Archie
—Entonces —empiezo a hablar y me aclaró la garganta, interrumpiendo a Beridet. —Rose... Me cree muerto.
La noticia me sorprende un poco, pero no lo suficiente para olvidarme del hecho que me dejó por otro hombre. No estuvo pendiente a mi salud y en cuanto supo que yo no volvería a ser el de antes, me consiguió reemplazo. Podría entender su deseo de continuar con su vida, lo que me reventaba era el tipo que buscó.
—Sí, —responde Beridet bajando el rostro— ella se fue con Izan y regresó tiempo después.
—Se fue con Izan —insisto—mi supuesto mejor amigo, el miserable que por mucho tiempo fue la piedra en nuestra relación. Rose insistía que eran solo amigos y que todo era producto de mi mente.
Que a días de mi accidente se hicieran novios, estaba todo claro, ya se entendían de tiempo atrás, me vieron la cara de imbécil por mucho tiempo. Se fue con él por casi dos años, al regresar quiso verme. Mi madre se lo impidió y aunque acepto lo que hizo fue un poco cruel, sé fue por mi bienestar. Hoy estoy en pie sano, gracias a mis padres y todo lo que hicieron por mi recuperación.
Todo lo demás carece de importancia, mi madre jamás sería capaz de dañar a Rose o hacer algo que la perjudique. De verla en esa época, tendría que saber que estaba ya de novio de otro y que ya no me amaba.
Gracias a la decisión de mi madre, hoy día estoy sano, me concentré en mi recuperación y no pensé en nadie más. También conocí a la mujer que dentro de unos días sería mi esposa.
—Archie... —quiere seguir hablando, pero me conoce lo suficiente para saber que no necesito conocer nada más.
Lo que importa es que ella es feliz al lado de Izan y yo lo seré al lado de Beridet. Cualquier cosa que haya ocurrido antes, en o después de nuestra relación, realmente no tiene importancia.
—Bien, —interrumpo —ya me has contado la verdad, asi que, no hay excusas para no casarnos — me observa con ojos alegres y le devuelvo la sonrisa. —dijiste que tenías algo muy importante que decirme, amor ya lo has dicho.
Habíamos planeado la boda cuando yo saliera del hospital y eso se dio hace un par de días. Mi adorada Beridet, daba una excusa tras otra para dar las fechas. Desesperado, pues creía no era amado con la misma intensidad que yo la amaba, decidí enfrentarla. Supe que hace unos días y cuando mi madre hablaba con el doctor Doyle se enteró que Rosé me creía muerto. Mi madre le había negado el acceso a verme cuando la vio de novia de Izan.
—Creo que es necesario ... —tomo sus manos y la acercó a mí.
sus excusas con un beso, porque no me interesa lo que Rose hizo o dejó de hacer. Beridet es mi presente y Rose mi pasado, un pasado maravilloso del que tengo bellos recuerdos, que debo dejar atrás. Nada de lo que me diga cambiará mi amor por ella, mi decisión de casarme, pasar el resto de mis días a su lado. Que mi futura esposa me dijera la verdad, aún con el temor de perderme hacia que la amara aún más.
El beso toma terrenos intensos y subo mi mano por su falda, al tiempo que escucho sus gemidos lentos en mi odio y bajos por que no deseamos atemorizar a nuestros padres. Se aleja agitada sonrió al ver sus labios hinchados, respiración irregular y pupilas dilatadas.
—Ella debe saber la verdad, tienes que escucharla o no estaré tranquila... No es justo para ella Archie. —suelto el aire frustrado.
Es un amor de persona, rostro y mente de ángel, no obstante,
inflexible cuando se trata de ser justo, ese era la futura madre de mis hijos y me sentía orgulloso de tenerla a mi lado. No cederá en ello y quizás no entienda que no le guardo mayor rencor a Rose. Pasé momentos maravillosos con ella, no se odia a quien se amó de la manera en que yo amé a Rosé. La única herida que tengo abierta, es que se hiciera novia y pensara en casarse con el hombre que siempre dijo no tener nada. Que no se preocupara por mí o por mi salud, durante mi convalecencia y me buscara reemplazo rápidamente. Me hizo a un lado, cuando ya no le servía buscando a alguien sano.
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Una Rosa en mi Invierno 2
RomanceLibro 2 Saga Doyle. Gino Doyle, es el primogénito del mayor de Doyle, próximo a ser el custodio del castillo cuya leyenda les precide por más de 10 siglos. . Una ex dolida, un enemigo al acecho y su más grande afición destrozada le traen ciertas c...