Intentar algo
Después de estar en casa de Yun todo el día, me dirigía a la mía debía contarles lo ocurrido y darles la noticia, caminaba embobado por las calles del pueblo, mirando a las personas alegres atendiendo sus negocios o charlando, me sentía feliz, jamás me había sentido así en mi vida, supongo que después de todo existe un final feliz para mi. Llegue al fin, toque la puerta unas tres veces, Manolo me recibió.
-Buenos días jefe, alguien no durmió muy bien, ¿verdad?-. Se hizo aun lado para que pasara con su sonrisa picara y alzando las cejas.
-Que dices Manolo, ¿Dónde esta, Tonet?-.
-No traté de cambiar la conversación, cuénteme que sucedió, ¿ya son novios?-.
-No Manolo, solo le confesé lo que siento por el y el a mi-. El recuerdo del pelirrojo llego a su mente, sonrió y sintió un vació llenar su pecho, de algún modo lo extrañaba y necesitaba estar con el.
-Que romántico jefe y por lo visto se la pasaron bien. Ojo a esas mordidas...-. Manolo sintió terror al presenciar aquello, pues sabía lo que era Yun, volteo a ver a Armando asustado, pidiendo una explicación con la mirada.
-Tranquilo Manolo, ya se que te estas preguntando pero estoy bien-.
No tenía el valor para confesarle mi verdadero ser, no quería que se asustara ellos son mi única familia, antes de que Manolo pidiera más explicaciones, Tonet llegó, un suspiro de alivio salió de mi, ahora tenía que pensar en lo que dijo, ¿Novios? no sabía con exactitud lo que significaba eso, tener a Yun como mi pareja sería estupendo, ¿el querría?
-Joder... mi cadera-.
-Vaya que la pasaste bien anoche Yun-.
-Calla gilipolla'-. Tomo asiento en un pequeño sofá.
-¿Nos vas a contar de tu nueva pareja?-.
¿Pareja?, ahora que lo mencionaba, jamás había tenido una, no había experimentado esa sensación, ahora puedo confirmar que em bello, pero ¿Armando estaría dispuesto? ahora que mi mente lo recuerda, como lo extraño. Espero que cruce mi puerta y me diga que sea su pareja, un sueño adorado, inconscientemente me sonroje, Juanjo de dio cuenta, comenzando a reír.
-¿de qué te ríes, maricon?-.
-No, no, el maricon eres tu-. Se giro y comenzó a correr por toda la casa.
-¡Ven acá que te lleno de hostias cerdo!-. Siendo perseguido por Yun.
Compartí un pequeño almuerzo con los chicos, pensando en que hacer con Yun y conmigo. Ahora que se la respuesta a mis dotes, tengo un poco de miedo, cuando estoy cerca de el salen al parecer, espero que siempre sea así, en cuanto a Yun, debía visitarlo y saber lo que el quería, así que me despedí de los chicos y salí rumbo a su casa.
-Yun, por favor solo era una broma, vamos. Escuchaste eso-.
-No quieras cambiar de tema, sal de ahí-. Juanjo estaba escondido debajo de la cama, la puerta principal sonó, alertando a ambos y obligándolo a salí.
-Yun es Armando-.
-Gracias Lamar, hazlo pasar a la biblioteca. Bueno Juanjo supongo que dejaremos esto para después-. Acomodo su saco y salió corriendo al lugar antes mencionado. Se paro en frente de las puertas, nervioso por saber quien estaba detrás, suspiro, acomodo su cabello y entro.
-Buenas tardes Yun-. Armando se dirigió a el, tomando su mano y depositando un suave beso en ella, notando el color rojizo que se formaba en las mejillas del contrario.
-H-Hola, Armando. No seas maricon y bésame bien-. Se lanzó a el, abrazándolo por el cuello, hundiendo sus labios en un relajante beso.
-Te extrañe Yun-.
Escuchar esas palabras salir de sus labios, me encantaba, besarlo era una sensación preciosa, sentir la calidez de su presencia me llenaba, el acariciaba mi rostro, beso mi frente y me abrazo, hundí mi rostro en su pecho, no era una anomalía que fuera más alto que yo, me sentía seguro con el, me enamoraba su voz, ya no podría seguir explicando por que lo amo, porque son tantas cosas.
-Yo a ti Armando, ¿a qué haz venido?-.
-Vine porque no soportaba estar sin ti un segundo más-.
-Pero si ayer estuvimos casi todo el día y te fuiste en la mañana-.
-Ya, pero también es porque necesito preguntarte algo-.
-Sentémonos y dime, ¿Qué pasa?-.
Llegó la hora, era el momento y la situación adecuada.
-Yun, tu, b-bueno, a ti te, espera-. Se maldijo mentalmente, suspiro y lo soltó rápido.- ¿Te gustaría ser mi pareja?-.
-Armando, yo-.
-Si no quieres no, es solo que...-. Yun lo detuvo golpeando su brazo-. ¡Hey!-.
-Sí quiero, ¡pero yo quería pedírtelo maricon!-. Se cruzo de brazos indignado, pero armando sonrió aliviado, yendo a abrazar por la espalda al contrario.
-Muchas gracias Yun, de verdad me has hecho muy feliz, no te enojes por favor-. Yun intento seguir enojado, pero el abrazo y esas palabras tiernas, lo obligaron a voltearse, mirando a los ojos a su ahora "pareja", parándose de puntas y besando sus labios.
Me había ganado en la propuesta, pero que más daba ya, ahora podía llamarlo como mi pareja, nos separamos del beso y abrazados, comenzamos a sonreír como tontos, me perdía en sus labios, sus facciones tan perfectas, el completamente el me llenaba.
-Quiero que vivas aquí Armando, puedes traer a tus amigos y quedarse, ¿Qué dices?-.
-Gracias Yun, pero no quiero ser aprovechado-.
-Nada de eso, quiero que vengan aquí-.
-De acuerdo Yun-.
Su generosa propuesta no podía rechazarla, tendría a este hermoso pelirrojo siempre cerca de mi, ahora es mi pareja y miles de sentimientos llegan a mi corazón, tengo una inmensa necesidad de estar siempre con el, no dejarlo ir, protegerlo, mimarlo y alabar su belleza, me completa tanto, me hace sentir mejor persona he incluso siento que mi felicidad se expande como rayos, mis manos posadas en sus mejillas, susurrándole lindas palabras, notando su sonrojo, son una vista increíble.
-Por favor no te alejes de mi jamás Armando-.
-Tranquilo, que estoy lo suficientemente enamorado de ti, como para abandonarte, no resistiría tenerte lejos de mi-.
Me sentía vulnerable si el no estaba cerca, soy un monstro pero con sentimientos, necesito a ese pelinegro a mi lado para vivir, es como si fuera la ultima gota de sangre que necesito beber para vivir, no quiero volver a estar vacío, quiero su presencia a mi lado, su cuerpo cerca del mío, sus bonitas palabras llegar a mis oídos como melodías sonoras y deleitantes, escuchar de el que me ama.
Remin
Feliz día de la mujer 💜
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Carencia de alma (Yunando) FINALIZADA
Acak-Soy solo un ser maldecido a no ser feliz, pero aun así, deseo amarte. -No opinarias lo mismo si supieras, que soy... un vampiro. Un hombre, fuerte y maldecido, el mejor cazador de monstruos de la ciudad, llega a un pueblo, Los Santos, sin saber que...