"Por favor papi."
Ruego al anciano de forma dulce para que Mi Rey pueda quedarse conmigo.
O con nosotros, en la cama.
Los tres.
"No."
"Rey Séptimo debe supervisar las remodelaciones del nuevo club Royal."
Miro con ojos suplicantes hacia el anciano Reynard para que se apiade de mí.
"No me importa cuando supliques, princesa."
"Él deberá..."
Una luz parpadea en este maldito lugar, provocando que Reynard me aparte antes de salir de la habitación.
"Cuídala por mí."
"Prepárale la cena."
Reynard sale de la habitación maldiciendo.
"Que sucede?"
Me atrevo a cuestionar, pero Mi Rey se dirige hacia la cocina en silencio para, efectivamente, hacerme de comer.
"Quédate aquí."
Obedezco su orden sentándome en la cama.
Miro atentamente todo en esta habitación...
Todo es impersonal y está hecho un desastre de libros, más libros y papeles regados por todas partes.
"Princesa..."
La voz de la niña me sobresalta, pero logro no gritar cubriéndome la boca con la mano.
"Por aquí."
Sé que no debo confiar en estos malditos niños, pero que opción tengo ahora.
"No tenemos mucho tiempo, así que gatea conmigo."
De acuerdo...
Eso es nuevo para mí, pero lo hago.
Me coloco de rodillas para abrir más la pequeña puerta que esta oculta detrás de una pila de libros que son falsos...
Como si hubiera sido creada para este fin.
"Date prisa."
Sigo la voz de la niña hasta que estamos de nuevo arriba, en la casa.
"Elizabeth."
Abro lo ojos demasiado cuando escucho mi nombre!
"IRIS!"
"Dios mío!"
"Como es posible?"
La abrazo con tanta fuerza como puedo.
Ella me devuelve el abrazo y eso me hace sollozar de felicidad.
Mi amiga ya no está bajo el influjo de la mierda que le dieron Sofía y Lorraine
"Estás bien?
"Cómo pudiste escapar?
"No pude hacer!"
"Todos nos engañaron!"
Iris me mira con ojos demasiado expresivos y cargados de lágrimas.
"Podía verte..."
Comienza diciendo mi amiga.
"Podía verte en esa maldita reunión..."
Oh por dios!
"En verdad?"
Cuestiono a mi amiga ya que eso significa que los demás...
"Entonces, los demás también podían verme?"
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Dulce Juguetito
RomanceSoy su posesión.... Soy un juguete para su perverso placer. Pobre de mi. En silencio albergo la esperanza de algún día devolverte todo lo que me hagas.