Los Lupin y el juego muggle

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-Remus -dijo Tonks entrando a la sala.
-Mande -dijeron los tres hombres al mismo tiempo.
-¡Ja! Que chistosos, que bueno que hay tres porque es hora de desgnomar el jardín para la noche que vengan los demás.
En realidad Tonks iba a buscar a su esposo porque quería palomitas muggles, pero ya entrada en el papel de madre, lo aprovecho.
-¡Hope, cielo! -Remus gritaba escaleras arriba.
-Mande papá -Hope bajaba a toda velocidad hasta llegar a los brazos de su madre.
-Les enseñaré como desgnomar el jardín a ti y a tus hermanos, andando.
Los chicos salieron entusiasmados, siempre habían querido aprender a lanzar gnomos.
-¿Eso era lo que querías decirme, amor? -dijo Remus antes de besar los labios de Tonks.
-No, en realidad quiero palomitas, pero me pareció buena idea lo de los gnomos -Tonks hablaba mientras le hacía cariños en la barba.

Desgnomar un jardín era sencillo, hasta que tienes tres hijos completamente diferentes, y en especial cuando uno de ellos tiene un gran amor por las criaturas.
-Los chicos están muy callados -dijo Remus que había entrado a la casa por un poco de agua.
-Eso es inusual, iré a verlos -Tonks estaba haciendo una lista de las cosas que faltaban para la cena.

La ex auror llevaba la varita en la oreja, caminaba sin hacer mucho ruido hasta que salió al jardín.
-¿Pero qué pasó aquí?
Teddy tenía una de sus manos en la nariz y la otra tratando de alcanzar a su hermano, Alastor tenía el labio hinchado y como cuatro gnomos en cada mano, Hope los separaba con las manos en el pecho de cada uno hasta que vio a su mamá entrar.
-Edward lanzaba a los gnomos con mucha fuerza -gritó Alastor.
-¡No lo hacía! -respondió Teddy.
-Yo solo quería desgnomar -Hope bajo los brazos.
-¿Y se pegaron? -Tonks encendía su cabello poco a poco lo que hizo que sus hijos se tranquilizaran de inmediato.
-¡Él empezó! -dijeron ambos al mismo tiempo.
-¡No me importa quién empezó! He venido a terminarlo. Disculpense con el otro, ahora.
Los chicos se miraron, seguían presentes las emociones de la pelea, pero ver a su madre enojada era algo que evitaban a toda costa.
-Perdón -dijo Teddy tendiendo la mano que tenía desocupada.
-Lo lamento mucho -contestó Alastor soltando un par de gnomos para estrechar la mano de su hermano.
-Ahora, Edward, que nos digan que no les duele no necesariamente significa que sea cierto y Alastor, papá a hecho esto mucho tiempo y tu abuelo era un especialista en criaturas, puedes creerle si te dice que no les duele.
Remus se enteró poco después de la pelea, ahora por lo que restaba de vida Alastor y Teddy cortarían el césped, regarían las plantas y desgnomarian el jardín. Hope que no había hecho nada se ofreció a ayudarlos siempre y cuando no tenga que levantarse temprano.

La familia completa llegó junto con la noche, habían ido a la casa de los gritos para festejar la llegada de la carta de Teddy, como toda las veces Arthur había llevado su carpa para que todos estuvieran cómodos en el jardín.
Todos los chicos estaban entre sus respectivos padres, George, Angelina, Bill, Fleur y Remus con Tonks estaban justo a la mitad, en la cabeza de la mesa estaba Arthur y en la otra Kingsley.
-Vamos, Al. No me digas que tienes miedo -decía Fred frente al chico de cabello castaño.
-¡Miedo es mi segundo nombre! Justo entre Orión y Alastor.
-Ya habíamos hablado de esto -susurro Hope al oído de su gemelo.
-De acuerdo, vamos a jugar pero futbol americano.
-¿Qué? -Fred como todos los Weasley habían sido educados en casa y no sabían nada de los deportes muggles.
-¡Teddy! -grito Alastor.
Teddy estaba entre su padrino y su tío Draco hablando sobre escobas.
-¿Qué pasa? Se estaban peleando por quién me compraría mi escoba -dijo cuando llego a un lado de sus hermanos-. Si no estoy ahí se van a matar.
-Explícale a Fred sobre el futbol americano, por favor -dijo Hope.
Las pláticas de la mesa se detuvieron, Teddy sintió como las miradas se posaban sobre él, muy pocos sabían sobre cosas muggles, Arthur que era como su abuelo lo miro casi subiéndose a la mesa.
-Vamos Teddy, cuéntanos, es muggle, a que sí. Que ingenioso, que ingenioso.
-Bueno, es un deporte que se practica en Estados Unidos más que nada.
-¿Cómo supiste de él? -preguntó Tonks.
-En la escuela hay una familia tan grande como la de nosotros que viene de América, son los Hatfield. Norman, mi mejor amigo tiene primos en todos los cursos y jugaban en el recreo, a nosotros nos invitaban y ahí aprendimos.
Alastor y Hope asentían confirmando.
-Se necesita una pelota especial -continuó Teddy-. Es un equipo grande y es de contacto.
Explicó lo más claro posible y todos parecían entender.
-Pues vamos a jugar -dijo George de una vez.
Edward sería capitán de un equipo y Alastor de otro.
Estaban formados los equipos, uno frente a otro, se habían reunido a platicar la estrategia y ahora estaban todos expectantes de lo que pasaría a continuación.
A Teddy no se le escapa una, vio la mirada que Alastor le dió a Fred, sabía que lo haría correr. Cuando el juego empezó Alastor se hizo para atrás y Fred corrió inhumanamente rápido, nadie podía alcanzarlo, Teddy sabía que la única posibilidad era atrapar la pelota en el aire, su hermano Alastor había lanzado la pelota con una fuerza descomunal para sus cortos ocho años, tenía un brazo increíble. Teddy saltó y atrapó la pelota en el aire cayendo sobre su rodilla viendo la cara decepcionada de Fred, le lanzo un guiño y corrió al lado contrario, vio como Hope se acercaba a derribalo, pero solo se rió, Hope era dos años menor y además una chica... o eso creía, dos segundos después Teddy estaba con la cara aplastada en el campo, Hope había hecho que cayera como un diente de león.
-¿Qué demonios? -dijeron Remus y Tonks al mismo tiempo. Ellos, que también estaban jugando, no se habían movido. El lanzamiento de Alastor, los reflejos de Teddy y la fuerza de Hope, los tenía atónitos.
-Eso niños estarán en sus equipos más rápido que nadie -dijo Harry emocionado-. Y Fred, por Dumbledore, no había visto a nadie tan veloz como él.
-Dora esos son tus genes, porque yo soy un desastre para los deportes.
-Cuando nos conocimos no podía correr sin tropezar, ¿no crees que nos cambiaron a los niños en el hospital?

El juego terminó en empate y con los gritos de Andrómeda y Molly para que se sentaran a comer de una buena vez.
Victorie que comía a un lado de Hope dijo que sería bueno que se jugará todos los años, como una tradición, Teddy la apoyo de inmediato con gran entusiasmo.

Luna de colores: La familia en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora