Los Lupin y las bodas

500 46 14
                                    

Los primeros meses del nuevo año habían pasado tan rápido que fue difícil notarlos, en un momento hacían falta tres meses para una boda y al siguiente quince días.

Para Tonks planear su boda fue algo muy divertido, no había podido hacerla con la primera, pero ahora sí, probó al menos diez pasteles distintos, tomo veinte copas diferentes de champán (comenzó a hablar alemán fluido después de la numero trece), y se midió dos vestidos antes de dar con el correcto, además su estado de ánimo estaba increíble después del primer partido de Quidditch de la temporada, Teddy seguía sin permitir un solo punto y la buscadora de Gryffindor había estado fuera para ese partido, fue una derrota aplastante para el equipo de su esposo.

Pedirle a Penny que sea su dama fue lo más sencillo, la invito a la casa y mientras cenaban pizza con vino se lo pregunto.

"Te habías tardado en preguntar", contestó Penny lanzándole una mirada divertida.

Para Remus planear su boda fue tan estresante como la primera. Además de lidiar con muchos pasteles y bebidas que sabían a lo mismo, estaba el resentimiento de su equipo con su buscadora, Amor había faltado al juego sin dar explicación alguna, Remus entendió que mediar a un equipo completo era muy exhausto, casi tan exhausto como leer las cartas que los padres y personas del ministerio le mandaban todos los días.
La meta de Remus era pasar desapercibido y ahora el tema de su boda aparecía al menos una vez al mes en los periódicos mágicos.

Justo después de terminar con el club de duelo, salió de la escuela y se apareció en la casa de Bill y Fleur,

-¡Remus! Pasa, pasa -Bill siempre tan alegre.
-Gracias, ¿dónde están los niños y Fleur?
-Hay mucho silencio, ¿he? -dijo Bill con su sonrisa apuntando al sillón cercano-, fueron con mi madre a conseguir algo para la boda.
-Oh sí, la boda. Que bueno que sacas el tema -Remus se retorció incómodo en el sillón-, hay algo que quiero preguntarte.
-Dispara.
-Yo me preguntaba, si a ti te gustaría... si no te molesta, claro. Bueno, sí tú quieres...
-Si sigues dándole vuelta al asunto creeré que estás a punto de proponerme que nos escapemos juntos, Remus.

Remus comenzó a reírse e inmediatamente se relajó, es verdad, era algo muy sencillo.

-Gracias, pero no gracias. Quiero que seas mi padrino, tienes que decir que sí.

Bill se levantó de golpe dejando a Remus solo en la sala de estar. No pasó mucho antes de que Remus lo siguiera hasta la cocina donde Bill escribía una carta muy apresurado.

-¿Qué demonios haces?
-Escribo una carta para burlarme de George.

Remus apoyo su cabeza en el muro más cercano, una segunda boda furtiva ya no sonaba tan mal plan.

Los menos estresados por la boda eran los chicos.

Teddy había se sentido extraño después del último partido, la gente lo comenzaba a tratar diferente, las chicas de su grupo le sonreían aunque no fueran de su casa, los prefectos no lo regañaban y algunos alumnos de grados avanzados le regalaban cosas después de sus viajes a Hogsmade, todavía no sabía con certeza si eso le disgustaba o le agradaba, pero de algo estaba seguro, para Amor y sus amigos, seguía siendo el mismo chico que pasaba el mismo tiempo en el campo como en la biblioteca.

-¿Quieres una varita endulzada?
-No gracias, tus admiradores me dan miedo.
-Amor, nadie vendrá a envenenarme.
-¿No te molesta que siempre hay alguien viéndote?
-No -Teddy levando la vista de su libro y susurró aún más bajo-, soy metamorfago, cuando me abruma la gente simplemente me cambio la apariencia, nunca me ha fallado.
-Tienes suerte que sólo yo puedo olerte.
-¡Cuándo dices cosas así tú me das miedo!

Luna de colores: La familia en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora