Quiero odiarte, pero no lo consigo.

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La semana había transcurrido sumamente rápido, mi madre aun seguía sin encontrar empleo, pero nuestra relación se había vuelto mas abierta, se sentía como una verdadera unión de madre e hija. Como si fuéramos así de cercanas desde siempre.

Thimothe seguía sin volver, ni siquiera me escribía, lo había visto una que otra vez esperando a Taylor a la salida de la escuela, pero yo tampoco lo haría, no seria quien le implorara que regresara, continuaría con mi promesa de no buscarlo. Aunque tenia un punto a mi favor, sabia lo celoso que lo ponía Jonathan.

La fiesta seria esta noche, le había pedido permiso a mi madre unos días antes y como siempre me dijo que si, nuestra relación no era muy saludable en el pasado, pero siempre me otorgaba los permisos que le pedía, además siempre estaba junto a Silvia.

Llamada entrante

Al mirar mi celular era Silvia, sabia que me llamaría para decirme a que hora me pasaría a buscar esta noche, su padre era el que siempre le prestaba su auto.

-¡Hola! -Digo.

-Hola, te pasare a buscar a las 9:30, recuerda que también pasaremos a recoger a Jonathan a su casa.

-Esta bien.

Inmediatamente cierro la llamada voy a mi baño, necesitaba tiempo para escoger que ponerme, para mi siempre fue difícil vestirme tan bien como Silvia y encontrar la ropa indicada.


Ya estaba lista, tarde toda una  hora pero me sentía muy bien, escogí un hermoso vestido corto con estampado serpiente, que se ajustaba perfectamente a mi cuerpo, y mi pelo rizado suelto, un maquillaje suave  y un collar dorado  fino , casi imperceptible, para darle toda la atención a mi vestido de esa noche. 

Mientras estoy parada frente al espejo de mi cuarto siento la puerta abrirse.

-Te vez muy hermosa hija. -Dice mi madre mientras camina hacia mi y se para detrás mirando también al espejo.

-Gracias mamá. -Le contesto con una enorme sonrisa en mi rostro.

En ese instante, escucho la bocina del carro de Silvia, bueno, del tío Sergio, sonar, sabia que era hora de irnos así que tome mi celular y me despedí de mi madre con un beso en la mejilla.

-Rebecca. -Escucho decir a mi madre mientras caminaba el pasillo. Me detengo y ella me mira desde la puerta de mi cuarto, para continuar diciendo. -No olvides usar protección. -Mis mejillas se enrojecieron, era muy vergonzoso que mi madre me dijera ese tipo de cosas, era la primera vez que lo hacia.

-¡Mamá! -Le contesto apenada, mientras continuo bajando las escaleras para irme, mientras ella se reía a carcajadas al notar mi clara vergüenza. Sali de la casa y Silvia me esperaba afuera del carro, se veía hermosa, su pelo suelto, un conjunto crop top negro lleno de lentejuelas, y una falda muy corta. Cuando me miro puso una cara de pervertida muy chistosa, y eso me saco una sonrisa.

-¿Que? -Le pregunto entre risas mientras camino hacia ella.

-Te vez espectacular, esa es exactamente la cara que pondrá Jonathan cuando te mire. -No sabia como se dio cuenta de que yo le gustaba a Jonathan, aun no le había dicho lo que ocurrió unos días atrás.

-¿Jonathan? -Pregunto haciéndome la desinformada.

-No te hagas la tonta Rebecca, tu le gustas, ¿la única que no lo has notado eres tu? -Me dice mientras gira sus ojos hacia arriba.

Antes de que pudiera contestar mi madre apareció tras nosotras, recostada del marco de la puerta de la entrada.

-¡Buenas noches tía Rosa! -Grita Silvia, mientras mi madre le lanza un beso.

Una Sumisa MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora