Dulce Juguetito

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Como va esa frase para referirse a una situación que crees que ya viviste?

Ah si...DEJA VU.

Así es como me siento en este momento, pues recuerdo que Iris me dijo algo parecido cuando Rey...

MI PUTO REY se despidió de esa maldita réplica mía para salir de la casa Real antes de que intentaramos "derrocar" a los Reales.

"No tenemos mucho tiempo antes de que la energía regrese, así que te diré que haremos."

De pronto algo como unos lentes muy pesados se colocan sobre mi cabeza y ojos.

Entonces veo lo que sucede a mi alrededor.

"Son lentes de visión nocturna."

Los gritos de los médicos y de la puta doctora resuenan en todo el lugar.

Creo que tambien escucho a Reynard y Mi Rey gritar desde sus habitaciones.

Los que dejaron de quejarse fueron Reginald y Hendrick.

"Tu ocupate de tu Rey."

Tomo en mis manos mi escalpelo, pues en cuanto tenga cerca a alguno de esos putos médicos le haré el corte más profundo que pueda en la garganta.

"Desatalo y llévalo de regreso al santuario."

"Yo tengo que asegurar la habitación de Reynard para que no pueda salir."

Veo a Iris quien tambien tiene puestas estas gafas de vision nocturna.

Ella ahora se ve tan decidida como yo estaba antes...

"No hagas ruido."

Claro que no lo haré.

Pero si tengo muchos mas cosas que hacer y no son precisamente las que me dijo Iris...

"Andando."

Corro descalza por este lugar para acercarme hasta la habitación de Mi Rey.

"QUE CARAJOS SUCEDE!"

"Como es posible que suceda esta falla en la energía en este preciso momento!"

"Que alguien lo resuelva enseguida."

Grita Mi Rey con evidente enfado enmascarando su miedo

Los médicos estan abrazaditos todos esperando que los asesine...

Pero primero Mi Rey.

"Quien está ahí?"

"IDENTIFÍCATE!"

"Doctora, es usted?"

Mi Rey resultó ser un niño llorón en esta situación!

Tomo el pequeño frasquito debajo de mi lengua para abrirlo con cuidado.

Dejo que la gota resbale en los labios de Mi Rey antes de colocar mi mano sobre su boca ruidosa para decirle...

"SSSSHHHH..."

Mi Rey deja de pelear e intenta mirarme, pero el supresor de conciencia es milagroso en verdad.

Solo un momento más y deja de retorcerse y hablar.

"Buen chico."

Lo felicito antes de cortar con el escalpelo todas las ataduras que lo tienen sujeto a la silla.

"Quien está aquí?"

"Rey Séptimo te encuentras bien?"

La puta doctora entra en la habitación tanteando el piso con sus pies y moviendo sus brazos por todos lados para no golpearse con lo que esté delante.