Una Sumisa Más

El chico nuevo.

Nota de la autora: Estamos avanzando rápidamente, es irreal que sea el decimo capitulo.

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No puedo creer el cambio que ha dado mi vida, de conocer a un chico super guapo y misterioso, vomitarle su cuarto,  perder mi virginidad con el, y ser amigos, bueno, es una extraña amistad, la atracción sexual en ocasiones es inevitable, Thimothe a cumplido su promesa de no tocarme, y ya han pasado dos semanas desde aquella noche. Pero sigue visitándome sin falta, era nuevo para mi tener a alguien con quien estar, y no quedarme sola, me hacia sentir especial.

Me encuentro parada frente el espejo de mi cuarto, terminando de arreglarme para ir a la escuela, Silvia me había escrito desde temprano, para que recordara no llegar tarde, llevaba puesto mis jeans rotos favoritos, un top blanco con un hermoso estampado de flores, y mi chaqueta de mequilla que tanto me gustaba, decidí recoger mis risos en un moño alto des alborotado, y el resultado me encanto, me sentía de buen humor, y quería verme bien, no era la mejor ropa pero me hacia sentir mejor, que estando  desarreglada.

Cuando caminaba hacia la casa de Silvia note que aun no me estaba esperando afuera, así que sabia que se le había hecho tarde, me pare frente a la puerta y toque. -Disculpa ya estaba a punto de salir pero. -Abrió la puerta de repente y al observarme se  detuvo.

 -Te vez preciosa Rebecca. -Me dice.

-¿Tu crees? -Le pregunto.

Vestirme de esa forma no era lo mío, por lo general siempre estaba desarreglada y con ropa muy grande, era mi estilo, pero estar diferente un día no me haría mal.

-Por supuesto, no recuerdo la ultima vez que te vi usando brillo labial, ese Thimothe me esta cayendo bien, se nota que estas feliz. - me dice mientras yo giro mis ojos hacia arriba. 

-Ya, deberíamos irnos a la escuela. -Contesto.

-Esta bien. -Me dice con una sonrisa  mientras camina y cierra la entrada detrás de ella.

Al llegar a la escuela, me sentía extraña, los ojos no solo estaban puestos en Silvia, también los sentía sobre mi, pero era muy poco probable.

-Te das cuenta, todos te miran. -Me dice Silvia, mientras camino a su lado.

-No es posible, ¿Por que lo harían, tengo algo en la cara? -Pregunto. 

-No, no te das cuenta Rebecca, hoy estas radiante, y tienes una sonrisa que ilumina tu rostro, realmente eres sumamente hermosa. -Sus palabras me hicieron sentir bien, seguíamos caminando hasta llegar a dentro. y la alarma para entrar a nuestras aulas retumbo en mis tímpanos.

-Debo irme, me corresponde  física. -Me dice Silvia, mientras se despide con la mano y se aleja entre la multitud.

Me encontraba sola en el pasillo, me dirigía a mi clase de historia, caminaba lo mas rápido que podía, se me había hecho tarde, justo al momento de girar para llegar al pasillo que se encontraba el aula, mi mente pensaba en la mejor escusa para evitar que el maestro no me permitiera entrar a su clase, pero de pronto, sentí un fuerte golpe de frente, tan fuerte que caí al piso sentada, lo primero que sentí fue el dolor de la caída, no sabia que lo había provocado, así que levante mi vista, y lo primero que note fue una mano extendida, al parecer para ayudarme a levantar del piso, sostuve la mano y me puse de pie.