I want you - JimSu

14; querer.

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Un día como hoy cada cierto tiempo, había mucha actividad en la escuela por parte de los alumnos.

Yoongi y Jimin habían olvidado por completo aquella regla de los tres metros y caminaban al lado del otro hacia la escuela, mientras el mayor tenía una cara de preocupación y su semblante era entre serio e inquieto, Jimin sonreía ampliamente disfrutando de aquel tranquilo y buen inicio de semana. El fin de semana Yoongi le había ayudado a estudiar ya que hoy comenzaban los exámenes y aquellos momentos que compartió junto a él fueron los mejores que había vivido con una persona por mucho tiempo, estudiaron de una manera bastante entretenida y gracias a ello se sentía orgulloso de su conocimiento y podría apostarle a cualquiera que en estos exámenes sacaría buenas notas como en la secundaria. Podría llegar a ser nuevamente el orgullo de sus padres y si ese llegaba a ser el caso se lo agradecería mucho a Yoongi, su chico lindo.

También en ese fin de semana comenzó a pensar mucho en aquellos celos sin explicación que había tenido cuando Yoongi salió con Jungkook, tenía claro que no le agradaba el mejor amigo de este pero lo que no entendía era por qué ponerse celoso. Al final, se dió cuenta que estaba volviendo a lo que temía, le estaba sucediendo lo mismo que había pasado con Jeongyeon. Comenzaba a sentir aquella sensación de egoísmo, sabía perfectamente que Yoongi no era un juguete o siquiera un objeto, pero tan sólo pensar en él quería hacerlo suyo y proclamarlo como tal se sentía bien aún cuando en realidad no era así.

 Es difícil de explicar sin que se mal entienda. Cuando estaba con Yoongi se sentía bien, feliz, era como si el chico lindo le contagiara su energía tan relajante y alegre. Siempre que estaba a su lado era como si la vida dejara de estar en su contra y todo lo viera con una luz clara llamada optimismo, Yoongi parecía ser tan irreal, un pequeño ángel que le enseñaría que todo en la vida era tan precioso y perfecto si lo mirabas con los ojos correctos.

Era increíble como pudo llegar a pensar en algún momento que ese chico era tan irritante y odioso, y es que su única excusa ante aquellas groserías era decir que no estaba acostumbrado  a llegar a recibir tanta calma y amabilidad de una persona. Por ello las primeras palabras que vinieron a su cabeza para describirlo era ser un chico fastidioso, y fue gracioso cuando el tiempo le echó en cara que el irritante era él, pero de alguna extraña razón molestarlo era la única manera que encontraba para hablarle. Desde el inicio de todo, hace tres semanas, el mayor había llamado tanto su atención. Aquel incidente en la puerta de entrada cuando el pequeño y liviano cuerpo del chico lindo cayó encima suyo marcó un antes y un después en su interior, mismo que fue creciendo con el tiempo y no se dió cuenta hasta ahora.

Lo que antes detestaba comenzó a verlo de una manera totalmente contraria, aquella voz del mayor que consideraba un dolor de cabeza ahora era la melodía que quería escuchar por el resto de su vida, aquel fin de semana había sido todo un sueño; cada sonrisa, cada mirada, se sentía tan extraño en el pecho y abdomen pero las sensaciones eran tan relajantes y bellas, y ni mencionar los roces, sus pieles chocar de vez en cuando fueron la gota que derramaba el vaso a su cordura. Por un momento estuvo a punto de abrazar aquel delicado cuerpo y tener las tremendas ganas de proclamar a Yoongi como suyo.

No quería que alguien más mirara a Yoongi de la misma manera en la que él lo hacía.

No quería que nadie más lo hiciera feliz como él lo estaba comenzando a hacer.

No quería que Yoongi perteneciera a alguien más que no fuera él, Park Jimin.

Estaba comenzando a perderse por la belleza que comenzaba a notar en su mayor, tanto así que fantasías tan ridículas sobre ellos dos comenzaron a inundar su mente, imaginando su apellido en el nombre del chico lindo, "Park Yoongi", sonaba genial...