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Las manos del practicante rodean mi torso delgado para pegarme a su cuerpo.

Su otra mano esta sobre mi carita forzándome a que lo bese.

Y no ha parado a intensidad de sus embestidas dentro de mi.

Yo solo cierro los ojos e intento irme a otro lado.

Pero no puedo evitar que mi cuerpo sienta placer, aunque mi mente grite que no debería de sentir nada.

"Tan jodidamente perfecta Rey!"

"Eres un puto afortunado!"

El practicante redobla sus embestidas y me aprieta con fuerza enterrando sus dedos en mi piel delicada.

Seguramente me dejará marcas rojas que tardarán días en sanar.

Marcas que Rey tal vez quiera extender a todo mi cuerpo.

"Ah si, maldición, carajo...estoy por...aahhhhh...!"

Mi boca jadea y deja salir unos pequeños gemiditos.

De pronto grito porque siento que el practicante hunde sus dientes en mi espalda.

"Oye, no la marques viejo!"

Rey, que estaba acariciando el cuerpo de fresita deja de hacerlo.

Se levanta y empuja a su amigo quien sale fuera de mi.

"Relajate Rey, solo le dejé un pequeño recuerdo mío."

"Un regalito de mi parte para ella por haber sido tan complaciente y buena..."

El practicante se ríe de forma horrible mientras que choca la mano con Rey.

Jadeando por aire le dice.

"Es la mejor cogida que he tenido con un juguetito."

"Ni siquiera los dulces juguetitos del psicópata del Chef son tan deliciosos para poseer!"

"Ahora veo porque está tan desesperado por comprarte a tu bella princesita Rey!"

Rey golpea con su puño la cara del practicante, quien cae al suelo escupiendo sangre.

Sigue desnudo y la escena es bastante retorcida.

Yo me puse apresuradamente mi sudadera para tapar mi cuerpecito magullado.

Fresita me extiende sus manos y ambas nos abrazamos mirando consternadas lo que pasa con los hombres.

"Pero que carajos te pasa Rey?"

"Como te atreves a golpearme cabrón?"

"Esto lo sabrán los demás integrantes!"

El Practicante se levanta y escupe hacia los pies de Rey la sangre que todavía brota de su boca.

"Solo dije la verdad!"

"El Chef se enamoró de tu pequeño juguetito y lo quiere solo para Él..."

"Y ahora comprendo porque."

"Princesita, tu lo vales!"
Eso me lo dijo mirando a los ojos directamente.

Tanto fresita como yo nos hacemos ovillo contra la cabecera de la cama abrazandonos fuertemente.

"Vístete y lárgate ya de mi casa!"

"Esta es la última vez que te dejo entrar o que mencionas a ese bastardo en presencia de mi Princesa!"

El practicante recoge su ropa y entra sin prisa al baño para cambiarse.

"Princesa, lamento lo que escuchaste, no le hagas caso."

Dulce JuguetitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora