C A P I T U L O #24

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AIDEN 

- Andrea, Mario necesito hablar con ustedes y con Niall - Exigí una vez llegué al umbral de la habitación de mis padres adoptivos.

- ¿Qué pasa, hijo? - Quisieron saber.

- No puedo decírselos hasta que estén los tres y es urgente - Les contesté.

- Aiden ¿Qué sucede? - Preguntó Mario intrigado, negué decidido.

- No les puedo decir nada, y si en algo me estiman díganle a Niall que venga ahora - Andrea se acercó a mi y comprendió al ver mis ojos que algo muy importante me traía entre manos.

- Es acerca de tu hermana ¿Verdad? - Mamá Andrea preguntó con duda y dolor en el rostro.

- No y estamos perdiendo el tiempo, por favor hagan lo que les pido - Supliqué  serio.

- Tú sabes que a Niall hace mucho que no lo vemos ¿Qué quieres exactamente que le diga? - Deseó saber mi padre extrañado e intrigado.

- Lo que quieran, invéntenle algo, pero que esté aquí a las ocho. Por favor es muy importante para mí, se los ruego, ayúdenme - En este punto mi cara debería de reflejar desespero, urgencia.

- ¿Por qué a esa hora? - Indagó Padre tomando el teléfono.

- Porque a esa hora tendré todo listo, no me hagan más preguntas, ustedes también bajen al sótano a esa hora ¿Está bien? - Pedí con absoluta determinación, segundos después sali corriendo de la recámara sin esperar más.

NIALL

Llevaba mucho tiempo de no ver a Andrea y Mario, su llamada me extrañó mucho y más aún el pretexto que me inventaron para que acudiera ahí a esa hora.

Pero a ellos no podía negarles nada. Fueron grandes amigos de mis padres, sus hijos murieron en un accidente hace varios años y cuando también mis padres fallecieron ellos me procuraron y me acompañaron en todo. Así que no me queda más remedio que ir.

Pero lo cierto era que tenía miedo, los recuerdo me asaltarían. No lograba olvidar, seguía, con mucha frecuencia, despertando sudando por las noches sintiendo que no me encontraba bien, que algo ocurría. 

Hace casi seis meses que no sabía nada de April, se había esfumado sin dejar rastro. 

¿Qué habría sido de ella? ¿Seguiría dedicándose a lo mismo? 

Mi vida sin ella a lado era plana, sin sentido. A veces pensaba que si la volviera a ver, le perdonaría todo con tal de que no me dejara y pudiera volver a sentir. De alguna manera, por ella podría llegar a pasar por encima de mi orgullo y dignidad, tan solo por un beso más, por una caricia más, por una mirada más.

Nada tenía sentido, la única verdad era que me había engañado. 

Después de aquel día busqué  a esos hombres y cínicamente lo aceptaron todo sin tapujos. Y la madre de April, a ella también la busqué preso de la agonizante duda.

 Su belleza me impresionó, pero lucía acabada, amargada y vieja. Vivía en una torre de departamentos en una zona media baja. Me recibió como si hubiera estado esperándome; me confesó que la seguía viendo y que se habían puesto de acuerdo desde el principio para sacarme todo el dinero posible. 

No pude escuchar más y sali de ahí completamente seguro de todo.

Una vez llegue a casa de Andrea y Mario, me abrieron la puerta y segundos después una de las muchachas me informó que me esperaban abajo.

- Buenas noches -Salude serio, sintiendo aún su aroma pulular por ahí. 

No entiendo nada, había un proyector y Aiden acomodaba folders. ¿Qué hacía ahí Liam? Este los estaba ayudando a conectarlo todo. Y otros dos muchachos de la edad de Aiden movían de forma ágil cosas en sus ordenadores que parecían ser de última generación.

𝐔𝐧 𝐄𝐬𝐩𝐚𝐜𝐢𝐨 𝐄𝐧 𝐓𝐮́ 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧 |NJH| EN CURSO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora