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"Princesita, entra ya!"

Fresita tira de mi brazo para que ambas podamos entrar en el  consultorio.

"Pero Rey..."

"Que pasara con Rey?"

Un pensamiento me golpea como un rayo de luz.

Si estamos siendo atacadas por algo, podemos intentar escapar lejos de Rey.

Y si Rey sale herido y no puede perseguirnos...

Seremos LIBRES!

"Fresita, debemos huir cuanto antes de este lugar!"

"Rey me mostró por donde podemos escapar!"

Fresita me mira con ojos muy abiertos.

"Lo dices en serio Princesita?"

"Podemos escapar de este lugar?"

Me apresuro para poder abrir el pasadizo de escape que Rey me indicó antes.

"Si, andando!"

Tomo la mano de la niña para que salgamos hacia nuestra libertad.

Un horrible estruendo se escucha en la casa.

Los vidrios del consultorio explotan en mil pedacitos.

Algunos son lanzados con fuerza sobre nosotras.

Yo cubro con mi cuerpo a fresita.

Ella ya está demasiado lastimada para sufrir mas heridas dolorosas innecesarias.

"Princesita...tu...me protegiste?"

Después de terminar de gritar y apretar a la niña contra mi pecho pequeño, ella me susurró.

"Ya no debes de sufrir más, recuerdas?"

"Vamonos ya!"

Pasos de hombres se acercan con rapidez hacia donde estamos nosotras.

Puedo escuchar disparos!

Rey grita algo y...

No...

Puedo ver a la maldita doctora pasar por fuera del consultorio!

Si ella nos captura, estamos muertas!

"Corre!"

Agarro la mano con fuerza de fresita para instarla a correr.

El frío piso húmedo se pone algo resbaladizo.

Por lo que debemos de ir un poco mas despacio de lo que quisiéramos.

Las explosiones, gritos, disparos y demás alboroto rebotan en el eco de esta pasadizo levemente iluminado por algunas pequeñas lamparitas.

El suelo se sacude, sacudiéndonos también en el proceso.

"Fresita, apresurate!"

La niña no dice nada.

Se levanta del suelo donde cayó para tomar mi mano de nuevo.

Estamos cerca de la salida.

Puedo ver las luces de casas a lo lejos.

"DETENGANSE AHORA!"
Grita un extraño a nuestras espaldas.

"CORRE!"

Susurro hacia fresita para que se de prisa.

Deslizo la rejilla que separa este pasadizo con la libertad, pero...

"PRINCESA!"

Puedo ver que el hombre sostiene a fresita por un pie.

Dulce JuguetitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora