El sonido de sus pezuñas presionando el mármol pulido del suelo resonaba en todo el pasillo.
Caminaba firmemente mientras observaba las pinturas que decoraban las paredes. Ya era tiempo de renovar las almas que contenían cada una de ellas. Le echó un vistazo a su asistente que lo acompañaba a conocer a su hijo recién nacido.— ¿Necesita algo, mi señor?— el rostro de su asistente se encontraba imperturbable.
— ¿Sabés algo acerca de él?— le preguntó curioso.
— Me temo que no puedo decirle nada. El niño ha nacido hace unos momentos y la madre no ha querido hablar con nosotros, mi señor— el hombre estaba con la mirada clavada en el piso.
— Mmm...— se rascó la barbilla mientras pensaba.
Pronto, llegó a la pequeña celda donde se encontraba su hijo. La madre se encontraba frente a una pequeña cama hecha de paja en el suelo. El pequeño niño estaba inmóvil mientras su madre lo miraba con tristeza. Su asistente abrió la celda interrumpiendo el momento mientras la madre lo miraba furiosa.
— ¿Es él?— miró al niño inspeccionandolo sin encontrar ningún rastro de su genética en él.
Su asistente asintió mientras levantaba al niño y palpaba su cabeza en busca de las pequeñas protuberancias que se convertirían en sus cuernos. Por primera vez en años, el rostro de su asistente mostraba duda y temor. Rápidamente, tomó al niño en sus brazos y tocó suavemente la frente del niño. Su disgusto se amplió cuando el niño comenzó a llorar mientras la sangre brotaba de su frente. Su asistente estaba paralizado mientras observaba como la sangre era sumamente parecida al de un ser humano.
Finalmente, colocó al frágil niño en el suelo y se dio la vuelta.— Este niño no es mi hijo. Esta criatura no pertenece a este lugar—miró a su asistente furioso— Encárgate de ambos. Y que nadie se entere de este suceso.
—¡No! Por favor, se lo ruego. Hagan lo que quieran conmigo pero no le hagan daño a mi bebé— la mujer estaba aferrada a una de sus piernas mientras suplicaba.
— Si, mi señor—su asistente hizo caso omiso a la mujer y tomó una pequeña daga mientras miraba a la madre del niño.
Sacudió su pierna haciendo que la mujer cayera al suelo. Limpió su traje y se puso en marcha. No se quedaría a presenciar el show. El ruido de la celda al cerrarse fue acompañado con el grito desgarrador de la mujer.
Suspiró cansado, todavía tenía demasiados negocios que hacer. Demasiadas almas que reclamar.
ESTÁS LEYENDO
𝓣𝓲𝓵 𝓚𝓲𝓷𝓰𝓭𝓸𝓶 𝓒𝓸𝓶𝓮 [Farfa×Rich]
FantastikFarfadox es un demonio que viaja a la Tierra, desobedeciendo las leyes del Inframundo. En un intento de obtener almas, conoce a un empresario en bancarrota llamado Rich. A partir de ese momento, el verdadero viaje al Infierno comienza. Un travesía l...