21; envidia.

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Conforme el paso de estos últimos tres días, Jimin estaba consiguiendo lo que creía imposible: llevarse bien con Yoongi. Y aunque no fuera algo en lo que un muchacho de quince años debía centrarse, a Jimin le emocionaba mucho que pudiera acercarse cada vez un poco más a quien era su interés en este momento, y no hay que malinterpretar, si bien Jimin estaba comenzando a conocerse a sí mismo como cualquier otro adolescente, también estaba cuestionándose qué era exactamente lo que quería con Yoongi. Porque si bien al principio había sentido cierta atracción por el mayor, tal vez no había nada más allá que eso, atracción, y no la que típica atracción física, no, tal vez lo que le atraía de Yoongi era la manera tan peculiar en la que pensaba, o incluso los comportamientos bipolares que llegaba a tener. Al final Jimin estaba comenzando a concluir que lo único que sentía por Yoongi era interés, interés de conocerlo, de ser su amigo. Aunque también tomaba en cuenta mucho sus sentimientos empalagosos hacia el mayor, o aquellas fantasías que se hacían entre ver de repente en sus sueños.

Por su parte, las cosas en la escuela parecían ir normales, eso sí, los rumores de que Jungkook y Yoongi salían resonaban en sus oídos todo el tiempo ya que las chicas de su clase no tenían de otra cosa de que hablar más que de Yoongi y Jungkook.

Sus notas habían subido, y cuando obtuvo sus calificaciones no pudo evitar agradecérselo infinitamente a Yoongi, había pasado las evaluaciones con resultados increíbles, tanto así que algunos de los profesores lo felicitaron por su gran cambio para bien, y bueno, no pudo evitar agradecerle a Yoongi cada que podía. Gracias al mayor ya no iría a los tediosos Hawongs horribles, ahora ya podría regresar a casa temprano y sin preocupaciones de por medio.

Y ahora, simplemente estaba viendo un maratón de películas con Yoongi en su habitación, como sus padres habían vuelto hace tres días digamos que la privacidad se había ido junto con su tía Jeongyeon, pues su madre había regresado aún más extrovertida e imprudente tras el viaje a China, y aunque no le molestaba en lo absoluto, a veces incomodaba que su madre llegara de la nada e invadiera su habitación preguntando solamente por la hora justo cuando en ciertas ocasiones traía el móvil en la mano. Pero qué podía hacer al respecto, tal vez madres como la suya hay por todos lados.

Al sentir un peso en su hombro fue que salió de su cuento de hadas, y un exquisito aroma a lavanda inundó sus fosas nasales. Terminó por suspirar como un acto involuntario sólo para deleitarse más con aquel suave aroma que el mayor poseía.

No tuvo que hacer mucha cabeza para saber que Yoongi se había quedado dormido, pero para confirmarlo giró su cabeza con Yoongi para ver al mayor que definitivamente ya estaba en el quinto sueño, respirando tranquilo y dejando sus finos labios entreabiertos, sus largas pestañas y su cabello cubriendo parte de sus ojos cerrados. Era lindo ver a Yoongi dormido, y Jimin podría decir con seguridad que el rostro dormido de su bipolar chico lindo era una de las cosas más hermosas que ha visto en su corta vida. Fue muy desafortunado que tuviera que fijarse en alguien como Yoongi, y que le haya tomado tanto interés y cariño en tan sólo un mes, sabiendo que faltaban no más de tres meses para que el chico lindo desaparezca de su vida. Pues Yoongi estaba a dos días de irse de su casa, a tres meses de graduarse, y entrar a la universidad. Jimin volvería a estar solo.

Una mueca se formó en los labios carnosos del menor y un suspiro pesado salió de su nariz. No podía creer que en todo este tiempo estuvo siendo un idiota con Yoongi, ¡dios! Hasta el mismo chico se lo dijo una vez. Sí, fue un idiota y no debió tratarlo de esa manera, y ahora que se estaba disculpando le quedaba sólo un último fin de semana con el mayor. Desaprovechó muy mal el tiempo, y ahora ¿qué podía hacer?

Otro suspiro salió ahora de sus labios y decidió apagar su televisión para después recostar a Yoongi en la cama, tomando el delgado cuerpo como pudo y acostándolo en el colchón, cubriendo con las mantas hasta la cadera de el más alto.

I want you - JimSuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora