𝐔𝐧 𝐄𝐬𝐩𝐚𝐜𝐢𝐨 𝐄𝐧 𝐓𝐮́ 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧 |NJH| EN CURSO

C A P I T U L O #18

Ya se viene lo chido y sexoso, inserte advertencia..

Si eres sensible saltate este capítulo..

Como porque sigues bajando..

Tu mamá sabes que lees estas cochinadas?

Diosito te esta viendo..

Pecadoras impuras, ahora si..

 NIALL 

El ritmo fue incrementando más de lo usual, nos deseábamos y nos tocabamos como si fuera la primera vez. Gemía y jadeaba ya sin detenerme, envuelto en la bruma del placer, de la expectación.

Pase un brazo por debajo de sus piernas sin dejar de besarla la levante llevándola hasta la recámara. No tenía planeado esto, pero si ambos no deseábamos al carajo todo, lo tendríamos,  pronto sería mi esposa y la agonía de saber que tenerla también en ese plano, me consumía.

 Moría por probarla, por sentirla piel con piel, arrancar de su pecho gemidos de placer, de sorpresa y de ansiedad.

Cuando llegamos, la deje de pie junto a la mullida superficie y continuamos en nuestro que hacer. La ropa comenzó a ser un obstáculo más rápido de lo que creí.

Comencé a lamer su cuello pasando la lengua por zonas que erizaban la piel de mi ahora prometida.  En medio del torrente de sensaciones únicas y fascinantes April comenzó a buscar los botones de mi camisa con ansiedad.

Pronto desabotonó todos, con sus dos manos me pasó la fina prenda por los hombros y luego la liberó de mis brazos. Al tenerme expuesto de esa manera soltó un suspiro. 

Mi tórax estaba marcado por el ejercicio, mi piel levemente bronceada. Acercó una mano para poder tocarme envuelta en un trance. Sonreí satisfecho al ver la aprobación en su mirada y la bese de nuevo  mientras buscaba parte baja de su blusa para quitársela.

Cuando la encontré, me deshice de ella sin dificultad. April tenía apoyadas las manos sobre mi pecho provocando pequeñas descargas con su simple tacto y entonces nos observamos embelesados, llenos de anhelo, de expectación.

Buscaba alguna razón para detenerme, pero esta vez no llegó ninguna, así que decidí pasar una mano por su espalda y desabroche el sostén juguetonamente, ella me ayudó a deshacerme de él sin la menor timidez. 

- Qué hermosa eres, mi amor - Logré decir al tiempo que posaba mis manos sobre aquellos  senos y tiernamente comencé la mayor seducción de su vida, los torture con mis dedos sin perder de vista cada una de las reacciones de la que pronto sería mi esposa, cuando ella empezó a gemir asombrada las sensaciones que provocaba, baje el rostro y la probe con desenfreno y vehemencia mientras April se  aferró a mi  cabello pegándome aún más su cuerpo.

Saboreándola, de muchas maneras, el tiempo transcurrió. Con destreza la acosté debajo de mí y conseguí quitarle y quitarme los pantalones. Ansioso toque todo su cuerpo mientras no dejaba de asaltar sus labios ya húmedos e hinchados, y de jugar con sus delicados pechos, cuando las bragas estorbaron las arroje y la recorrí con la mirada asombrado de su perfección.