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"Pero que bellas ayudantes tienes Greta."

La voz del doctor Reginald resuena en la habitacion de las cortesanas haciéndome brincar debido al susto.

En que carajo momento llegó este doctor a la casa que no lo escuché?

"Permíteme Elizabeth."

El doctor habla mientras me quita los vasos que sostenía con la mano.

Los cuales estuve a punto de tirar debido al susto.

"No quise asustarte muñeca."

"Me disculpo."

Greta termina de acomodar la almohada de la ultima cortesana para que el doctor pueda revisarla cuando habla.

"Parece que el ratón les comió la lengua!"

"Donde están sus modales muñequitas?"

Las cortesanas emiten un "buenas tardes doctor" en voz baja.

"Buenas tardes doctor."
Saluda Iris fríamente.

"Me asustaste."

Le reprocho al doctor quien esboza una sonrisa.

"Quiero presentarles a mi colega, el doctor Stone."

Otro hombre aparece detrás del doctor.

Apuesto, tranquilo y ataviado con traje gris claro de tres piezas, corbata azul oscuro y camisa blanca.

Su cabello oscuro es impecable y su angulosa cara tiene una sombra de barba recién afeitada.

"Es un placer conocerte, Elizabeth."
Me saluda el doctor Stone.

Su voz me deja totalmente asombrada!

Como es posible que tantos hombres tengan estas voces tan fuertes, asperas, profundas, tan magnéticas y varonilmente sensuales?

Incluso creo que se parece un poco a la voz de Rey!

El doctor Stone esboza una sonrisa que se cuela en mi interior y me sorprendo sonriendo repentinamente.

"Hola Iris, mucho gusto en conocerte."

Iris intenta hablar, pero al igual que yo, no podemos!

Miro fijamente al doctor Reginald quien esta ataviado con su traje azul oscuro, su camisa inmaculadamente blanca y su corbata negra con pequeños puntos blancos.

Su cabello peinado, su colonia dominándome.

Todo en estos dos doctores es peligrosa perfección.

"Doctores revisen a las muñequitas en recuperación, por favor."

La voz de Greta me saca del trance en el que estaba sumergida.

Las frutitas!

Ahora recuerdo que ellas estaban esperando a los malditos chicos para las tontas citas!

Casi corro hacia la sala esperando no ver una orgía o alguna dominación tipo BDSM pero cuando llego ahí...

Las chicas están sentadas en los largos sillones, con un chico a su lado manteniendo una distancia prudente.

Las manos de los chicos están sobre sus piernas y todos hablan en voz baja.

Música instrumental se escucha en el ambiente y de vez en cuando una pequeña risita o el sonido de las tazas interrumpe esta paz.

"Oh Elizabeth, que bueno que llegas!"

Logan está sentado en una silla vigilando a las parejitas que charlan.

Dulce JuguetitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora