C A P T U L O #11

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APRIL

Me acerque a la ventana y vi su auto salir rápidamente con gesto molesto. 

Con qué no huyes ¿Eh?

El móvil última generación y la tableta que él me dejó cuidadosamente puesta sobre la cama, no me ilusionaba después de lo que acababa de ocurrir. 

Me sentía muy confundida, sentía que había miles de respuestas probables para la conducta de Niall que probablemente no me gustarían y tenía miedo que por ese beso, las cosas cambiaran entre ellos, se llevaban muy bien, él me abrió las puertas de su casa y cambió mi vida.

Lo mejor era que me olvidara de ese hombre, me dedicara a mis estudios y mi próspero negocio. Al final tenía más de lo que jamás pensé y ahora contaba con un buen futuro por delante si era inteligente y sabía aprovechar las oportunidades.

 Sabía que lo que sentía nunca lo volvería a sentir por nadie, pero tampoco me interesaba, los chicos nunca me atrajeron, hasta que lo conocí, y creía que así seguiría siendo. A pesar de saber que era lo mejor que podía hacer, me dormí con una pequeña lágrima rodándome  por la mejilla intentando despedirse de algo que jamás sería.

En efecto,  no salió de viaje en esta ocasión, pero lo que hizo fue más drástico.

Por la mañana, cuando  salía para la universidad, me di cuenta de que no había llegado a dormir, y así comenzó a suceder con mayor frecuencia cada vez. 

El carácter de Niall parecía el de siempre,pero yo sabía que algo había cambiado entre nosotros. Cada vez salía más por la noche, ya las cenas juntos desaparecieron.

Intentaba distraerme con mis clases y cada vez pasaba más tiempo en casa de mis hermanos.

Diciembre, el tiempo no se detenía y cuando menos pense ya estaba  de vacaciones. 

Mario y Andrea me  invitaban a las posadas y salía todo el tiempo con ellos, incluso, comenzaron a invitarme a pasar la noche en su casa cada vez con más frecuencia y yo aceptaba ya que en la casa me sentía muy sola a pesar de que Ciro me procuraba todo el tiempo.

- April, ya casi no sales a jugar con Miel y Luna - Lo mire sin poder contestarle.

Porque no podía decirle que al observarlas lo único que veía era el distanciamiento de Niall –. Bueno, no te preocupes, ellas de todas formas están muy bien, aunque creo que te extrañan como todos los de esta casa- Sonreí con tristeza. 

Le había tomado mucho cariño todo ese tiempo; al igual que a Mario y Andrea.

–Lo sé Ciro, lo siento, yo también los extraño mucho, pero creo que mi tiempo  aquí se está acabando - Ciro solo elevó su barbilla preocupado por la reciente declaración.

- ¿Por qué dices eso? ¿Te quieres ir de aquí? ¿A dónde?- Preguntó preocupado.

- No me quiero ir, pero es lo mejor, créeme, ya he causado suficientes molestias, Niall reparó mis alas y me dio tiempo de curarme, ahora creo que ya puedo volar sola - El hombre me guió hasta el comedor para sentarnos y poder conversar.

– Qué bueno que ya te sientas fuerte jovencita, eso es una buena noticia, pero eres necesaria aquí, lo sabes - Solo reí sin alegría comprendiendo sus palabras y recordando cómo se había alejado tan fácilmente de la casa y la razón de su actitud.

– Ciro, Niall ya hizo todo por mí, más de lo que siquiera pude haber soñado, y créeme lo que tú, y todos han hecho, jamás se borrara de mi corazón. Pero casi pasó un año y creo que lo mejor es irme.

- ¿A dónde? - Intentó indagar algo preocupado.

- No lo sé aún, pero créeme que sé sobrevivir.

𝐔𝐧 𝐄𝐬𝐩𝐚𝐜𝐢𝐨 𝐄𝐧 𝐓𝐮́ 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧 |NJH| EN CURSO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora