Los gemelos y sus héroes

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Los gemelos estaban sentados codo a codo en sus pupitres. La escuela muggle a veces podía ser muy aburrida.

-De acuerdo chicos, ahora para el festival de la próxima semana -dijo la maestra anotando en el pizzaron-. Que les recuerdo que es solo para padres de familia -esto fue directamente para los Lupin-. Hablaremos de los héroes, héroes de guerra, héroes de la vida cotidiana, héroes de todo tipo, tienen que buscar a un héroe de la comunidad y traerlo, el día del festival expondrán frente a los padres a su héroe.

Los gemelos alzaron la mano al mismo tiempo.

-¿Cualquier persona?
-Sí -dijo la maestra-, solo tienen que explicar por qué lo consideran un héroe.

El timbre sonó y mientras recogían sus cosas, tenían tiempo, ese día Remus pasaría por ellos y siempre llegaba cinco minutos tarde.

-¿Ya sabes de quién lo harás, Nym?
-Sí, ¿y tú?
-Sí.

Remus esperaba por ellos en el portón.

-Llegaste temprano.
-He traído el coche, esas cosas si no se usan se pueden descomponer.
-¿Cuándo me enseñarás a manejar?
-Hijo, primero tienes que cumplir la mayoría de edad.
-¡Faltan ocho años, papá! Puedo lucir como alguien mayor si eso es lo que deseas.
-Buen intento, pero no, ahora suban, y díganme qué tal la escuela, ¿cuándo es el festival?
-Este viernes, papá -dijo Hope.
-La maestra ha dicho que es solo para padres, ya sabes, después del año pasado que vino hasta Hagrid.
-Y que el abuelo Arthur no paraba de asombrarse por todo.
-Estaran muy decepcionados de no poder venir -Remus miraba a sus hijos por el retrovisor del coche-, ¿y este año de qué se va a tratar?
-De héroes -dijeron ambos al mismo tiempo.
-¿Qué vamos a comer? -se apresuró Hope para cambiar el tema.
-Comeran con la abuela Dromeda, me ha dicho que no compremos nada, ha cocinado.
-Muero de hambre -dijo Alastor cambiando su aspecto a un chico desnutrido.
-Dramático -dijo Hope pegándole en el brazo.
-Sí, soy yo el que no quiso comer porque su hamburguesa tenía tomate y casi llora -contestó devolviéndole el golpe.
-¡No llore!
-¡Dije casi!
-Suficiente o estarán castigados -dijo Remus calmado-, dejen de pelear, ahora no olviden nada, vamos que la abuela espera.

Remus cargaba las mochilas de sus hijos mientras subian por las escaleras hasta su departamento.
-Papá.
-Si corazón.
-¿Me puedo quedar con el gato al que le damos de comer?
-No -dijo Remus sonriendo-, tiene dueño.
-No es uno muy bueno, Lyall tiene razon -dijo Hope-, podemos hacernos cargo de él.
-Alastor, ya tienes una lechuza, un escarbato, un sapo y ahora quieres un gato, pronto no habrá espacio para nosotros -dijo Remus abriendo la puerta del departamento.
-De acuerdo -dijo Alastor tirándose en un sillón boca abajo.
-Que dramático -dijo Hope tirándose encima de él.
-No se pongan cómodos, tenemos que ir a casa de abuela, ¿quién será el primero?

Luego de otra pequeña discusión por quién sería el primero, llegaron a casa de Andrómeda Tonks. Después de comer los chicos se clavaron en la mesa del comedor a hacer su tarea y no se levantaron hasta terminarla.
El viernes llegó y Guardián esperaba en la mesa del desayuno.

-¡Lyall, date prisa!
-¿Qué pasa? -dijo Alastor llegando a tropezones.
-Carta de Teddy.
-Abrela, Nym, ¿qué esperas?

"Mucha suerte, le he pedido a papá que los grabé para que pueda ver la presentación. Los extraño chicos.

Besos, Teddy"

-Será una lastima que no vaya.
-¿Quién? -dijo Tonks entrando a la cocina.
-Teddy, nos ha mandado suerte.
-Ya solo faltan unos meses para vacaciones, cachorros. Ya pronto lo verán.
-Buenos días, familia Lupin -dijo Remus repartiendo besos-, tenemos que darnos prisa.

Luna de colores: La familia en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora