Teddy y su primer día

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Remus estaba sentado en la mesa, con la vista clavada en el periódico. Los chicos peleaban por la tostada más suave y Tonks pudo notar como la línea del entrecejo de su esposo se volvía cada vez más pronunciada.
-No lo puedo creer-dijo lanzando el periódico a sus piernas.
Los chicos no estaban acostumbrados a ver qué Remus se alterará a menos de que la luna estuviera cerca.
-No vamos a pelear más-dijo Hope.
-Era un simple juego, papá -dijo Alastor.
Incluso Tonks se veía asombrada por la reacción.
-¿Qué pasa?
-No es por la tostada, chicos. Lo lamento -se frotaba la cara con las manos-. Es Harry.
Tonks tomo el periódico que Remus le ofrecía, en uno de las páginas se veía con letras grandes:

POTTER, HACIENDO SU VOLUNTAD O TRABAJANDO DE VERDAD.

Por Rita Skeeter.

Al parecer el Rita se las había ingeniado para conseguir una fuente confiable que aseguraba que Harry Potter quería reformar las leyes injustas para los Hombres lobo, con ayuda del ministro actual. El problema era que uno de los aurores que pensaba que los hombres lobo no son más que escoria, tuvo la valentía de decirlo en voz alta, lo que ocasionó un enfrentamiento entre dicho auror y el jefe de seguridad mágica. Ambos habían sido suspendidos por tres días.

-Ire a verlo hoy, no puedo dejar que haga esto -Remus se vía furioso.
-No lo suspendieron a él, no pueden suspender al jefe de seguridad mágica -dijo Tonks lanzando el periódico lejos-. Conoces a esa Rita, la mitad de lo que dice puede y será una mentira.
-No quiero que se meta en problemas por mi culpa.
-Cariño, no me lo tomes a mal, pero esto es más grande que tú -Tonks le lanzó una mirada a los chicos para que subieran a alistarse.
-¿A qué te refieres? -Remus miraba su reloj-. Apresurense muchachos, hoy me toca a mí.
Los chicos asentían corriendo fuera de a la escalera.
-Mira la vida que tienes, una bella e inteligente esposa, tres hijos hermosos, un trabajo y casa estable, ¿cuántos hombres lobo crees que tengan esa suerte?
Remus no tenía las palabras correctas para responder, agradeció en silencio por tener a Nymphadora.
-Tienes razón, pero Harry...
-Harry no es un niño y defenderá sus convicciones y creencias.
-Que afortunado soy de tenerte -dijo dándole un beso en la mano.
-Por supuesto que sí -dijo victoriosa.

Los platos se comenzaron a fregar solos y diez minutos después los chicos ya estaban listos.

-Que tengan buen día mis niños -Tonks los apachurraba contra su pecho-. Nos vemos en la escuela, lobito.
Le dió un pequeño beso a Remus y salió por la puerta.
-De acuerdo, chicos -miro su reloj una vez más-. Andando.

Los gemelos y Remus aparecieron en el Caldero Chorreante, las puntas verdes de Alastor y los ojos que Hope llevaba púrpura desaparecieron.

-Buenos días familia Lupin -dijo Hannah Abbott.
Hannah era la dueña del caldero chorreante y esposa del maestro de herbología Nevielle Longbottom.
-Buenos días -contestaron los tres.
-Profesor, los chicos se parecen tanto a usted, y la niña, hermosa como la profesora Tonks.
-Muchas gracias. Disculpa que no nos quedemos, pero vemos un poco tarde -le extendío la mano y se despidieron para salir a tomar un taxi muggle.

Con Remus siempre llegaban justo a tiempo.

-Disculpenme por lo de la mañana. Que tengan un buen año.
-Te amamos -dijeron los chicos al mismo tiempo y le dieron un beso en cada lado de la cara.

Remus se escondió en el callejón más próximo que encontró y giro sobre sí mismo para aparecer a la entrada del colegio. Camino directo al gran comedor, muchos chicos de años mayores lo saludaban, incluso se topo con peeves.

-¡Un hombre lobo! Todos, por Merlín, ¡UN HOMBRE LO...! Oh, es solo Lupincito.

Tonks entraba al gran comedor como todos los días, su túnica negra con destellos de muchos colores ondeaba de la manera más icónica posible, saludo a la mesa de los tejones antes de sentarse a desayunar en su lugar habitual, al poco tiempo Remus ocupada la silla a su lado izquierdo.

Luna de colores: La familia en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora