos sudaban, mi respiración era entrecortada, quería llorar, gritar, huir y no saber más de eso. Pero debía proteger a Yun, no podía permitir que le hicieran daño, debíamos escapar se que Freddy me esta ocultando su nuevo ser aun que el debe saber lo mismo de mi, es mejor largarnos antes de que esto termine mal. Llegué a casa, buscando por todas partes a Yun.

-¡Yun!-.

-¿Qué pasa, Armando?-.

-Y-Yun, debemos irnos ya-.

-¿Qué te pasa, estas bien? de que hablas-.

-N-No tengo tiempo de explicarte debemos irnos, por favor-.

-No iré a ninguna parte hasta que me expliques-.

-Yun por favor no tengo tiempo para explicaciones, avisa a los chicos-.

Estaba como loco, su respiración era agitada, me comenzó a asustar por lo mencionado, ¿Irnos? de que hablaba, iba y venía empacando cosas, los chicos llegaron preguntándose el porque de su actitud, el solo les daba ordenes diciendo que teníamos que partir ahora, llamaron a la puerta y su palidez creció comenzó a temblar y volteo a verme, jamás había visto esa mirada.

-No abran la puerta, Yun prometo explicarte pero ahora en serio debemos irnos-. Tomo su mano, suplicándole con la mirada.

-Me vas a explicar ahora mismo, ¿Quién demonios es?. Abran la puerta-.

-¡No!-. Corrió pero Lamar fue más rápido, dejando ver al pelinegro de hace unos minutos-.

-Yun este hombre busca a Armando-.

Freddy entró, me miraba fríamente y Yun no se quedaba atrás, este era el momento menos esperado, debía tomar a Yun y escapar ya necesitaba respirar y sentir alivio, ahora mismo solo estoy asustado, no quiero perder a Yun a mis amigos, quiero vivir en paz por un momento en mi vida, alejarnos de los problemas tomar su mano y llevarlo conmigo lejos donde pudiera protegerlo.















































Se acerca el fin...

Carencia de alma (Yunando) FINALIZADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora