NIALL
Esa misma noche, después de hablar con el equipo de investigación que Liam contrató, regrese a la casa de Andrea.
- Perdón por la hora - Me disculpé entrando.
- No te preocupes hijo, nadie se ha acostado aún, después de lo de hace unas horas es imposible - Me explicó. Ambos nos dirigimos al comedor donde se encontraban Mario y Aiden en silencio, al verme el mayor me saludó con la mirada, pero el muchacho ni siquiera me prestó atención.
- Ya hable con los investigadores y puse mucho a más gente a su disposición - Comunique intranquilo. Aiden me miraba ahora sí interesado–.Sí Aiden, voy a encontrarla, te lo juro - Él sonrió sin muchas ganas.
Enseguida se puso de pie y salió sin siquiera voltear.
- Está muy angustiado, ya no sé qué decirle. Y aunque no nos culpa, creo que no nos va a perdonar hasta que se la traigamos de vuelta - Expresó Mario con culpa.
- Lo sé, es un chico muy tenaz y hoy me enseñó una gran lección - Reconocí derrotado.
- Sí, esos muchachos no se merecen todo esto, creo que jamás los conoceremos lo suficiente, a ninguno - Asumió Andrea sin dejar de mirar el lugar donde hacía unos momentos donde Aiden estuvo.
-Es increíble lo que hizo April con ese dinero, si nos lo hubiera dicho no la hubiéramos dejado ir sin dinero - Se reprendió Mario cerrando los parpados con la mano en su frente.
No lograba encontrar consuelo, algo que me hiciera sentir medianamente mejor. Todo se salió de proporción sin preverlo, desconfiamos de una joven dulce y buena que jamás nos dio motivos y ahí estaba el precio a pagar.
No podía dejar de temer por ella, toda la noche permaneci despierto pensando en todo lo que ocurrió ¿Cómo pude dudar? ¿Cómo? Necesitaba encontrarla, suplicarle que me perdonara, jurarle que nunca volvería a desconfiar.
No, no era ningún imbécil, April no me perdonaría, lo sabía, lo sentía.
La herí .
¿Pero cómo les pude creer, como puse en tela de juicio todo lo que vivimos, lo que compartimos?
Fui el primero hombre en su vida, el único, una parte de mi siempre lo supo, pero esa maldita espina, esa vieja herida volviéndose a abrir evocando lo que hacía tanto tiempo me hicieron dos personas por las que también hubiera metido las manos al fuego, esa espantosa costumbre de desconfiar, de no creer.
¿Cómo enmendaría todo esto? ¿Cómo lograría llegar de nuevo a ella?
Mierda, no tenía ni una jodida idea de cómo la vería siquiera a los ojos cuando la encontraran.
A la mañana siguiente convoque a junta urgente, todos los accionistas se presentaron. Sin vacilación, ni contemplación alguna, los desenmascaré con las pruebas en la mano.
Por supuesto no tuvieron más remedio que admitirlo. Hice lo que temían si los descubría. En frente de ellos comencé a acabar con su reputación y negocios con tan solo levantar el teléfono.
Todos me miraban suplicantes, sabían muy bien que si yo me enteraba de la bajeza que maquinaron, se meterían en grandes problemas pues dependían directamente de mi, hombre despiadado y letal en el plano empresarial, demasiadas personas me debían favores como para que no me los pagaran de forma inmediata y yo me las estaba cobrando sin dudar. No los deje marchar iracundo hasta que acabé con el último.
- Esto no me hace sentir mejor, no me satisface en lo absoluto, pero por ahora me conformo con que hasta cierto punto estén viviendo un infierno como el que yo estoy viviendo por su causa. Llegaron muy lejos, demasiado y no confió más en ustedes, sin embargo, no poder hacer nada al respecto salvo decirles que si vuelven a cruzarse por mi camino les juro que no solo los destruiré ¿Comprenden? - Todos asintieron asustados.
Siempre supieron que los tenía en mis manos, se arriesgaron y perdieron.
En cuanto a Amelia, mandé llamar a toda la empresa, medios y prensa.
La descubri ante el mundo, exigiéndole que confesara todo si no iría a prisión por difamación y fraude, ya que los socios firmaron la denuncia formal del faltante de dinero que ellos mismo le dieron.
Toda la gente coludida fue destruida sin el menor miramiento. Louis, el hombre que mintió acerca de las fotografías y en quien confiaba desde hacía muchos años, se quedó sin negocio en un pestañeo y el reportero, que creí que era incorruptible, fue despedido, desprestigiado y demandado por muchísimas personas, de varios años en la cárcel no se iba a salvar pues había falsificado información en más de una ocasión, incluso el periódico que lo tenía contratado, lo hice caer en un enorme bache financiero, no deje a nadie sin pagar aunque fuera en mínima proporción de lo que me hicieron.
Si dudaban de mi poder, ahora ya todo Londres lo sabía y nadie, nunca, volvería a siquiera intentar bromear conmigo, que había perdido el corazón a casusa de un asqueroso plan para desprestigiar a la mujer con la que me casaría.
Los días siguientes, citaba a los investigadores por las noches en casa de los padres adoptivos de Aiden y Ellie. Todos nos juntábamos en una de las salas ya que la menor se encontraba dormida, pues acordamos que ella no sabría por ahora la verdad.
La relación con mi ex cuñado mejoraba a pasos de tortuga, sin embargo, ya me volvía a ver con el respeto de antes. Liam también estaba involucrado en todo, pero no asistía a diario pues su trabajo en el hospital no siempre se lo permitía.
- Ya tengo información - Anunció uno de los detectives por fin. Liam este día pudo llegar a tiempo para ver cómo iban las cosas.
- ¿Cuáles? ¿Dónde está? - Saltó Aiden con el rostro iluminado. Pero el gesto del hombre nos indicó que no era agradable lo que encontró y en seguida nos pusimos serios.
Sentí un sudor helado que me recorría la columna vertebral, sabía que algo no andaba bien.
- Temo que no es muy alentador lo que debo informarles - Hizo una pequeña pausa aflojando el nudo de la corbata.
– La señorita April estuvo internada en un hospital comunitario hace más de una semana - Senti de inmediato que me hacía falta el aire, que un hormigueo de horrible presagio se posicionaba sobre mis hombros torturándolos.
Asustado se pasó las manos por el rostro aflojando la corbata -. Llego en estado y perdió a la criatura - Murmuró el detective.
Un silencio hondo y apabullante se apoderó del lugar. Todos los presentes lo miramos perplejos.
No pude más, me puse de pie nauseabundo, parecía que iba a perder la conciencia de un momento a otro.
- Explíquese por favor - Le exigió Liam al ver que todos estabamis anonadados de la impresión.
- La señorita llegó ahí con una fuerte hemorragia, el producto venía sin vida, tenía seis meses de gestación - Concluyó mirándonos, sobre todo a mí .
Comencé a ver borroso y las fuerzas comenzaron a faltarme.
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Está April y este Niall me tienen mal😭
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𝐔𝐧 𝐄𝐬𝐩𝐚𝐜𝐢𝐨 𝐄𝐧 𝐓𝐮́ 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧 |NJH| EN CURSO
Hayran Kurgu𝐋𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐲 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐬𝐞 𝐯𝐚𝐥𝐞. 𝐒𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫 𝐥𝐨 𝐬𝐮𝐟𝐢𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞𝐦𝐞𝐧 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐩𝐨𝐝𝐞𝐫 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫 𝐚𝐝𝐞𝐥𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐨 𝐬𝐢𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐨𝐭𝐫𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚...