C A P I T U L O #32

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Eiden despertó después de una noche tranquila. April durmió bien, las enfermeras entraban cada cierto tiempo a verificarlo todo y después desaparecían, pero ella parecía no ser consiente de nada, pues no movía ni un poco los parpados sumida serena y segura en aquel sueño reparador. Somnoliento se sentó sobre su improvisada cama e hizo a un lado la cobija. Tallándose los ojos en medio de un gran bostezo, notó que su hermana ya se encontraba despierta, de nuevo tenía esa mirada vacía que a él tanto le dolía.

—Hola... — saludó para que saliera de su encierro mental. April lo observó desorientada. Parecía haber vuelto de repente de aquel mundo donde se recluía y que no parecía ser en lo absoluto placentero.–

— Hola, ¿dormiste bien?—Le preguntó con ternura en voz baja.

— Sí y ¿Tú? —  Asintió. Se puso de pie y se acercó a ella.

— April... permite que... Niall entre . nena, no quiero que lo tomes a mal pero — de inmediato palideció.— Él ha estado afuera todo este tiempo... sólo se va por las noches... prácticamente aquí vive, si les diste una oportunidad a mis padres ¿Por qué no a él?—acudieron las lágrimas. 

— Porque con él, es diferente— En automático replicó con hilo de voz. 

La realidad era que si el mundo se hubiera caído a su alrededor pero él hubiese seguido a su lado, nada le habría importado, pero no fue así, ella le confió todo y él... la lastimó. Su mundo la acabó, no tenía sentido que volvieran intentar algo sabiendo que esas podían ser las consecuencias, ya había aprendido su lección. 

—Hermana... el te ama, en verdad te ama.  

—Eso no importa Eiden... Entre él y yo ya no hay nada, nunca más habrá nada — declaró con fría firmeza.  

—Tú también lo quieres —le recordó serio. 

La conocía, ella era de sentimientos firmes, fuertes e indestructibles, por lo mismo sabía que lo seguía amando igual que antes.  

—¿Y eso de que sirve? —Refutó mirando hacia otra dirección. 

Sin embargo, Eiden no iba a rendirse, creía fehacientemente que ellos dos debían estar juntos sólo así lograrían superar el dolor que sentían.  

—También ha sufrido mucho con todo esto, creo que incluso se ve mayor... 

 —Eiden... por favor... no insistas, no cambiaré de opinión, ni ahora, ni nunca — susurró suplicándole ansiosa.  

—Está bien... Sabes que no va a entrar hasta que lo decidas ¿De acuerdo? — Le intentó hacer ver agobiado ante la expresión que ella tenía—. Sólo debes saber que algún día no lo podrás evitar y tendrás que enfrentarlo, Isa.  

—Lo sé, pero no ahora... no así —expresó haciendo alusión a sí misma. Eiden no insistió más; si no quería pues no y listo. 

Pero no se rendiría.  April ya llevaba más de quince días en el hospital y seguía reusándose a verlo, Eiden intentaba ser suave con él, pero Sebastián sabía que iba a ser muy difícil volver a llegar a ella. 

Cada día se sentía más desesperado, más ansioso, la perdía y ni siquiera podía luchar. Andrea y Mario la pudieron ver un par de veces y Eiden no se despegaba de Bella en todo el día.  

—Niall ¿Piensas estar aquí haciéndome compañía hasta que me jubile? — Bromeó Liam que tenía un pequeño descanso y sabía que seguía ahí, como todos los días desde que llevó a Isabella en aquellas condiciones—. ¿Puedo? —Señaló la silla vacía a su lado. Su amigo asintió completamente perdido en sus pensamientos—. ¿No te vas a mover de aquí hasta que la veas? ¿Ese es tu plan? — Lo cuestionó sin rodeos mientras estiraba las piernas y las cruzaba relajadamente. 

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⏰ Última actualización: Mar 27 ⏰

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𝐔𝐧 𝐄𝐬𝐩𝐚𝐜𝐢𝐨 𝐄𝐧 𝐓𝐮́ 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧 |NJH| EN CURSO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora