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Caminar hacia el baño es una verdadera tortura pero tengo que hacerlo porque no me gusta eso de orinar en esa cosa llamada comodo, que de comodo no tiene nada.

Despacio, lentamente, de la mano de la enfermerita, que se ha vuelto mi amiga inseparable en estos meses pasados camino dando pasitos pequeños.

"Despacio, no hay prisa, si llegamos, solo es una corta distancia."

"Si pero tengo ganas y me duelen aun las costillas."

"Es un bruto mi jefe, no te preocupes, pronto sanaras, eres tan joven..."

Me mira extraño, como si fuera ternura mezclada con maldad quizás...?

Eso quiero, es lo que he querido, sanar y mejorarme, pero a la vez tengo miedo...

Miedo de que si sano por completo Rey de nuevo me vuelva a poseer como lo hizo antes.

En estos meses pasados, no se cuantos porque no tengo ni siquiera un reloj ni calendario a la mano para cuantificar los días como antes podía hacerlo en mi "habitación" rayando en las paredes disimuladamente para poder llevar la cuenta de mi encierro.

Estos meses pasados han sido los mejores y mas terribles de mi encierro aquí, con Rey.

Rey siempre esta conmigo por las mañana y las noches, se encarga de bañarme con cuidado, de cepillarme el cabello gentilmente, con delicadeza extrema.

Me ha regalado más ropa bella, más playeras de moda enormes que uso encima de los vendajes que tapan por completo mi tórax morado, verde, rojo, azul, negro, de tantos moretones que tuve.

Tengo permitido verme al espejo, puedo maquillarme con el maquillaje que me trajo la enfermerita, mi amiga, quien jamás me ha dicho su nombre.

Ella me dijo que Rey le tiene prohibido decirme su nombre, donde vive o algo personal de ella.

No se porque pero trato de comprender.

Ella tampoco me pregunta nada y cuando le cuento que quiero escapar tan pronto me recupere ella siempre me mira intrigada y me pregunta.

"Porque querrías dejar a mi jefe si es un adonis en este planeta y lo tienes vuelto loco por ti?"

Quisiera creer que ella piensa que Rey siempre es dulce y amable como lo ha visto en estos días dándome gelatina en la boca o crema de chayote, pero no.

Yo se que no, conozco su lado terrible, su lado oscuro, el lado que a nadie mas muestra me parece y solo padezco yo en silencio, en completo y absoluto aislamiento.

"Hola Princesita!"

Rey...

"Hola Rey."

Mi cabeza cae cuando casi iba a llegar al baño y ahora no tendré oportunidad de usar el baño, Rey siempre me obliga a usar esa cosa horrible de metal.

"Casi llegas mi princesa, yo la ayudaré enfermera, tu prepara sus alimentos."

La chica quita su mano de mi mano solo cuando Rey me sostiene por la cintura y me ayuda a llegar al baño porque hace que camine un poco mas rápido debido a su fuerte agarre.

"Rey no puedo hacer del baño si estas tu aquí..."

"Oh lo siento, lo siento, esperaré por ti afuera."

Esto es una gloria y un triunfo personal que se me deje sola unos pocos minutos para que pueda orinar en el baño.

Como es que algo tan tonto y sencillo como esta acción me devuelve algo de dignidad?...no lo se.

Dulce JuguetitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora