I want you - JimSu

07; tranquilidad.

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Viernes. Por fin era viernes.

Como el día anterior, al tan sólo despertarse el chico lindo ni siquiera se inmutó en mirarle y claro que tenía razones para evitar estar a toda costa cerca de Jimin. Al fin y al cabo el que resultó traer problemas fue él y no el mayor, y era gracioso de manera irónica ver como se convirtió en todo lo que odiaba; se convirtió en un fastidio para Yoongi y en vez de quererlo como un amigo terminó odiándole más que los lunes en la mañana. Sin embargo, por más que Yoongi lo ignorara hacia todo lo posible para que el mayor siquiera lo mirara.

–Yoongi, por favor. Mírame por lo menos.– rogó mientras caminaba a su lado, obviamente sin quitar aquella voz tan demandante y grave.

El chico lindo mantenía su mirada en el camino y suspiró pesado mientras acomodaba mejor su mochila la cual colgaba en su hombro derecho. Jimin frunció los labios y arrugó su pantalón de los lados levemente comenzando a perder la paciencia y cualquier tipo de esperanza.

–Ya te pedí perdón, Yoongi, ¿qué más quieres que haga?– dijo moviendo la cabeza para que el mayor lo miraba pero cada que lo hacía este o desviaba la mirada o giraba la cabeza al lado contrario de donde estaba la de Jimin.

–Quiero que te largues, ¿acaso no recuerdas? A tres metros.– respondió tosco apresurando el paso una vez Jimin comenzó a caminar más lento sorprendido de sus palabras.

Suspiró desganado dejando caer sus hombros, se desordenó el cabello mirando a Yoongi desde atrás como este parecía casi correr queriendo marcar las distancia de días anteriores. Una vez calculó los tres metros continuó caminando con normalidad sin quitarle ni un segundo la mirada al chico lindo frente a él que comenzaba a perderse en la multitud una vez llegaron a las puertas de entrada al bachillerato.

Trotó unos momentos tratando de que sus zapatos no hicieran mucho ruido y siguió  al mayor el cual parecía irse de una vez por todas a su aula. Subiendo los dos pisos del edificio donde se ubicaban las aulas donde tomaban clases los de tercer año, intentó pasar desapercibido pero fallando en el intento, ya que las chicas que  pasaban por los mismos pasillos donde ellos dos lo hacían eran imposibles de controlarse que más de una vez se tuvo que esconder detrás de los pilares para que Yoongi al  girar la cabeza hacia atrás no le viera, o eso creía, Yoongi cada que volvía a continuar con su camino a la clase de política sólo se limitaba a poner los ojos en blanco y morderse el labio inferior para aguantar las tremendas ganas de gritarle a Jimin que se alejara.

Cuando por fin llegó al aula se quedó parado a lado del marco de la puerta y en eso una  respiración agitada se escuchó demasiado cerca de él, apretó sus delgados labios entre sí y con casi los ojos rojos debido a la rabia que comenzaba a incrementar en su interior con el pasar de los segundos se volteó enfrentando a Jimin. El menor saltó un poco en su lugar ante tan repentina acción del contrario y Yoongi se acercó peligrosamente a él casi rozando ambas narices.

–Aléjate.– demandó en un murmuro y a Jimin le crecieron los nervios al sentir el cálido aliento del mayor chocar con sus labios.

Yoongi puso sus manos en su pecho y le empujó haciendo que el menor retrocediera tres pasos hacia atrás, no pudo evitar ver como Yoongi aún no se dignaba a verle, este tenía la mirada puesta en el suelo y con la cabeza ligeramente inclinada hacia abajo, lo suficiente como para que su cabello negro apenas cubriera sus rasgados ojos. Jimin no pudo evitar fruncir el ceño extrañado al ver como en las mejillas de Yoongi comenzaba a notarse un ligero rubor rosado. Al abrir la boca para hablar el mayor se dio media vuelta y mientras se quitaba la mochila del hombro se dirigía a su mesa. Jimin quiso entrar e ir con él pero entonces los gritos y halagados de las chicas le impidieron el paso rodeándolo, no tuvo otra opción que dirigirle una última vez una mirada a Yoongi para irse de ahí antes de causar que la manada con exceso de maquillaje y perfume dulce incrementara.