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Hoy es mi día.

Hoy es mi cumpleaños 21.

Esta fecha que tanto me hacía ilusión en el pasado, ahora me genera mucho estrés y temor.

Arriba de mí he escuchado mucho movimiento, como de personas entrando y saliendo desde temprano, creo yo.

Tengo mucha curiosidad por saber que pasa arriba, pero encadenada no tengo movilidad alguna para poder espiar por la pequeña rendija de un lado de la pared.

Por esa diminuta rendijita entra un débil rayito de sol que ha sido mi única alegría en los pasados meses.

Pasos se vuelven a escuchar arriba, algunas cosas se caen.

Después se oye un golpe sordo contra el piso que me hace brincar de lo fuerte que se escuchó.

Un día me desperté sobresaltada con un pensamiento fatídico para mi.

Ese pensamiento ha rondado mi mente desde ese momento.

Si algún día por alguna extraña razón ese hombre de arriba falleciera lejos de su casa o en su casa...

Que me pasaría a mi?

De cualquiera de las dos formas yo moriría en este sótano debido al  hambre, frío y sed.

Por eso es un alivio cuando escucho que quitan los candados de la puerta.

Las pisadas fuertes de Rey suenan en los escalones de madera al bajar.

"Princesa, es hora de tu baño para que disfrutes de tu día especial!"

No tengo idea de que cosa me haya preparado, pero es un alivio para mi quitarme el grillete de mi tobillo y sobarme un poco esa zona de mi piel lastimada.

Pero solo un poco porque me duele, pero el frío me cala más.

De su mano subo las escaleras con unas pantuflas de conejo rosa que me trajo para esta ocasión.

Cuando subimos no encuentro nada diferente en la casa que haya ameritado todo el ruido que antes escuché.

"Primero te daré un baño para dejarte completamente limpia, tu ropa ya está en el baño."

"Date prisa para comenzar tú celebración."

"Una celebración que ambos disfrutaremos, te lo garantizo princesa."

Trato de imaginar que es lo que pasará más adelante pero no tengo ni la mas mínima idea de a qué se refiere este hombre.

Una cosa me llama la atención.

Se rasuró la barba completamente y mi manita tiene vida propia cuando  acaricia su mejilla y mentón delicadamente.

Rey esboza una sonrisa y me mira mientras termina de llenar la bañera y me dice.

"Te gusta como me veo así princesa?"

"Si Rey bastante, jamás te había visto sin barba."

"Que bueno que te guste, lo hice para ti."

Lo hizo para mi?

En verdad?

Vaya eso si es un buen detalle.

Lo que dice a continuación me sorprende, pues tengo permiso de bañarme sola.

Me alegro tanto que incluso salto de felicidad.

Me detengo cuando miro la expresión de Rey seria y algo enfadada.

"Pensé que te gustaba que te bañara princesa..."

Dulce JuguetitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora