Una Rosa en mi Invierno 2

Capítulo 26.

Gino

-Estoy por creer que la historia de esos cuadros es falsa Gino, no nos decepciones -habla Frank el mayor de los ancianos y mi padre lo observa impasible.

-Fui claro, una vez los chicos se casen lo mostraremos -responde con una calma que envidio.

Gino Doyle-Turner no se deja provocar, al insinuar que las fotografías pueden ser falsificaciones y que deber ser mostradas para verificar su autenticidad. La sala amplia con una mesa en el centro y los doce de siempre, los mismos que se niegan a aceptar deben entregar el control a mi padre.

De mi parte he decidido estudiar las leyes un poco más, acepté estar a cargo de la destilería y a las demás sedes, mi padre y tíos estarían pendientes de recibir todo, una vez reciban las pinturas. El desastre que ha sido su administración, porque si se niegan a entregarlo es porque no han administrado bien las finanzas.

-El museo de Londres los entregara junto con el certificado de autenticidad. -habla papá y todos callan.

Me limito a ser un espectador en esa reunión como en las otras tantas de tener que hablar no diría nada bueno a esos miserables, parásitos y chupa sangre, que han vivido por años de nuestros bienes. El sentimiento de fastidio es mutuo, por lo menos seis de ellos mira en mi dirección con el mismo amor que yo los miro.

-Necesitamos respuestas -dice otro y resoplo -han sido casi un siglo a cargo, no nos pueden tirar asi no más.

-Espero se hallan llenado los bolsillos...

-Gino -me reprende mi padre y sonrío a manera de excusa, no pude evitarlo en realidad.

Viendo sus caras entre indignadas y asustadas me dice que algo extraño hay en esa administración. En lo que sigue de la reunión me trago mis pensamientos y opiniones, decidiendo no intervenir. Muy seguramente cuando yo esté al frente esos doce ya sean alimentos de los gusanos.

-No tienen que venir todos los días a decir lo mismo, mi respuesta será la misma. -creo que la paciencia de Gino Doyle está por perderse pienso sin dejar de ver a todos - Se procederá tal cual lo dicen nuestras leyes, esas mismas que ustedes insisten en que mi hijo es demasiado joven para hacerlas cumplir.

-Y no mentimos, tiene tan solo 28 años. -insiste el vocero del grupo y los demás guardan silencio.

-Gino será mi sucesor, cuando yo muera-sentencia y todos guardan silencio -Rueguen que no sea pronto y solo cedí por que está de acuerdo en que debe empaparse aún más de las leyes. Tambien por el proceso de entrega de todas nuestras posesiones ameritaran de su ayuda y de todos mis hermanos.

-Hablaremos de entregar cuando estén las pinturas y la firma lo orden.

Suficiente, grito exasperado al pedir excusas pues esta discusión es un círculo vicioso. Siendo yo el encargado no hubiera alertado y solo cuando los putos lienzos, con sus garabatos pintados estuvieran en mi poder, lo sabrían. Salgo de la sala y voy directo al ascensor con un dolor de cabeza en aumento. Mañana me casaré y mi relación con Rose, es cada vez peor.

Los espacios de descansos me permiten pensar en lo que sería mi futuro, mi inminente boda con una mujer que quiere a otro. Apoyo mi espalda en las paredes del ascensor y paso las manos por mi rostro con brusquedad, Archie tenía razón, sobre nuestra familia y sus extrañas leyes. Me duele que ella se sacrifique solo por agradecimiento, justo ahora que se supo la verdad de ese accidente y que Archie descubrió su esposa la engañaba. Ella podría ser feliz al lado de ese hombre.

Flashback

Salgo con mi padre de la oficina rumbo a casa, cuando recibo el mensaje de los Todt. Estuvimos todo el día reunidos con los miembros de la familia, mi padre había anunciado que los cuadros perdidos fueron hallados y serían entregados en uno días. La gran mayoría recibió la noticia de manera satisfactoria, fue el anciano Frank, el de siempre, que no le gustó esa noticia. Eran él y sus padres y abuelos quienes por años han tenido las tierras que nos fueron quitadas. Los mismos que convocaron a esa reunión y que no me veían como una persona apta para mi cargo.