I want you - JimSu

28; cereza.

maratón 2/4

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Sabor cereza. Sus labios tenían sabor cereza.

Imposible de imaginar como terminaron en aquella tesitura, su mano rodeando su cintura, tomándole del mentón y susurrando contra sus labios lo perfecta que era su silueta aprensada por sus manos cálidas, abrazando su cuerpo contra su pecho chocando ambos torsos cubiertos por los pijamas y unas cuantas mantas por encima. El sonido de fondo de la leña quemarse por la fogata recién hecha y las respiraciones agitadas detonado la inocencia o quizá la imprudencia, dejando ver la inexperiencia y la timidez oculta en la fachada de dos niños jugando a ser adultos, con las piernas enredadas unas con otras, mirándose con galaxias en las pupilas dilatadas y nerviosos por pedir más contacto de la boca ajena, sentir la textura suave de sus labios estirarse capturando los contrarios, torpemente chocando sus dientes por la desesperación novata de sentirse uno al otro. Aferrándose al agarre de su cuello y enredando sus dedos en los cabellos de la nuca, sintiendo la piel erizarse y el cuerpo estremecerse cuando sus manos se cuelan debajo de las prendas, jugando con ese tono de picardía con el borde de las telas debajo de las mantas, actuando como expertos cuando solo eran primerizos dejándose llevar por la calentura y las hormonas.

Jisoo no dejaba de pensar en aquel sueño extraño, todo en aquella fantasía estaba mal desde que amaneció con su mano izquierda en el vientre abrazándose a sí misma y la boca babeando dejando la almohada mojada, despeinada por tener su mano derecha enredada en sus mechones cortos. Preguntas obvias como el por qué rondaban en su cabeza, y cuestiones sin respuesta como el cuándo fue que se pudo llegar a imaginar de esa bochornosa manera con su mejor amigo Namjoon. El corazón se le desenfrenaba cada que recordaba con exactitud la textura de aquellos labios llenos tomar los suyos de una manera en la que nunca la imaginó, la piel se le erizó y su cuerpo tembló en el segundo exacto donde la brisa primaveral chocó contra su cuerpo del lado de la ventana del salón de clase.

Cuando salió de sus pensamientos, justamente una mano acarició sus cabellos despeinados por el viento, y al dirigirle la mirada sonrió por el gesto agradeciendo a Yoongi llegar en el momento correcto, ¿qué malo podía esperar de él? Siempre llegaba en los momentos más oportunos donde sus emociones estaban a punto de explorar por culpa de la disforia y la duda de sus mismo sentimientos.

- Y-Yoongi...

- Bueno días, Chu- saludó sentándose en la butaca a su lado como todos los días, mirándole con atención por su raro actuar al meditar lo que desconocía en ese momento, aunque conociendo a la menor, aquella niña bonita seguramente no dudaría dos veces en pedirle con desesperación ayuda sobre lo que le atormentaba.

Aunque eso hubiera tenido sentido en otra experiencia del pasado similar a eso, al ver que Jisoo no hizo más que asentir correspondiendo el saludo y volvió a hundirse en sus pensamientos mordiéndose los labios con la ansiedad a flor de piel. Como era costumbre, Yoongi se rehusaba a pasarlo por alto, conocía a la chica lo suficiente como para hacer caso omiso a los gritos mudos pidiendo ayuda. Su mano volvió a acariciarle la cabeza como un consuelo a aquello en lo que pensaba, pero Jisoo realmente estaba en otro mundo para sentir que alguien jugaba con sus mechones cortos. Sin tener la respuesta clara, dejó caer su cabeza en un golpe en seco contra la mesa de su butaca, suspirando pesado, bufando y terminando de decir algo inaudible para el mayor a regañadientes.

«Vaya manera de empezar el día.» Pensó el de ojos gatunos cuando el ruido de pasos a su lado se escuchó cada vez más cerca, Namjoon hizo acto de presencia en aquel escenario abrumado de confusión y frustración en el ambiente, cuando rechistó el más bajo hizo un ademán de guardar silencio para no interrumpir la crisis existencial de la menor, pues ya tenía bastante con que sus compañeros de clase hablaran con fuerza esparcidos alrededor del aula. No sirvió de nada el silencio de ambos chicos, pues cuando Jisoo percibió la presencia de Namjoon rápidamente levantó su cabeza recuperando la postura y giró su cabeza junto a su cuerpo en dirección del mayor que se sentaba atrás suyo.