Una Sumisa Más

Capitulo 9

Luego de colocarme mi piyama, me dirigí a la sala, sabia que Thimothe estaría ahí, cuando me asome a mirar, estaba parado observando una pared de fotos familiares que mi madre había decorado, por supuesto no habían fotos de mi padre, ni siquiera lo recordaba.

-¿Donde esta tu padre? -Pregunta Thimothe mientras nuestras miradas se encuentran.

-Me hago la misma pregunta -Contesto.

-¿Te abandono? -Vuelve a preguntar, era un tema el cual no quería tocar, me invadía la nostalgia cuando hablaba de mi padre, no es fácil decir que nunca te quiso y te dejo desde niña.

-¿Podemos cambiar de tema? -Contesto, en su rostro pude notar que comprendía todo, y ya tenia una idea de porque siempre estaba sola y mi madre trabajaba tanto, Thimothe no era tonto, eso lo sabia y yo no era muy buena ocultando mis sentimientos.

-Esta bien, cuando tu decidas me contaras, no te presionaré. -Me dice mientras me da una sonrisa sincera, se veía tan tierno cuando reía, y sentía que con el podía desahogarme, pero este no era el momento.

-¿Y quieres algo de tomar o comer? -Le pregunto.

-Si, se me antoja comerte a ti. -me dice con una sonrisa picarona.

A mi mente volvió el recuerdo de la noche anterior, sabia que eso estaba insinuando, -Thimothe -Digo con vergüenza. 

-Tranquila pequeña, si quieres puedo prepararte algo. -Me dice.

-¿Y sabes cocinar? -Pregunto con curiosidad.

-Por supuesto, preparo unos orgasmos, para chuparse los dedos. -Me responde. Dios tiene la capacidad de excitarme sin ni siquiera tocarme.

-JA JA JA. -rio de la forma mas sarcástica posible.

-Solo juego pequeña, si se preparar algunas cosas, vamos a la cocina. -Me dice mientras me hala del brazo.

La cocina de mi casa es pequeña, solo cuenta con un pequeño pasamanos, y los mobiliarios que toda cocina tiene, nada impresiónate. Al llegar a la cocina Thimothe me sostiene de las caderas con ambas manos y me sienta arriba del pasamanos, mis hormonas se volvieron locas cuando su rostro se encontró con el mío y nuestros labios se encontraban a centímetros, moría por besarlo.

-Ups, no fue a eso que vinimos -Me dice mientras se aleja y camina hacia el refri. Observa por algunos minutos y saca varias cosas, entre todas, un tarro de Nutella, mis pensamientos pervertidos invadieron mi mente, y trague grueso.

Dejo todos lo que había sacado del refrigerador a mi lado, y el tarro de Nutella quedo en su mano, mientras buscaba el cajón de las cucharas.

-Aquí. -Le indico mordiendo mi labio, mientras abro mis piernas. Su expresión era de total sorpresa, mientras miraba mi entrepierna, -No, no, aquí debajo. -Contesto mientras señalo el cajón que estaba un poco mas abajo.

Su mirada llega a la mía, con malasia y deseo.

-Yo también se jugar ese juego. -Le aclaro. 

-Muy astuta pequeña, pero no me tientes. -Me contesta.

Camina hacia mi y abre el cajón, saca una cuchara y destapa el tarro, sumerge esta y al sacarla, la chupa frente a mi y solo podía imaginar lo que era capaz de hacer con esa lengua.- Rebecca cálmate -Me reclama mi mente, me mira y sumerge su dedo índice dentro la Nutella y al sacarlo, lo lleva a mi boca, yo abrí mis labios en aprobación, mi lengua jugaba con  su dedo dentro de mi cavidad y su expresión de satisfacción me motivaba a seguir volviéndolo loco .

-Me encantaría que chuparas así, pero no mi dedo. -Me dice mientras lo saca de mi boca.

Para ese punto ya estaba muy excitada para recordar que éramos amigos, pero a la mierda, no entendía que clase de amigos éramos, pero no lo quería lejos de mi.

El se encontraba a mi lado, preparando algo, no sabia que era pero tenia una pinta  deliciosa y el olor lo era aun mas, se veía tan sexy mientras cocinaba, cada facción de su cuerpo, parecía tallada, su pelo oscuro y alborotado caía hasta casi llegar a su ojos, sus labios, los cuales moría por devorar, su abdomen tan bien definido que me volvía loca, su rostro, y esos benditos ojos azules.

-¿Por que me miras de esa forma? -Me pregunta, trayéndome de vuelta de mis pensamientos.

-¿Como te estoy mirando? -Pregunto haciéndome la inocente. 

-Como si estuviera desnudo y cubierto de chocolate. -Me responde, mientras suelto una carcajada.

-No es cierto. -Digo. -¿Pero y quien te enseño a cocinar, tu madre? -Pregunto con la intención de cambiar el tema.

-No, Karen, la trabajadora domestica, pero es como si lo fuera. - me dijo mientras su rostro se torna un poco triste, deseaba preguntarle pero sentía que era un poco imprudente de mi parte.

No esperaba que Thimothe cocinara tan bien, luego de comer lo que preparo, nos quedamos en la mesa conversando, no entendía porque con el no me aburría, no me sentía sola, o invisible, al mirar el reloj de la cocina eran un poco mas de las 11:00 p.m. -Es tarde, ¿No tendrás problemas en casa? -Le pregunto.

-No, pero tu tienes que descansar, debes aprender a dormirte a una hora prudente. -Me dice.

-No soy una niña. -le respondo.

-Yo nunca he dicho que lo fueras. -Me contesta.

Luego de lavar los platos y limpiar muy bien la cocina, Thimothe se encontraba frente a mi, mientras yo estaba dándole la espalda, terminado de recoger todo. -¡Listo! -Exclamo.

-Pues, debo irme, debes descansar. -Me contesta, no quería que se fuera, pero tampoco  ocasionar problemas en su casa.

-Si, es un poco tarde. -Digo.

-Pues vamos, te llevare a la cama. -me dice mientras me carga y me lleva a mi cuarto para luego dejarme caer sobre la cama.

-Adiós. -Digo, mientras el sale por la ventana de mi cuarto, esto se había vuelto una rutina.

-Adiós. -Me contesta, de forma cortante, mientras se deja caer.

Luego de unos minutos, me estaba acurrucando, casi preparara da para dormirme, cuando escucho vibrar mi celular sobre mi mesa de noche, lo sostengo, y mi sonrisa es inevitable cuando leo el mensaje.

Buenas noches Pequeña.

Enterré mi cara en mi almohada mientras sonreía como una tonta. -Thimothe Gutiérrez, me vas a volver loca.

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Nota de la autora: UWU....Me encanta este tipo de cosas, ¿Y a ti?

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